24.3- Un viejo conocido intenta regresar

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En una casa de los suburbios, la Mae de Techno y Technic, estaba ocupada preparando la cena para sus hijos y amigos.

Estaba contenta de ver a sus hijos.

En el mediodía, recibió algunos mensajes de su hijo menor. Abrió el primer mensaje y Nic le avisaba de su llegada, otro mensaje era sobre su cansancio, otro sobre alguna queja repentina y por último Nic le había escrito:


Ai' Kla se quedará en casa. Se alegra de verte como yo.


La mujer asintió con el primer mensaje, sacudió la cabeza al leer el segundo, se rió de las quejas de su guapo hijo y sonrió con el último mensaje.

Quería mucho a Nong KengKla. Se alegraba de que Technic hubiera encontrado un amigo como Kla en su corta vida. La última vez que lo había visto, el chico estaba abrumado. Sintió que su corazón se estrujaba ante esa mirada triste. Ella sabía por Technic que Kla no había puesto un pie en la casa por varios días. También supo que su hijo mayor se escuchaba más distraído que de costumbre. Cuando Techno le habló del viaje que iba a hacer, se sorprendió de que Technic también lo acompañara. Sus hijos no estaban tan unidos como ella deseaba pero al escuchar esta noticia, sus esperanzas de que los hermanos se acercaran más le trajo felicidad y alivio.

Antes de que sus niños partieran, Nic la llamó. El equipo iba a instalarse en la casa de la playa de los padres de Nong Kengkla. Su hijo mimado también le dijo:

Mae... Ai'Kla es un buen amigo. Vendrá con nosotros pero... No creo que sea una buena idea.

Las palabras de Technic la preocuparon.

¿Por qué?

Mae, Mae... Ai' Kla sigue sin hablar con P' Techno. Mi buen amigo tiene el corazón herido.

Pero... ¿No hizo Jao No las paces con su nong?

No. Pero...

¿Pero...?

Mae... ¿prometes guardar el secreto?

La curiosidad se apoderó de ella. Aceptó con un simple sí.

P' Techno pregunta mucho por Ai' Kla. Mi P' sufre la distancia.

Oh, fue el único sonido que salió sus labios.

¿Cómo olvidar esta conversación entre madre e hijo? Estaba claro que su hijo estaba en medio de una situación extraña.

Las palabras de Technic fueron muy directas:

La persona A tenía su corazón herido por la persona B.

La persona B sufre por la distancia de la persona A.

Su hijo no dijo nada más y se despidió.

Este hijo menor dejó caer una bomba.

La mujer quedó pensativa.

Lo más probable era que Nong Kla tuviera profundos sentimientos por su hijo mayor. ¿Su hijo... Su Jao No también estaba en la misma situación?

Oh.

¿Podría ser?

Esta mae pensó un poco más:

Aunque los sentimientos fueran recíprocos entre las dos partes, nong Kengkla era joven. La diferencia de edad no era mucha, pero aun así... era un tema delicado. Su Jao No era muy respetuoso, nunca se aprovecharía de nong Kengkla. Por otro lado, nong Kengkla mantendría su amor oculto. Era un niño un poco tímido.

Si aceptaba esta relación, qué pasaría con ellos, eran dos hombres. La mayor parte de la sociedad seguía manteniendo la mente cerrada. Su futuro tendría muchas complicaciones.

—Tía, ¿quieres que te ayude?

La mujer la miró.

Esta chica...

Aquella vez Nong Kengkla le dijo que Nong Bun le había culpado de una acción que no había cometido. La mujer creyó a Nong Kengkla. ¿Cómo no iba a hacerlo? Pero como una mujer adulta que había recorrido muchos caminos, también creyó que todo podía olvidarse fácilmente. La juventud otorgaba ese derecho.

Suspiró internamente.

Había muchos peces en el mar y durante muchos años su hijo mayor nunca le presentó una novia. Cuando Nong Bun llegó ese día con Techno a la reunión, esta mae se sorprendió. Pero cuando le preguntó por sus sentimientos, Techno le dijo que nong Bun no era su novia. Su Jao No se veía un poco aturdido y le dijo:

—Sólo es una amiga.

Nong Bun se comportaba como una nuera diligente. Eso trajo un nuevo malestar a esta mae. De repente trató de recordar las palabras de su hijo Technic en aquel momento.

Ella estaba coqueteando con Ai' Kla....

Culpo a Ai' Kla...

Para que P' se molestara con él.

—¿Tía? ¿Estás bien?

La mujer asintió ligeramente. Su sonrisa tambaleo y al final se convirtió en una leve mueca.

—Estoy bien. Ya he terminado. Sólo tengo que esperar a los chicos.

Le dio la espalda a Nong Bun y siguió con su trabajo.

Esta mae se sintió ahora mortificada.

¿Qué estaba pasando en el corazón de su hijo?

El Lobo y la OvejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora