¿QUIÉN ES ELLA?

Capítulo 26

Tu estadía en el Complejo se había vuelto de lo más normal, podías moverte por todas partes con libertad. Incluso salías con Wanda o con Peter a dar una vuelta por la ciudad. Stark te había dado un teléfono, el cual te pidió que siempre tuvieras cerca, para saber donde estabas; y en el que podías encontrar tus contactos de emergencia por cualquier situación: Tony Stark y Nick Fury.

Peter te había enseñado como utilizarlo, no era una cosa del otro mundo. Hasta texteabas con Wanda, Peter y el mismo Fury. Todo iba viento en popa para ti, habías simpatizado con muchos en el Complejo, a excepción del Capitán América.

- ¿Y en verdad el Cap te cae mal? - habías salido esa tarde con Peter, caminaban por las calles de Nueva York comiendo helado.

- Es todo un pesado, Peter - habías hecho una cara de desagrado, ese tipo era una piedra en el zapato.

- ¿Estas segura que me estás hablando del Capitán Rogers? - Peter reía confundido.

- Si... Peter - hiciste una cara de obviedad - ¿Acaso hay otro Steve Rogers?

- Si... T/N... - Peter se reía de tus gestos - Pero... ¿Por qué?

- ¿Te conté que estuvo hablando mal de mi a Sam Wilson? - te enfadaste con recordar - "Is in dilir di quibizi" - hacías mofa de Rogers, y Peter reía a gusto - Arrogante y engreída... ¿Puedes creer que me llamó así? ¿Tú dirías que soy arrogante y engreída?

- Definitivamente no... - Peter seguía riéndose, a lo que tú también terminaste riendo.

- Es un tarado - volviste a poner cara molesta.

- Yo siempre lo vi como un tipo genial - Peter se encogió de hombros.

- Es porque tú siempre ves lo bueno en las personas, Parker - le sonreíste dulcemente - aunque no lo tengan - agachaste la cabeza un poco pensativa.

- Oh... uummm... - Peter hizo un puchero y te empujó amistosamente.

- Y por esa linda habilidad es que somos amigos - le empujaste también sonriendo más animosa.

- Oh... T/N... - Peter te lanzó una mirada con lastima fingida - Es muy lindo de tu parte, ¿Qué harías sin mi?

- Si... - fingiste aflicción - ¿Qué sería de mi sin ti, Peter Parker?

Siguieron caminando, riéndose animosamente. En verdad, que sería de ti sin Peter. Era ese amigo que habías necesitado toda tu vida. Recordaste a tus amigos de Asgard: Fandral, Hogun y Volstagg. Habían sido más que todo amigos tuyos por Thor. Pero no habías tenido ningún amigo como Peter Parker, era casi un hermano al que podías contarle lo que fuera y que siempre cuidaría de ti.

De repente, Peter detuvo en seco su caminar y quedó pensativo.

- ¿Peter? - le miraste confundida. En cuestión de segundos, un camión embistió un carrito de "hot-dogs", y no supiste en que momento Parker desapareció - ¡¿Peter?!

Te quedaste congelada por un momento, el camión avanzaba a gran velocidad llevándose de encuentro a otros vehículos. Si hacías algo, seguro... seguro no le agradaría a Stark; y ya no querías problemas. Pero, las personas de la calle estaban en peligro.

Más tardaste en pensarlo cuando salió un ágil Hombre Araña que salvó a varias personas del trayecto del camión. Detuvo con sus telarañas el vehículo descontrolado y llevó por los aires a una chica que iba en su auto y acababa de chocar con el camión. Quedaste perpleja de lo rápido en lo que se había salvado la situación.

- Solo espero que nadie me culpe de esto - pensaste de inmediato en la cara odiosa de Rogers, y bufaste con fastidio.

Miraste hacia varios lados, hasta ver al Hombre Araña descender con la chica a quien acababa de salvar, no era menos que Michelle Jones... MJ de la escuela de Peter. Caminaste apresurada hacia él.

- Genial, Peter... - te acercaste sin reparar en la presencia de la chica - si Stark piensa que tuve que ver con esto.

- ¡Wow...! - el Hombre Araña se apartó un poco de ti - Señorita creo que me está confundiendo con alguien.

- ¿Qué? - te quedaste confundida. Era obvio que era Peter. Era su voz, era él... aunque estuviera en esas mayas rojas ridículas y ajustadas, que dejaban ver su redondo trasero, ¿Por que nunca habías reparado en el trasero de Peter? Espera, ¡¿Que?! Sacudiste la cabeza y miraste sorprendida al Hombre Araña.

- Yo... - vaciló el Hombre Araña - ya debo irme...

- ¡Peter, espera! - pero fue muy tarde, cuando con un ágil salto, el chico se elevó y lanzando una telaraña desapareció por los edificios - Esto debe ser una broma - te rascaste la cabeza con frustración, y mirando a tu alrededor, te fijaste que MJ seguía ahí. Te miraba asombrada.

- Hola... - dijo casi susurrando, no sabías si estaba así por lo del accidente, porque el Hombre Araña la había levantado por el aire o porque... acababas de revelarle que Peter Parker era el Hombre Araña. Le sonreíste incómoda, diste media vuelta y caminaste a prisa.

De pronto no sabías en donde estabas. Maldijiste a Peter por haberte dejado sola. Pensaste llamar a Stark, pero seguro habría un mal entendido con lo del accidente, y no querías que volviera a molestarse contigo. Tomaste tu teléfono y marcaste.

- ¿Sí? - una voz grave te atendió.

- Hola... Nick... 

Fury te había mandado en cuestión de segundos, un auto que te llevaría al Complejo Vengadores de nuevo. Peter te estuvo mandando mensajes disculpándose por haberte dejado sola, estabas resentida, pero no molesta; le dijiste comprender la situación y que no se preocupara por ti, que ya estabas de camino al Complejo.

Esa noche en tu habitación, mirabas el techo con la mirada perdida. No tenías sueño, y te estaba cansando dar vueltas en la cama. Hasta que te dio hambre y decidiste levantarte e ir por algo a la cocina. Hacía un calor terrible, necesitabas algo helado, así que abriste el refrigerador buscando algo.

Rogers también llegó a la cocina, y al verte suspiró incómodo y puso sus brazos en jarras. Sentiste pudor al recordar que solo andabas puesta una camiseta que llegaba hasta la mitad de tu trasero, dejando ver tu ropa interior y que la delgada tela no dejaba a la imaginación tus pequeños senos. De forma discreta te escondiste detrás de la isla de la cocina.

- Buenas noches... - trataste de ocultar tu vergüenza mientras te servías un vaso de leche.

- Buenas noches... T/N - Rogers rodaba su vista por la cocina, evitando el contacto visual contigo.

- ¿Cuál es tu problema? - te molestó la cara de desagrado que tenía - ¿En verdad tienes esa cara todo el día? - reíste con sorna.

- Solo vine por un poco de agua - Rogers te respondió con tono molesto y te miró muy serio.

- Ok... - se te escapó una risa.

- ¿Qué? - Rogers te miró inquisitivo. Con una rápida mirada, reparó en la transparencia de tu camiseta, en tu pecho.

- Nada... - sonreíste con vergüenza, al notar el sonrojo de sus mejillas - ...yo ya me iba - tomaste tu vaso de leche y saliste de la cocina.

Steve no pudo evitar verte de reojo mientras te ibas. No podía creer tu insolencia al vestir de esa manera, traías medio trasero al aire y te ibas pavoneando de ello. Negó reprobatoriamente con la cabeza y fue por el vaso con agua por el que en primer lugar había llegado a la cocina esa noche.