¿QUIÉN ES ELLA?

Capítulo 46

La fiesta ya había comenzado. La prepararon en uno de los salones de la planta baja del Complejo, que dada justo a la pileta en la que todas las mañanas salías a sumergirte. Había un buen ambiente: buena música, barra libre, muchos conocidos de los Vengadores.

Todos los Vengadores estaban allí, incluso Thor, platicaba con Stark y Rhodes. Bruce y Vision estaban sentados igualmente platicando sobre asuntos de ciencia. Sam y Steve jugaban billar, mientras Natasha y María Hill se entretenían preparando tragos que Clint les enseñaba como hacer. Pietro como siempre, intentando ligar con alguna chica. Era una fiesta tranquila, en comparación a las que ibas con Peter.

Estabas en la habitación de Wanda. Ella te había socorrido con el vestuario para esa noche: un  corto vestido negro de encaje, ajustado, con un pronunciado cuello en V, dejaba ver parte de tu busto; que Wanda te combinó con unos zapatos dorados y una delicada gargantilla.

- "Ponte algo lindo" - imitabas molesta a Stark - ¿Puedes creer que dijo eso?

Wanda se reía con tu reflejante disgusto con Stark, mientras te ayudaba con el delicado cierre del vestido.

- Ya... tranquila... - Wanda te sentó frente a su tocador y comenzó a cepillarte el cabello.

- Fiesta de adultos... - rezongaste y luego miraste a Wanda a través del reflejo del espejo - Cuando salimos con Peter no es tan complicado.

Wanda seguía riendo contigo. Te giró hacia ella y comenzó a maquillarte, eso era algo que tú no hacías, no tenías ni la menor idea de como siquiera hacerlo. Si por ti hubiera sido, con solo un labial bastaría. Después de un rato, Wanda sonrió triunfante y te giró hacia el espejo.

- Listo... - sonreía orgullosa de su trabajo - ¿Qué te parece?

- No inventes... - te miraste con admiración en el reflejo. Era un maquillaje sutil pero impecable - ¿Qué hubiera sido de mi sin ti?

- Ay, no exageres - Wanda guardó sus cosméticos y se puso sus zapatos que ató con una cinta casi hasta su rodilla, ella llevaba puesto un vestido granate de hombros caídos y falda amplia y asimétrica.

- Es en serio - te paraste frente al espejo, en parte te sentías extraña - Si por mi hubiera sido, unos jeans y una camiseta bastarían.

Wanda rio con más ganas. Cuando estuvo lista, te hizo una seña con la cabeza.

- Bien, vamos... - te diste un último vistazo en el espejo.

- Si, vamos... - Wanda caminó junto a ti hacia la puerta - Vision me está esperando - en el pasillo, te acordaste de algo - ¿Qué sucede? - Wanda te miró extrañada, al ver que habías detenido el paso.

- Tú adelántate... - le hiciste una seña con la mano, mientras caminabas a tu habitación - Ya te alcanzo.

Entraste con prisa y buscaste con la vista por todas las mesas. Allí estaba, el regalo de Rogers; una pequeña caja cuadrada azul, lazada con una cinta blanca. No estabas segura de los colores que a Rogers le gustaban, solo pensaste en su traje. Miraste nuevamente tu reflejo en el espejo, es que no salías de la maravilla que Wanda había hecho contigo. De pronto te pusiste nerviosa al pensar que opinaría Rogers. ¿Pero por qué te iba a preocupar eso? ¡Cielos! Saliste del cuarto y alcanzaste a Wanda en el pasillo.

- ¿Qué traes allí? - Wanda miró con intriga tus manos.

- Nada... - ocultaste el presente a tu espalda. Te pusiste a pensar por que Wanda no llevaba regalo. Seguro ya se lo había dado al festejado.

En la fiesta, todo transcurría sin novedad. Cuando Wanda y tú llegaron, muchos te miraron inmediatamente. En primer lugar Stark y Thor, que dejaron sus bebidas a un lado y te miraron con asombro, mientras ibas bajando las escaleras a la par de Wanda.