Interludio- como adoptar un gatito callejero

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Amigo de mierda:

Aquí estamos. No te preocupes por mi linda esposa.

Technic:

¿Esa es una forma de decir que no arruine tu luna de miel con mi hermano?

Amigo de mierda:

Eres inteligente. No nos llames a menos que te estés muriendo. Mejor... no nos llames, arruinarás el humor de P'No.

Technic:

 ¡Cállate! ¿Olvidaste cómo conseguiste a P'No? Me lo debes amigo. Me debes mucho.

Amigo de mierda: 

No te debo nada. ¿O te olvidas de nuestro trato y de todas las modificaciones que hiciste en los últimos meses? Tienes lo que querías. Tengo lo que quería. Es un trato hecho.

Nic dijo muchas palabras infelices a su mejor amigo. Menos mal que su madre no estaba aquí para oírle maldecir en voz alta a Kengkla.

Intentó calmarse y pensar fríamente. No podía estar en el lado malo del lobo astuto. Si daba un paso en falso, Kla le quitaría todos los beneficios que había obtenido hasta el momento.

Hizo una mueca antes de contestar.

Technic:

No te preocupes. Entiendo que quieras acaparar toda la atención de P'No. No los molestaré.

Amigo de mierda: 

Ahora sí nos llevamos bien. No nos eches de menos~~

A Technic le dieron ganas de vomitar con el último mensaje de Kla.

Envió un emoji del dedo medio y tiró el celular al sofá.

Maldito sea su Ai' amigo. Ya le había puesto de un humor horrible.

El guapo zorro mantenía el ceño fruncido.

Bah, se sentía solo, no debería estar así por un idiota que se comía a su hermano. En el momento en que su hermano mayor aceptó estar con esa persona que pretendía ser un ángel caído del cielo, dejó de ser su responsabilidad.

Bueno, este molesto zorro también había jugado un papel para tal engaño emocional. ¿Pero a quién le importaba?

Bueno, algunas reclamarían su falta de empatía con su propio hermano.

Nic era como esos personajes que construían su felicidad sobre el dolor ajeno. Un personaje basura que era odiado desde el comienzo por los espectadores.

Pero realmente... ¿A quién le importaba? Technic tenía una vida que vivir ahora mismo. Volvió agarrar su celular y envió unos cuantos mensajes. Kla no sería el único en nutrirse el alma.

Con una sonrisa, Nic se dispuso a ponerse más presentable.

***

El infortunio le acompañó este día. Ninguna de las chicas a las que había enviado mensajes le contestó. Estaba aburrido y no sabía qué hacer. Ya había jugado bastante a los videojuegos y aún no había anochecido.

El tiempo pasaba lentamente.

Se recostó en el sofá y observó hipnotizado el movimiento del ventilador.

Su estómago rugió y Nic resopló.

Se levantó y fue a la cocina. Buscó en los estantes y en la nevera y no había comida decente por ningún lado.

¿Algo más?, pensó.

Tomó la billetera, las llaves y salió de la casa en busca de comida hecha. El 7-Eleven era su mejor opción, o tal vez debería ir a uno de los puestos de la calle. Mientras caminaba pensativo, sintió que se le erizaba la piel y un nuevo escalofrío recorrió su cuerpo.

El Lobo y la OvejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora