El Lobo y la Oveja

31-Es mejor que lo sepas ahora, llevó metros corriendo

Cielo despejado, sin nubes a la vista.

El sol estaba en todo su esplendor.

El viento era suave. Si la gente se detenía un segundo, podía sentir la brisa jugando con su pelo, alborotando su ropa y haciéndole cosquillas en las mejillas.

Pero nadie se detenía porque hacía mucho calor. Un segundo más y no sólo tendrías un bronceado prominente, sino que corrías el riesgo de sufrir algún tipo de problema en la piel.

¡Oiii! Quédate un rato bajo este brillante y hermoso sol y paga las consecuencias de una temporada de calor.

En el parque, contra toda precaución, un estudiante se apoyaba en un viejo árbol. Este estudiante recuerda que una vez había venido con su mejor amigo a este mismo lugar hace meses atrás. En aquella ocasión se quejaba de que tenía la camiseta pegada al cuerpo mientras su amigo le pedía el número de su hermano P'No.

Ahora, el estudiante no era otro que Nic, que una vez más se había arriesgado a pasar un rato al aire libre. Aire caliente, pesado y sofocante.

Pero... ¿Por qué prefería sudar como un cerdo?

Muy sencillo.

No quería ir a casa.

No quería que P'No le hiciera más preguntas sobre su estado de ánimo.

No quería que Kla le preguntara por la caja de bento.

Aunque...

Seguramente Kengkla lo descubriría. Todo había ocurrido a la salida de la escuela.

¡Al diablo todo!

Ya no le importaba que hablaran de él. A la gente le gusta hablar de la vida de los demás y tarde o temprano se cansarán de Nic y hablarán de otra persona.

Nic comía en silencio mientras disfrutaba de cada bocado. Sólo deseaba poder dejar de pensar en un estudiante de ingeniería que le había preparado el almuerzo. La comida casera de Tae era sabrosa. ¿De verdad la había cocinado P'Tae? Era mejor que la cocina de su madre.

Era un regalo de despedida. Eso era lo que había dicho el mayor. Bueno, Nic no desperdiciaría nada de lo que había en la lonchera. Sin embargo, con cada bocado de arroz frito o de pescado, Nic sentía un extraño movimiento retorcido en su estómago y en su corazón.

La imagen de P' Tae con lágrimas en los ojos estaba destruyendo lentamente su apetito. Aquellas mejillas sonrojadas se tornaron de un color pálido y su sonrisa se cambió por unas palabras que Nic aún conservaba frescas en su mente.

Lo entiendo nong Technic.

No te molestaré más.

Espero que nong Technic sea feliz.

Ese es mi mayor deseo en este mundo.

Incluso siendo rechazado, Tae le había deseado lo mejor.

¡Jooo!

Su corazón no debía ser ablandado por P' Tae.

Hizo bien en cortar sus ilusiones.

No podía darle más señales confusas.

—No me gustan los hombres... ¿Por qué debería sentirme culpable por hacer llorar a P' Tae? ¡Arggh! ¡Soy la víctima aquí!

Incluso si este zorro tenía algo de razón, eso no quitaba que había hecho sentir mal a una persona que pensaba que tenía una oportunidad con él.

En todo caso, la culpa tenía que ser compartida con el lobo que solo buscaba diversión y un medio para que su cuñado no interrumpiera su noviazgo. Kengkla incentivo a este P' de ingeniería a confesarse.

Miró la comida restante y suspiró.

—¿Cómo sabes que no he comido bien?

Si Nic quería convencerse de que todo estaba bien en su vida, bueno.... Tenía que esforzarse más.

Technic no podía concentrarse en el día a día. Su mente lo traicionaba recordándole tanto en sueños como en pensamientos la imagen de Tae con una mirada triste y resignada.

¿Era un masoquista?

***

Fue así:

Kla recibió un mensaje de P' Tae un día después de su encuentro con Nic.

El estudiante de ingeniería le agradecía su ayuda y le informaba de que no volvería a buscar a Nic. Nunca le explicó los motivos de esa decisión y solo le pidió a Kengkla que cuidara de Nic.

Kla no estaba exento de los últimos chismes de su amigo. Así que el mensaje confirmó todo lo que había escuchado en los pasillos de la escuela.

Kla respondió que lo haría.

P'Tae: Muchas gracias, N'Kengkla.

No quería reírse de la desgracia ajena. ¿Pero de verdad? No podía evitarlo. Estaba disfrutando de toda la situación y Nic le estaba brindando un espectáculo tan divertido para no aburrirse.

Pero debía ser serio.

Después de todo... Hay dos corazones que dependen de él.

Aquel que se proclamó mensajero del amor citó en sus pensamientos:

Creo que tendré que intervenir un poco más.

***

Pero también fue así:

Cuando Nic recibió un mensaje de Kengkla pidiéndole que cenara en el restaurante favorito de Nic, éste sospechó de sus buenas intenciones. Era demasiado bueno para ser cierto.

¿Qué tipo de favor le pediría el lobo?

Sin embargo, KengKla desechó todas sus dudas

Amigo de mierda: Es lo que hacen todos los amigos.

Pero KengKla no era cualquier amigo.

Nic no presionó más y Kla escribió que buscaría a Techno.

Amigo de mierda: Nos veremos allí.

Aquel que pensó que el idiota de su amigo ocultaba algo, descartó inmediatamente todos las señales de alerta cuando supo que iba a comer gratis en un restaurante con estrellas Michelin.

Cuando Nic entró, buscó con la mirada a Kengkla. Bueno, no tuvo que buscar por demasiado tiempo porque desde la entrada se presenciaba como el lobo tenía sus ojos soñadores y hambrientos puestos en su hermano Techno. Nic quiso poner los ojos en blanco. ¿Qué?¿Esperaba algo diferente? Pero no importaba. Hasta él podía hacer sacrificios.

Comida gratis, el dinero es de Kla, gran oportunidad, aprovecha, aprovecha, repitió en su cabeza.

Mientras Nic se acercaba a la mesa, su corazón se detuvo por un momento y su seguridad se tambaleó. No había dos personas sentadas. Nic parpadeó y se frotó los ojos. No, su visión no era mala. Tampoco estaba teniendo una alucinación producto de la culpa que no lo dejaba en paz desde hace días.

No. No. No.

No había dos personas esperándolo.

Había tres personas y una de ellas era... ¡P'Tae!

¿Cómo no se había dado cuenta de esa presencia con hoyuelos y sonrisa de gato? Nic dio un paso atrás, pero KengKla fue más rápido que él y lo vio.

Atrapado.