Estabas tirada en el duro suelo. Te dolía horrores la cabeza y tenías un zumbido en los oídos. Estabas mojada y con frio. Moviste la cabeza hacia los lados, tratando de terminar de despertar. Ahora te dolía el cuello, una cegadora luz estaba sobre ti y te incomodaba la vista, no podías abrir los ojos. Escuchabas ecos de voces y no lograbas identificar bien quienes hablaban, cuántos hablaban, de qué hablaban. Tosiste un poco, tenías agua en la nariz. Las voces callaron y al rato comenzaron a susurrar.
Trataste de hacer memoria, lo último que recordabas. Estabas en el helicarrier, Rogers y Barnes estaban peleando entre ellos, tú sostenías la nave para que no cayera tan pronto. Y en un segundo todo se vino abajo y una viga... te tocaste la cabeza, justo donde la viga te había golpeado.
El rechinar de una puerta, unos pasos y el silencio de los presentes, te hizo entender que el manda más había llegado: Alexander Pierce. El ex-Secretario de Defensa, era uno de los líderes de HYDRA; también había estado infiltrado en SHIELD. Él era quien estaba controlando al Soldado del Invierno.
Al entrar en la bodega en la que te tenían, miró muy serio a Barnes, que allí estaba presente, a unos pasos de ti. El Soldado le sostuvo la mirada unos segundos, pero luego la desvió mirando hacia ti. Pierce reparó en tu presencia, miró a Rumlow y a sus compañeros, que eran los que estaban susurrando.
- Pónganla en la silla - les ordenó y él tomó otra silla.
Rumlow y otro más te tomaron de los brazos y con tosquedad te sentaron en una silla de metal, te ataron las manos en el respaldar y tus pies a las patas de la silla. Te sentiste adolorida, abriste incómoda los ojos, parpadeando con fuerza para acostumbrarte a la fuerte luz. Pierce acercó una silla enfrente tuyo y se sentó, mirandote con detenimiento.
- Con que ésta es la nueva mascota de los Vengadores - dijo Pierce con un tono burlón - ¿Sí es ella? - miró a Rumlow riéndose.
- Que no lo engañe su apariencia, Señor - Rumlow mostró una tableta a Pierce, en ella había una grabación tuya enfrentándote a los agentes en la base que acababan de asaltar con el Capitán América y Falcon.
- Que interesante - Pierce volvió la mirada hacia ti - ¿Quién eres, preciosa?
- ¡Ja! - te mofaste, al fin pudiste ver bien, tus ojos se acostumbraron a la luz - ¿Qué ya no lo dijiste? Soy la nueva mascota de los Vengadores...
Pierce y los otros se rieron. Te reíste también. Pierce te dio una bofetada y te tomó con agresividad de las mejillas, volteando tu cara de un lado al otro.
- Eres simpática... - Pierce apretó tus mejillas - Tal vez seas una nueva soldado para mi colección - Pierce miró a Barnes y sonrió con burla.
Soltó tu cara con un brusco movimiento. Tú le miraste con furia, no sabía con quién se estaba metiendo. Pasaste rápidamente la vista por todos los presentes, buscaste las salidas, las armas de los presentes y por último, ubicaste a Barnes, que estaba detrás de ti.
- Al Soldado... - Pierce se puso de pie y se acomodó el traje - Bórrenle la memoria... - te miró a ti y sonrió - Y a ella igual.
Alexander salió de la bodega junto con otros. Rumlow te arrastró con la silla al lado del Soldado, y junto con otros se pusieron a preparar la máquina que les borraría los recuerdos. Barnes se sentó en una silla a tu lado, estaba con la mirada perdida, muy confundido.
- Bucky... - susurraste, procurando no llamar la atención de sus captores - Bucky...
El Soldado salió de su vaga cavilación y te miró confundido. Tú le sonreíste y levantaste las cejas.
- ¿Por qué me llamas así? - dijo después de un largo rato de verte de forma perdida.
- Es tu nombre... - le sonreíste - ¿No?
- No lo sé... - el Soldado miró hacia el frente muy serio.
- Podemos salir de aquí y averiguarlo... - le volviste a sonreír cuando él te miró, indeciso - Esta no es tu vida, Barnes... - miraste que Rumlow ya casi tenía lista la máquina - Allá afuera hay una persona a la que le importas... mucho...
- ¿El tipo de mi misión? - dudo Barnes, miraba confundido hacia alrededor.
- Si... - le sonreíste otra vez, captando su atención - Ese tipo... - Barnes te miraba con dudas - Las cosas no tienen que ser así, Bucky... - el Soldado pareció pensarlo - ¿Qué dices?
Rumlow y los otros estaban listos y se les acercaron. Empuñaste las manos, Barnes tenía que decidirse pronto.
- ¿Y cómo piensas salir de aquí? - Barnes miró que Rumlow ya estaba listo para ponerlos en la máquina.
- Cielos, Bucky... - reíste con alivio, se había animado - ¿Y es que piensas que esta silla me detiene?
El Soldado te miró confundido, pero luego sonrió. Esa sonrisa contenía esperanza.
- Contaré hasta tres... - sin que nadie lo notara, ya habías conseguido soltar tus manos y tus pies - Y quédate conmigo - Barnes asintió - Uno... - Rumlow estaba cerca - dos... - Rumlow tomó a Barnes del hombro - tres...
Lanzaste tu silla sobre Rumlow y uniste espaldas con Barnes. Los agentes y Rumlow sacaron sus armas y comenzaron a dispararles, pero tú inmediatamente pusiste un campo de fuerza para cubrirse. Barnes miraba sorprendido.
- ¿Quieres divertirte o hacerlo de la forma rápida? - tenías las manos extendidas conteniendo el escudo.
- Quiero divertirme - sonrió Barnes, tú reíste.
En unos minutos, las municiones de las armas de los agentes se acabaron. Pusiste el puño a Barnes y él instintivamente lo chocó contigo. Comenzaron a pelear con los agentes, Barnes escogió a Rumlow. Steve Rogers no estaba allí, así que tú también te ibas a divertir, eran tipos malos después de todo. Mientras Barnes peleaba desahogadamente, tú habías recordado unas películas de artes marciales que habías visto con Peter Parker y estabas imitando los movimientos. Rumlow se había escapado de Barnes y tomó un lanza granadas.
- ¡T/N! - Barnes gritó tu nombre. Te hizo fijarte en Rumlow y luego te señaló unos tanques de gas.
Justo en el momento que Rumlow disparó, abrazaste a Barnes, envolviéndose ambos en un escudo de energía. El lugar explotó en grandes llamaradas. Por la fuerza de la explosión, tu escudo salió disparado, rompió una pared y saliste volando con Barnes de la bodega. Cayeron afuera y miraron perplejos el lugar en llamas. Te pusiste de pie y con un movimiento de tus manos, consumiste el fuego, apaciguando las feroces llamaradas.
- ¿Qué rayos eres? - Barnes se puso de pie y te miró sorprendido, se estaba riendo.
- Al rato te lo digo... - reíste también - Pero ahora hay que correr - ambos miraron que convoyes se acercaban.
Tomaste de la mano a Barnes y salieron volando a toda prisa del lugar. Él sonreía, por sentirse al fin libre; estaba disfrutando del paseo aéreo que le estabas dando. Reíste con él, te transmitía su felicidad. Esa era la felicidad que habías querido sentir el día que también escapaste, pero ahora la sentías junto con Bucky, y la estabas disfrutando. Solo eran ustedes dos, el cielo naranja pintado por el ocaso y el viento revolviendo sus cabellos. Así se sentía la libertad.
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¿QUIÉN ES ELLA?
FanfictionUna historia con Tu Nombre (T/N). Haz llegado de forma accidental a la Tierra después de haber escapado del Acusador, que te utilizaba como su mercenaria. Te encuentras con un grupo de protectores que se hacen llamar Los Vengadores, los cuales decid...