El Lobo y la Oveja

33- Un altar

La persona acostada en la cama observó el techo por un largo rato y suspiró.

La mañana comenzó con Nic recordando todo.

Su erección matutina no ayudaba cada vez que recordaba cómo se habían sentido el interior de P'Tae...

El cuerpo del mayor era lascivo y Nic lo había probado. Miró las sábanas y allí había una clara evidencia de que todo lo que había pasado era real.

Debía cambiar las sábanas por unas limpias. Tenía que ducharse.

Tenía que saber dónde estaba P'Tae.

Cuando se despertó, Tae no estaba a su lado.

¿Se había ido? ¿Había dejado a Nic a su suerte? ¿Sin despedirse?

El pensamiento lo hizo sentir incómodo. Un poco molesto, pero definitivamente incómodo.

Technic hizo una mueca.

¿Y por qué le importaba eso? Nic sólo quería demostrarle a ese estudiante de ingeniería quien era el verdadero receptor.

Nic se deslizó de la cama y se dirigió hacia el cuarto del baño, llevando sólo una toalla sobre sus hombros. Esperaba que una ducha calmara sus pensamientos. Sin embargo, bajó la ducha, Nic comenzó a enjabonarse y gimió cuando rozó su miembro. Con anticipación, cosquilleando bajo su piel, envolvió su longitud con la mano resbaladiza y comenzó acariciarlo lentamente.

Ah...¡Sí!

Con sus ojos cerrados, fue invadido por visiones de un rostro adorable. Su dedo pulgar le prestó atención a su sensible punta y Nic aumento el ritmo.

Maldición...

Anoche se había sentido demasiado bien. Más que eso... Las sensaciones aún perduraban en él. Cómo olvidar los pequeños ruidos que salían de esa apetitosa boca, su piel suave al tacto... Esa apretada cavidad que le daba una cálida bienvenida.

Nic gruñó.

Su mano se movía errática sobre su dura base mientras la otra viajaba a sus pesadas bolas para ofrecerle la misma atención. Cuando la presión fue demasiado para Nic, inclinó la cabeza hacia atrás y se corrió con fuerza mientras el ruido de la ducha amortiguaba su último gemido junto con el nombre de P'Tae.

Bombeó un poco más, dejando atrás toda huella de su excitación. Recuperó el aliento y terminó de lavarse.

Vaya...

Vaya.

Estoy jodido.

Nic salió del baño sintiéndose saciado y mortificado. Con prisa se cambió y fue averiguar si Tae seguía en la casa o se había ido.

¿Nic lo había asustado?

Nic se estaba ahogando con tantas preguntas. Estaba pensando demasiado. Si quería resolver todas sus dudas, tenía que salir de su habitación. Y eso fue lo que hizo. Bajando las escaleras se detuvo por unos segundos para escuchar el más mínimo ruido y sus ojos se abrieron un poco más cuando sintió una respuesta proveniente de la cocina. No podía ser su hermano. Porque se suponía que su hermano aún estaría con Kla. Así que...

Acabó bajando los últimos escalones con un poco más de entusiasmo que de costumbre.

¿Qué me ocurre?

Technic camino unos pasos más hasta que se paró en el marco de la puerta y vio a Tae.

Una vez más, sintió un revoloteo en el estómago. El ingeniero estaba preparando algún tipo de comida porque sus manos se movían ágilmente mientras picaba unas verduras.