30.5-Lee mis labios

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Nic trató de entrar en razón. Su vida no podía seguir así.

Cuando llegó a la casa después de dejar a P' Tae a su suerte, su respiración era agitada y la cabeza empezaba a dolerle.

Oyó murmullos y risas en la cocina.

Kla... P' puede comer solo.

Lo sé... Pero P'No ha trabajado demasiado en el entrenamiento de hoy. Necesita reponer fuerzas na Khrab.

Errm... Está bien. Pero tú también necesitas comer.

Khrab. Ahora, di 'ah' P'No~~

El reciente fugitivo hizo una mueca al oír cómo hablaban el uno del otro. Calmó su respiración antes de dejar que está pareja acaramelada disfrutara de su momento juntos y subió cansado las escaleras. Estaba fatigado. Una vez que entró en su habitación se desplomó en la cama.

Maldito P'Tae.

¿Se había convertido en su sombra?

¿No era también culpa de Nic por aumentar el interés del mayor con sus acciones impulsivas?

Porque fue Tae quien le agarró la mano pero fue Nic quien entrelazó sus dedos.

¡Arrrghhh!

Una hora más tarde, Techno llamó a su puerta para comunicarle que iba a pasar la noche en casa de Kla. Nic le abrió la puerta y le dijo con una sonrisa que lo vería mañana. Techno observó su semblante durante un rato y le preguntó por qué no había cenado con ellos. Technic le dijo que ya había comido y que tenía que terminar las tareas atrasadas.

Techno se lo creyó.

El lobo que escuchaba de cerca dudó de las palabras de su amigo. Pero no dijo nada. Se limitó a despedirse de Nic, prometiendo cuidar de su hermano mayor.

Nic murmuró: Lo que sea.

Ya podía tener una idea de cómo Kengkla cuidaría de P'No.

Esperó estar solo. Luego, buscó el número del delivery y mientras esperaba el pedido rezó para que su mae volviera a casa.

O se moriría de hambre.

O moriría de estrés acumulado.

Habían pasado tres días desde lo sucedido en el 7-Eleven y Nic volvió a encontrarse cara a cara con su principal y constante problema, después de esquivarlo por dos días.

-Buenos días, Nong Nic.

Miró a Tae y decidió demostrar de una vez por todas lo cabreado que estaba con este universitario. Su mirada se volvió seria cuando Tae se acercó unos pasos a él.

Hubo un prolongado silencio hasta que P' Tae le sonrió tímidamente y bajó los ojos ante la atenta mirada de su lindo nong. Cómo no iba a sentir que sus mejillas se enrojecían cuando N'Nic poseía un rostro hermoso y tenía toda su atención.

-P'Tae.

Como la llamada de un dueño a su mascota, Tae levantó la vista con entusiasmo pero se encontró con una pared. Eso le desconcertó y su sonrisa se desvaneció en un instante.

Nic volvió a hablar:

-P'Tae... Debes detenerte.

Tae sintió un dolor en el pecho. Como un pequeño pinchazo que dejaba una gran herida en su corazón.

-Y-yo... Nong...

-No quiero verte. No quiero encontrarte siempre aquí. Es incómodo P'. Pareces una buena persona pero no estoy interesado en-

Nic detuvo su discurso al ver que el estudiante de ingeniería empezaba a temblar. Sus ojos estaban llorosos.

Bueno, mierda.

¿Por qué parece que vas a llorar?

Nic no era insensible. Pero sus palabras fueron más crueles de lo que esperaba porque la postura corporal de Tae había cambiado. Se había encogido, sus hombros decayeron mientras sostenía con más fuerza una misteriosa caja entre sus brazos.

-Y-yo... - comenzó una vez más, pero su voz era suave, casi imperceptible para el oído humano:- Entiendo a Nong Technic.

Parecía que no era así y la actitud decidida de Nic flaqueó un poco.

¿Por qué se sentía mal? ¿Por qué parecía que los papeles habían cambiado y él era el villano de la historia?

-Lo siento P'. No... - no lo hagas más difícil... No me mires asi, por favor -, Sólo quiero... Quiero que me dejes en paz.

El último golpe. El último golpe al corazón de Tae.

Las lágrimas que se estaban conteniendo fueron expulsadas hacia el exterior como un río que se desborda ante un tiempo bravo. El corazón de Nic dio un pequeño salto y apretó los labios para dejar de hablar.

Estaba siendo testigo del rostro de la angustia.

Él era el culpable de esa angustia.

Y sin embargo, era mejor así.

Por alguna razón que aún no podía descifrar, esta persona lo estaba haciendo débil.

Tae trató de respirar hondo. Extendió las manos y le presentó la caja a Nic.

-Quédate con ella.

Nic, confundido, trató de rechazarla, pero Tae negó con la cabeza.

-Lo hice para ti. Sé que no comes bien.

¿Qué?

Espera...

-¿Cómo... cómo lo sabes?

Pero la pregunta no tuvo respuesta. Tae se movió un poco incómodo pero continuó hablando.

-Sólo recibe esto como un regalo de despedida. No te molestaré más.

Este estudiante de ingeniería tenía una resolución en su vida. Había dicho que no se rendiría. Que tomaría cada bache en el camino para llegar al corazón de Nong Nic.

¿Pero qué otra cosa puedes hacer cuando la persona a la que confiesas tu amor te pide que la dejes en paz?

¿Se había convertido Tae en un obstáculo para su gran amor?

Por las palabras de Nong Nic... Era un hecho.

Así que lo último que podía hacer este estudiante de ingeniería era no echarse atrás ante esta petición. Las lágrimas habían dejado un rastro en sus suaves mejillas. Sus ojos brillaban de pena. Y sus labios se movieron temblorosos hacia una despedida.

-Es tuyo. Acéptalo. Este P' promete no molestarte más. Este P' se irá ahora -le entregó la caja-. E-espero q-que Nong Technic sea feliz... E-ese e-es m-mi mayor deseo en este mundo.

Nic parpadeó ante la formalidad de sus palabras y vio cómo P' Tae le ofrecía un saludo de disculpa antes de alejarse para subir a su moto y marcharse.

Inconsciente, Nic siguió su marcha hasta que Tae fue un punto borroso en el horizonte.

Miró la caja y aspiró aliento cuando supo lo que era. Una caja bento. P' Tae le preparó una caja de almuerzo.

Quédatela...

Lo hice para ti.

El Lobo y la OvejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora