¿QUIÉN ES ELLA?

Capítulo 23

Caminaste tranquila con Stark por los pasillos. Él iba hablándote de los miembros de los Vengadores que estaban en la reunión. Les conocías teóricamente, por las historias de Peter, algunos te los había mostrado en fotos. Sin embargo estabas nerviosa, sobre todo porque Thor iba a estar allí también. Desde su despedida del otro día, no habían vuelto a verse; aún sentías que te dolía un poco.

- Hey... - Stark se detuvo y te tomó del hombro, contrario a todo lo que esperabas, su mirada era apacible y tenía una cálida sonrisa - Todo estará bien. Ellos no muerden.

- Stark, - dijiste con tristeza al notar un raspón en su frente - yo lo siento... No es mi intensión causarte problemas.

- No... - Stark te tomó de los hombros, tenías los ojos húmedos - Nada de esto fue culpa tuya. ¿Ok? Y estoy seguro que al terminar esto, tu estadía será mejor. Yo me disculpo por exaltarme hace rato, sé que te asusté. Tú solo querías ayudar. Pero lo sucedido nos desestabilizó a todos.

Sonreíste tristemente a Stark. La confianza que él te estaba dando te dio ánimos para lo que ibas a afrontar en unos minutos. Continuaron su camino hasta la sala en donde estaban reunidos los Vengadores. Stark abrió amablemente para ti la puerta. Pasaste, y fuiste a parar directamente a la mirada de Thor, que pareció tomar aire al verte. Estaba de pie en una esquina, con los brazos cruzados; mientras los otros estaban sentados al rededor de la larga mesa. Te miraban curiosos, a excepción de Rogers, que con su mirada inquisitiva te recorrió de pie a cabeza. Le lanzaste una mirada desafiante torciendo la boca, "Don Perfecto" hacía que quisieras golpearlo con el simple hecho de existir. Stark te indicó que tomaras asiento a la cabecera de la mesa, mientras él se sentó aparte, cerca de la puerta.

- Ok... - te sentías nerviosa con tantos ojos viéndote, Wanda te sonrió desde donde estaba ella. 

- Así que eres tú, - Natasha sonrió al verte, no sabías si su sonrisa era de amabilidad, alivio o... ¿burla? - No te ves muy intimidante.

- No lo soy, señorita Romanoff - sonreíste también, querías parecer lo más simpática posible. A ella pareció asombrarle que supieras su nombre.

- Para serte sincero, - Rhodes igual pareció aliviado - también te creí diferente. Con todo lo que se había dicho.

- Eres una niña... - Bruce te veía confundido - una chica... - corrigió nervioso - ...eres solo una chica.

- ¿Qué esperaban que fuera? - reíste confundida.

- Ni siquiera pareces peligrosa - Sam te miraba con mucha curiosidad. Te encogiste de hombros  y sonreíste tímidamente.

- Pues lo que pasó hace poco nos hace pensar lo contrario, - Steve Rogers y su cara de pocos amigos - y quisiéramos estar seguros con respecto a ti.

- Steve... - al fin habló Thor desde su esquina, escucharlo te hizo sentir una punzada en el corazón, pero no era momento de sentirte débil.

- ¿Y qué paso, Señor Rogers? -  hiciste todo lo posible por ocultar lo mucho que te caía mal este tipo - Desde donde yo lo vi, el edificio fue atacado, y Stark y la señorita Potts estaban allí - todos te miraron seriamente, Rogers te fulminaba con la mirada - Si al ayudar hice mal, me disculpo entonces.

- Pepper y yo estamos agradecidos, - intervino Stark - aunque no te lo haya pedido, pero gracias a que contuviste el primer ataque, salimos ilesos.

Miraste agradecida a Tony por apoyarte.

- Ok, - Steve le bajó un poco a su intensa mirada, para ahora parecer incómodo - Ya entendimos ese punto. Pero, ¿Qué hay de lo otro?

- ¿Lo otro? - Stark, Thor y tú hablaron a un unísono, los tres tenían cara de confusión.

- ¿Quién eres? - Rogers se vio un poco confundido por la reacción de ustedes tres. La mirada de todos volvió hacia ti.

- Soy... - dudaste, ni siquiera tú lo sabías con seguridad - ...soy alguien que busca un lugar tranquilo, en donde poder comenzar de nuevo. No busco problemas, y no pienso dárselos a ninguno de ustedes.

Diste tu historia de forma muy breve pero puntual, la atención de la sala estaba puesta en ti. Al terminar, todos te miraban, pero de forma diferente. Parecía que hasta el malvado de Rogers había apaciguado su mirada reprobatoria.

- Este es un buen lugar para las segundas oportunidades - Wanda miró a todos con determinación, apoyándote. La mayoría asintió con la cabeza. 

- Bienvenida a bordo entonces, T/N - Natasha te sonrió de una forma diferente a la primera vez. Una vez el asunto aclarado, parecía que todos ya querían irse.

- Solo una última cosa, - les detuviste un momento - no soy una niña - Bruce pereció apenarse, Thor te miró ansioso - No piensen que no sé lo que hago - miraste a Rogers con un poco de altanería - Tengo más años y experiencia que todos ustedes. Uso mis habilidades de forma consciente.

Rogers te miró intrigado. Pero le desviaste la mirada de forma indiferente. Los demás tomaron tus palabras como una forma más de conocerte. Tu apariencia era engañosa entonces. Dada por finalizada esa reunión, Wanda se te acercó a abrazarte.

- Ves, - te dijo casi susurrando - si se puede. De ahora en delante todo será más fácil.

- ¿Tú crees? - le miraste ilusionada, en verdad querías que eso funcionara, aunque tuvieras que aguantar al insufrible de Rogers.

- Claro que sí, - Wanda te sonrió - supongo que ahora tu situación será menos drástica y podrás salir con nosotros.

- ¿Salir con ustedes? - le miraste confundida.

- Pepper me dijo de la salida de chicas - Wanda sonrió ampliamente.

- ¡Oh, vaya!

- Sabes, - Wanda no perdía el entusiasmo - tenía una salida a ver una película con Vision y Pietro. ¿Por qué no vienes con nosotros?

- ¿Ahora? - eso te tomó por sorpresa.

- Déjame hablar con Tony - Wanda se veía muy segura.

- ¿Puede ir Peter? - recordaste que quedaste de verlo después de la reunión.

- Por supuesto.

Wanda se fue a hablar con Tony. Tomaste asiento nuevamente y suspiraste con un poco de alivio. Volviste la mirada hacia la esquina en donde había estado Thor, pero ya no estaba allí. Quizás se había ido ya. Rodando la vista por la sala, te topase con la seria mirada de Steve Rogers. Ambos se miraban de una forma desafiante, sin parpadear, ¿estaban acaso en un duelo de miradas? Pero Rogers desvió la vista cuando Sam Wilson se acercó a él para irse. ¡Ja! Le sonreíste triunfante y altanera, habías ganado. Rogers salió de la sala y... ¿sonrió?... ¡¿Sonrió?! Te dejó con la duda porque ya se había marchado.