38.2-¡Alejate de él, italiano cachondo!

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El corazón de Tae latía con fuerza. Estaba de pie junto a la fuente de agua esperando a Nong Nic. Las palmas de las manos empezaron a sudarle de los nervios y más de una vez miró a su alrededor en busca de alguna señal de su junior. Una pareja pasó junto a él y Tae observó cómo la chica presumía de las pulseras a juego que compartía con su novio. Tae contempló la imagen unos segundos más mientras pensaba en cómo le quedaría un anillo de pareja a Nic. La idea lo entusiasmó y se dejó llevar un poco. Sin embargo, su idílica ilusión se desvaneció en el instante en que recordó que no tenían la etiqueta de novios porque no era capaz de preguntarle a Nic si quería serlo. Tae frunció el ceño ante este nuevo pensamiento. Comprendió lo que Ram le decía. Había tenido relaciones con Nong Nic. Habían hecho el amor como pareja, pero Tae nunca le había pedido a Nic que fuera su novio.

Nic fue muy paciente con este phi idiota. Sus recuerdos eran agridulces. Por un lado, atesoraba mucho su noche con Nic, pero por otro, sentía que no hacía lo suficiente. Era Nic quien seguía enseñándole. Era Nic quien lo abrazaba después de cada momento íntimo. Era Nic quien lo trataba con amabilidad, invitándolo a su casa, defendiéndolo de sus amigos.

¿Qué decía aquello de él?

Bueno, él esperaba que hoy las cosas fueran diferentes. Tae había decidido tomar las riendas de toda esta situación y nadie le haría cambiar de opinión. Hoy asumiría la responsabilidad de su nong.

Unos minutos más tarde, desde su posición ventajosa, pudo ver cómo las puertas automáticas se abrían y dejaban ver la llegada de Nong Nic.

¡Vaya!

Se le secó la boca.

Tae se quedó deslumbrado cuando Technic fijó sus ojos en él y empezó a acercarse. Oyó suspiros y pequeños gritos de emoción detrás de él. Mirando por el rabillo del ojo, vio a un grupo de gente inmóvil mirando en dirección a su nong.
No sólo había chicas sosteniendo sus teléfonos para sacarle fotos a esta persona que parecía haber salido de una serie de chicos guapos, sino que también había una población masculina que parecía estar disfrutando igualmente del momento. Tener un séquito admirando a Technic no le sentó nada bien.

Porque sus inseguridades crecieron.

Tae todavía no podía creer que su nong se hubiera fijado en él. Al principio, sus encuentros fueron confusos y hasta llegó a resignarse a conseguir el amor de Nic. Pero las cosas cambiaron a su favor y aquí estaba, en su primera cita oficial.

Technic entró con paso seguro en el centro comercial, vistiendo sus mejores ropas.

Nic llamó la atención de Tae y éste se mostró incómodo. Su puchero era evidente y sus bonitas cejas estaban ligeramente fruncidas.

¿No se supone que tienes que estar feliz de verme?

—¿P'Tae? ¿Sucede algo?

—N-nada. 

Pero esa breve respuesta no convenció a Technic quien siguió mirándolo interrogante.

— P'... 

—S-sólo...

—¿Sí?

Tae miró de reojo y Nic se dio cuenta del problema.

Ah. El zorro tiene su encanto y atractivo, no se le puede culpar por ser adulado. Sin embargo, él sólo quería ser el centro de atención de una persona.

Oh, demonios P' Tae. Estoy frente a ti.  ¿Qué importa los demás?

Nic volvió a buscar su mirada porque Tae aún no le había contestado.

El Lobo y la OvejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora