¿QUIÉN ES ELLA?

Capítulo 2

El punto en donde había caído su satélite y el objeto desconocido estaban bastante retirados, el quinjet tardó un rato en llegar. Lo primero que pudo divisar fueron las líneas de humo del descenso y de la zona de impacto.

- ¿Cómo puede estar algo vivo después de ese choque? - Tony seguía los escaneos que Viernes le mostraba - Solo espero que no sea un alíen o una masa mutante.

Llegó al sitio, una zona boscosa y deshabitada, quizás algún animal asustado y escombros por todos lados serían lo único que escribiría en el reporte después de todo. Llamas, humo, pedazos de su satélite y lo que parecían ser trozos de una nave.

- Ok, Viernes. ¿Qué tenemos aquí? - Stark aterrizó su nave a una distancia prudente.

- He escaneado todos los escombros, Señor. Y he logrado armar lo que parece ser una nave y su satélite - Viernes mostró a Tony una imagen holográfica ensamblando los pedazos hasta armar lo que acababa de mencionar: una nave muy pequeña, hasta el quinjet era más grande que esa cosa, y el satélite Stark - Aun puedo detectar las señales de vida orgánica, Señor.

Tony miró el punto que Viernes señalaba, la duda comenzó a invadirle. ¿Habría sido buena idea ir solo? Era de noche y lo único que se lograba a divisar eran los escombros en llamas.

- Mi escaneo determina signos vitales muy bajos, Señor - Stark respiró un poco aliviado de escuchar eso - Sin señales de hostilidad. Ningún material nocivo presente en el ambiente. Es seguro salir.

- Bien, Viernes - Stark se levantó de su asiento y preparó su armadura - Veamos que hay allí afuera.

Salió del quinjet y exploró por su cuenta la zona. Recogió algunas cosas e información necesaria e importante de su satélite, hasta llegar a lo que parecía ser la cabina de la susodicha nave. Se acercó con cautela, Viernes le indicaba que en ese punto se encontraba quien había tripulado la nave. Stark se sentía en un momento de mucho suspenso, contuvo la respiración y procedió a acercarse.

- ¿Señor?

- ¡Diablos, Viernes! - Stark se sobresaltó - Casi me matas de un susto, ¿Qué sucede ahora?

- La señorita Potts está llamando - Tony recordó un compromiso que tenía con ella en la fiesta.

- Pásamela, Viernes - Tony se relajó un rato pero siguió su búsqueda - Hola, corazón.

- ¿Tony? - Pepper se escuchaba molesta - ¿Dónde estás?

- Ando dando una vuelta, un improvisto - Tony se acercó a la nave y retiró un pedazo de los escombros, y se encontró con lo que andaba buscando - ¡Madre Santa!

Se apartó asustado, sus ojos no podían creer lo que estaba viendo. Era una chica.

- ¿Qué? - Pepper seguía en la línea - ¡Tony! ¿Qué estas haciendo?

- Tengo que colgar... - Stark no salía del asombro.

- No te atrevas...

- Te veo en la Torre, adiós...

- ¡Tony!...

Stark cortó la llamada. Se quedó un rato viendo a la chica atada al asiento de piloto. Estaba entera, sucia e inconsciente, pero entera. Stark se le acercó con mucha cautela. Vaya que eran buenos esos cinturones.

- ¿Viernes? - dijo revisando por el mismo el cuerpo de la chica, no se veía ni un solo hueso roto. Por la gravedad del asunto, mínimo tendría que estar...

- Sigue con vida, Señor - Viernes hizo un rápido escáner a la chica. - Sus signos vitales están muy bajos, pero ella parece estar ilesa. No hay fracturas ni hemorragias.

- Viernes quiero que llames a la doctora Cho, está en la fiesta, - Stark soltó el cinturón que aprisionaba a la chica y luego la cargó en brazos - Dile que la veo en quince minutos en la Torre. Envía un quinjet por ella.

- De inmediato, Señor.

Stark acomodó a la chica en su nave, salió por algunas las demás cosas que le interesaban y cuando regresó al quinjet, para su sorpresa, la chica lo atacó por la espalda. Pero no tenía muchas fuerzas y él seguía con el traje, así que no fue problema para Stark quitársela de encima y la arrojó de espaldas al suelo de la nave.

- ¡Wow! ¡Espera! - pero la chica volvió a arremeter contra él, y con un fuerte golpe de su puño la noqueo - ¿Viernes?

- Sigue viva, Señor.

- ¿Pero qué diablos...? - Stark volvió a acomodarla en un asiento pero esta vez la sujetó por si volvía a despertar.

Volvió a la Torre Stark lo más rápido que pudo, donde se encontró con la doctora Helen Cho, quien lo esperaba un poco disgustada.

- Espero haya una buena razón para sacarme de la fiesta, Stark.

- Créeme que hay una muy buena razón, - Stark bajó del quinjet con la chica en brazos.

- ¿Quién es ella? - preguntó Cho muy sorprendida - ¿Y por qué la traes atada?

- Primero, no lo sé... acaba de llegar. Y segundo, no es tan inofensiva como parece.

Stark llevó a la chica hasta la enfermería, en donde con ayuda de Cho le hicieron algunos estudios. Sus signos vitales seguían muy bajos, pero estables, y efectivamente, no tenía ningún rasguño. Ni siguiera una contusión por el golpe que la acababa de dar Stark.

- Si no me lo estuvieras diciendo tú, - Cho estaba asombrada - nunca lo creería, Tony.

- Pues créeme que si yo no la hubiera encontrado tampoco lo creería.

Stark ofreció a Cho un café y siguieron en la indagación de la misteriosa chica. En eso, el teléfono de Stark comenzó a sonar, pero este ignoró la llamada, era Rhodes. Después de pasar un par de horas con Cho, sacaron un mapeo genético de la chica. Era algo que nunca antes habían visto.

En ese momento, llegó Pepper, se veía muy molesta. Entró al laboratorio en donde estaban Tony y Cho y les miró muy seria.

- Tony... ¿Dónde has estado?

- Hola, Potts. También estoy feliz de verte... - dijo muy irónico Stark, pero se topó con la mirada molesta de Pepper - Como verás... hoy hice un gran descubrimiento, y la doctora Cho me está ayudando.

- ¿Qué descubrimiento? - preguntó Potts, y Tony le dio una tableta y luego le miró confundida.

- Debería ver esto, señorita Potts - Cho estaba muy entusiasmada - Es increíble.

Pepper miró sorprendida a la chica que estaba en la camilla de la enfermería y luego los estudios que tenía en la tableta. A simple vista, no tenía nada de sorprendente.