¿QUIÉN ES ELLA?

Capítulo 43

Tanto Stark como Rogers acribillaban a Loki con la mirada. Peter estaba callado en su sitio, pero veía divertido la situación, seguro que más tarde te sacaría con lujo de detalles por qué en verdad habías aparecido con Loki.

- No fue Loki... - te reíste y miraste a Steve Rogers, al ver su ceño fruncido, dejaste de sonreír y te pusiste nerviosa.

- Si hubiera sido yo... - Loki se levantó del sillón y caminó hacia ti con paso felino - T/N no habría escapado.

Peter se cruzó de brazos y levantó una ceja, mordiéndose los labios para aguantar la emoción que esto le estaba causando, ¡Tenías que contarle esa historia!

Rogers rodó los ojos con incomodidad por el comentario del dios del engaño, y luego te miró molesto.

- ¡Loki, cállate...! - le susurraste enfadada.

- Entonces... - Stark rondó la sala, sin desprenderle la vista a Loki - ¿Qué hace aquí? - te miró inquisitivo.

- Solo vino a acompañarme... a dejarme... - dijiste de inmediato antes que al testarudo príncipe se le ocurriera otra cosa, él te miró con una sonrisa cómplice - ...Pero ya se iba... - le miraste sentenciándolo a que se callara.

- Claro... - Loki se paró a la par tuya, muy sonriente. Luego miró a Stark y a Rogers.

Steve se plantó a tu lado también, quedando de frente a Loki. Ambos se mataban con la mirada; mientras Loki sonreía burlón, Rogers estaba re-serio, cruzado de brazos y con la mandíbula tensa. Tú estabas en medio de ellos, mirando a uno y al otro, confundida. ¿Qué estaba pasando? Loki se puso serio y miró a Rogers con detenimiento, interrogando su postura ante ti, quería descifrar a que iba todo aquel plante de macho alfa que se había puesto. Por otro lado, Rogers miraba desconfiado a Loki, no le agradaba que precisamente él hubiera aparecido contigo. Admitía que había sentido celos... ¿celos?... ¡Sí! ¡Celos! Cuando Stark dijo que Peter había dicho que te habías ido con Thor. ¿Pero por qué te habías ido con el asgardiano si te había escuchado discutir con él y dejaste en claro su rompimiento? Se había abierto en él una esperanza que no sabía que quería que hubiera. Y ahora... éste... aparecía contigo... y al parecer ambos ocultaban algo. También estaba el hecho de que a tu teléfono habían llegado llamadas y mensajes de un tal "Querido BB". ¿Celos? ¡Sí! Steve Rogers tenía celos.

Peter y Stark estaban sin entender tampoco el duelo de miradas que ambos se tenían. Mientras Stark se reía en silencio, Peter se tapaba la boca conteniendo la risa. A ti se te estaba cansando el cuello de estar viendo a esos dos titanes hacia arriba. Peter se aclaró la garganta, sacando de la concentración a Loki y a Rogers, que lo miraron muy serios, pero inmediatamente volvieron a verse desafiantes.

- ¡Ay, por favor! - te hastiaste de esa situación tan incomoda - ¿Vamos, Loki?

- Yo te sigo - Loki sonrió ampliamente.

Lo tomaste de la mano y halado lo sacaste de la sala. Ante la mirada celosa de Rogers y las risas de Stark y Peter; Steve les miró muy serio a los dos, que inmediatamente se pusieron serios y cada quien agarró por su lado. Rogers se quedó un rato parado en medio de la sala, viendo hacia la puerta, le mataban los deseos de seguirlos, pero miró al piso, metió sus manos en las bolsas de su pantalón y siguió a Tony.

Llevabas a prisa al príncipe de Asgard, por los pasillos del Complejo, hasta llegar a un lugar lo suficientemente apartado. Te detuviste, diste media vuelta y lo miraste seria. Loki se estaba riendo. Le miraste entrecerrando los ojos, para que notara que no estabas de humor para sus juegos ahorita.

- Mmm... - Loki miró hacia varios lados, luego a ti - ¿Me devuelves mi mano? - te sorprendiste y de inmediato lo soltaste, por qué le habías tenido tomado todavía, ni porque su piel era fría habías fijado tu atención en eso - Gracias...

Loki se tomó la mano con la otra, escudriñando su palma con el pulgar, aún sentía tu calor en ella. Le pareció divertido que te sonrojaras en ese momento. Ambos se quedaron en silencio, él cruzó los brazos en la espalda y te miró inquisitivo.

- Bien, Loki... - descansaste los brazos a los lados con desanimo - Ya... dilo... pregunta...

- ¿En verdad todo lo que dijiste a Odín era cierto? - Loki te rondó y se puso a tus espaldas.

- Así es... - te encogiste de hombros. Te dio un escalofrío saber que estaba detrás tuyo.

- Tu historia y la mía en algo se parecen... - Loki quedó viendo hacia afuera a través del gran ventanal de cristal.

- ¿Y cuál es tu historia? - te volteaste hacia él, le miraste que estaba un poco triste.

- Ya te había dicho que no soy hijo de Odín... - Loki agachó la cabeza - Soy hijo de Laufey... un gigante de hielo... 

- Loki... - te sorprendiste más por ver a Loki así de vulnerable que por lo que te estaba contando, pusiste tu mano sobre su hombro.

- Y Odín me tomó como uno más de sus trofeos - Loki se rio, mostrándose burlón de su propia tragedia - Me quería como un lazo de alianza con Jötunheim... - levantó la mirada y te miró con su típica sonrisa bufona - Seguro a ti también te tenía un propósito por el cual te recogió.

- Parece que si tenemos algo en común... ¿no? - suspiraste con desánimo y te cruzaste de brazos, miraste a Loki con inquietud - ¿Por qué cuando recuerdo Asgard... - Loki te miró con interés - ...también recuerdo que yo no te caía bien? - Loki se rio - ¿Qué? Es cierto... no eres malo, Loki - miraste a través del cristal, él se sorprendió de lo que acababas de decir - Yo siempre trate de caerte bien... pero parecía que todo lo que hacía te molestaba... - Loki seguía riéndose y te contagió su risa - ¿Por qué? - le miraste con intriga - ¿Por qué no fuiste como lo estas siendo ahorita?

- ¿Y cómo estoy siendo ahora? - Loki se volteó hacia ti con especial interés.

- Pues... - también volteaste hacia él - ...casi amable... empático... lindo... - te sonrojaste.

Loki se rio apenado, te miró de forma diferente. Te pusiste nerviosa verlo humedecerse los labios. Se te fue el aliento cuando se acercó peligrosamente a ti y se inclinó hasta tu oído.

- Porque eras la novia de mi hermano... - Loki te susurró, su voz salió ronca y eso te causó un choque eléctrico en la espalda. Contenías la respiración; casi sentías su mejilla helada rosar la tuya, que es ese momento estaban como dos brazas ardiendo. ¿Pero qué estaba pasando? ¡Por Odín! ¡Era Loki! ¡Loki... el hermano de Thor! El muchachito ese que gustaba de jugarte bromas  pesadas cuando eran niños. El mismo que te encerró en el calabozo una vez para que no fueras con Thor, él y los demás a una expedición a Nidavellir. El que llenaba de sapos y alimañas tu habitación. ¡Él! Que había untado una vez de hiedra venenosa tu capa y estuviste por su culpa con rochas por varios días...

Loki se quedó un momento allí, pagado a ti. Luego se recompuso y te miró directamente a los ojos. Le pareció divertido verte casi petrificada, con las mejillas rosadas. El muy bribón sabía muy bien que te había puesto mal.