Claramente no fue positiva la reacción de la señora de la casa. Y la reacción del matrimonio fue más temeroso cuando ambos se dieron cuenta del tampón improvisado que llevaba la chica en la nariz.
—¿Qué te sucedió? —se preocupó la mujer, acercándose a ellos.
—Minho, ¿qué le hiciste? —le siguió el hombre, perdiéndose por el pasillo.
—Fue un accidente, me caí de la cama —informó Mi-suk con rapidez.
La señora tomó el brazo de la chica con sumo cuidado, llevándola hasta el sofá de la sala. Mi-suk se dejó hacer y peleó contra sí misma para mantenerse consciente y no perderse en el mareo de su embriaguez.
—¿Qué hacen ustedes despiertos? —fue el turno del hijo para cuestionar.
—Queríamos asegurarnos de que llegaras bien, mientras tanto, tu madre encontró una nueva receta e intentamos seguirla —respondió el hombre, tendiendo el maletín de primeros auxilios a su mujer.
—Bueno, cariño, ¿Podrías decirnos qué haces con este muchacho en su casa? —inquirió la señora de manera sutil, sin descuidar su labor con su nariz.
—¿Puede pasar la noche aquí? —pidió Minho.
La pareja se dirigió una mirada silenciosa ante la petición de su hijo, luego lo miraron a él, dudosos.
—Lamento molestarlos de esta manera... Yo realmente, no era esta mi intención.
—¿Te escapaste de casa? —inquirió la señora.
—Estaba harta —puchereó—. Mis padres estaban molestándome, hablando repetitivamente sobre el horario... Quise negarme a la entrevista, pero ellos no me lo permitieron y yo de verdad, odio estar ahí.
—¿Entrevista? —repitió el padre con las cejas fruncidas.
—Kang Mi-suk, hija del empresario Kang —aclaró Minho.
Los señores Lee pelaron los ojos tan pronto su hijo terminó de hablar. Sus pieles palidecieron y una expresión incómoda se impregnó en sus rostros. Lucían casi como si se hubieran dado cuenta de que estaban cometiendo algo similar a un delito.
—Deberías volver a tu casa, seguramente tu familia está preocupada —sugirió nuevamente la mujer.
Mi-suk se apresuró a juntar sus palmas y frotó las mismas, cerrando los ojos con fuerza.
—Por favor, por favor, permítanme quedarme aquí por el resto de la noche, no quiero morir ahora —suplicó.
La mujer miró a su esposo en busca de ayuda y luego ambos miraron de nuevo a su hijo severamente, haciéndolo reprocharse por su súpita decisión.
—Bien, de acuerdo —suspiró la mujer, deteniendo a la chica con un suave agarre—. Pero entonces tú, Minho, vas a dormir con nosotros —demandó.
Minho no tuvo tiempo de responder. Su madre tiró de la mano de la chica y se la llevó dirección a la cocina, sin siquiera mostrarse interesada por una posible respuesta de su hijo. Pero fue la risita de su padre la que lo hizo arrugar las cejas, inconforme.
—No es gracioso papá —declaró.
—Claro que lo es —aseguró—. Y más te vale que te mantengas a raya con esa niña o te prometo que te las verás conmigo.
—Nunca le haría nada, papá —prometió en un murmullo.
Minho se sonrojó ante la amenaza pasiva de su padre. El mayor lo vio con ternura, recordando esa característica de su hijo desde la niñez y terminó por colocar su mano sobre su hombro para guiarlo hacia la cocina.
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SAVE ME || LEE KNOW
FanfictionLee Minho tiene problemas. Kang Mi-suk tiene problemas. Ambos se vuelven inseparables. "Me enamoré de una basura". "Me enamoré de una mierda". ⚠️La siguiente novela presenta temas delicados para algunas personas, tales como: tendencias suicidas, tr...