35- Tu toque significa tanto

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La valentía lo trajo de nuevo en acción.

Tae se encontraba en la salida de la escuela de Nic, esperando a su tierno nong con una caja de comida hecha por él.

No había tenido noticias de Nic desde la última vez que se vieron. Había pasado una semana y los recuerdos de su noche con Nic aún seguían frescos en su cabeza. Por un lado se sentía feliz por su unión pero por otro lado, sentía que tenía una gran responsabilidad que cumplir.

Tae estuvo recuperándose de su trasero y estudiando cómo hacérselo a nong Nic. O eso intentó. Buscó en internet y más de una vez se sorprendió de lo que había encontrado. Cuando navegó por una página que mostraba diferentes posiciones durante el sexo, aquel que había sido firme con sus palabras terminó con las mejillas muy sonrojadas. La piel se le erizó cuando encontró la posición en la que Nic lo había mantenido mientras estaban juntos. Los recuerdos de aquella noche hicieron que su cuerpo volviera a sentir cosquilleo.

Tae no tenía ni idea.

No tenía ni idea de nada cuando se trataba de sexo y placer.

Oh, nong Nic se había esforzado tanto que Tae volvió a sentirse muy culpable. Pero no podía decepcionarlo, no con todo lo que le había mostrado.

Respirando hondo, Tae volvió a mirar.

A Nic le gustaba esta postura. Así que tendría que estudiarla con mucho cuidado.

Con el correr de los días el dolor en la parte baja de la espalda disminuyó y ya no caminaba como un pato, pero de vez en cuando una que otra mueca se presentaba en sus labios.

Cuando los amigos de Tae le preguntaron por unos misteriosos tuits que había escrito, Tae les dijo que Nic era todo lo que había imaginado en la cama. Ram, Waen y Game lo miraron estupefactos y luego lo atacaron con preguntas:

¿Tú amor platónico?

Espera, espera... ¿Estamos hablando del mismo chico?

¿Nos estás diciendo que se estuvieron viendo todo este tiempo?

Tae asintió a cada pregunta.

¡¿QUÉ?!

¡¿QUÉ?!

¡¿QUÉ?!

¿Y no nos cuentas? Me siento herido.

Nuestro amigo nos oculta cosas.

Te aprovechas de ese pobre estudiante.

A Tae le divertían las ocurrencias que salían de esas bocas y por una vez, podía presumir.

Bueno, bueno... Así que... ¿dijiste que Nong Nic es todo lo que imaginabas en la cama?

Oh, siento que este amigo nos ha superado.

¿Te acostaste con ese junior?

Tae los miró con mucha confianza y exclamó:

Sí. Hicimos el amor con nong Nic.

Aquellas palabras pidieron silbidos de apreciación.

¡Qué día de revelaciones!

¿Este es mi amigo? ¿Mi bomboncito, nuestro algodón de azúcar, la luz de nuestros ojos? Tengo una nueva visión sobre ti.

Oh, espera... Seamos serios. Nuestro amigo aquí ha tomado su primera vez.

¿Le has enseñado bien a tu nong?

El Lobo y la OvejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora