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Érase una vez, una joven hermosa. Ella era la mediana de tres hijos. Un hermano mayor y una menor. Myong Suni era el nombre de esa chica.

La preciosa joven era todo un estuche de monerías. Era la mejor de su clase, tenía un amor increíble por la cocina, sus habilidades deportivas eran alucinantes, su familia era de un importante apellido, se distinguía por ser una chica tan humilde y de gran corazón sin embargo, dentro de toda esa perfección había un oscuro defecto:

No podía tener hijos.

Suni se enamoró del mano derecha de su padre, ambos consumieron su grato amor con la bendición del Myong mayor. Todos estaban felices por ello. Apesar de sólo tener 20 años, la llegada de un bebé a la familia les ilusionó. Pero dicha emoción se desvaneció tres meses después.

Suni perdió al bebé inexplicablemente y se ganó las primeras palabras hirientes de su padre.

"Fuiste estúpida y descuidada, por eso tu hijo murió".

Suni se desalentó por ello, pero el amor de su pareja le hizo saber que podían intentarlo de nuevo. Lo que nadie esperaba es que el siguiente intento también fracasara de la misma manera. No importaba cuánto se esforzara, Suni volvió a perder al bebé, incluso cuando la mayor parte del tiempo la pasó acostada. Su gran amor se agobio con la idea de nunca poder tener hijos, así que simplemente la abandonó a ella y dejó su lujoso empleo.

Suni enfermó justo después de perder al bebé y finalmente la llevaron al hospital. Entonces la familia Myong se enteró de que su perfecta hija tenía una malformación en su matriz, lo que le impedía mantener con vida a las criaturas por más de tres meses.

Ese día, fue el día más horrible de su existencia.

Myong Junho, se molestó, miró con aberración a su hija. Una mueca de asco se dibujó en su rostro y vio un horrible futuro en su vida.

Era imperdonable. Que su hija mayor no fuera capaz de darle herederos era una completa desgracia humillante para su familia. Suni había arruinado el linaje intachable de los Myong y no podía pasarlo por alto.

Cuando salieron del consultorio, todo se volvió un infierno para la pobre chica. Los insultos ahogaron a sus oídos, perturbando su mente mientras era reprimida por algo que ella no escogió. La decepción total era derramada por completo en cada sílaba escupida por su padre. Ni siquiera le importó al mayor, llamar la atención de todo el mundo ahí.

Suni, en medio de su depresión, conoció a un apuesto joven, Taehyung. Se enamoraron, se conocieron hasta el último oscuro secreto y fue el chico quien prometió por su vida, proteger de Suni. No obstante, sus familias se opusieron a su amor, principalmente, porque ambos padres de familia no podían verse ni en pintura.

Hartos de la familia que ambos tenían, decidieron deslindarse de ellos, quedándose solamente con el apellido de la madre de Taehyung, Lee. La mujer fue la única que apesar de todo, siempre buscó la felicidad de su hijo y lo apoyó incluso cuando el mundo le dijo que la mujer de su hijo era inservible.

Al poco tiempo, la Señora Lee falleció, sin poder tener la oportunidad de estar con su hijo cuando éste le dijo que Suni estaba embarazada, pero como muestra de su gran amor, les dejó una herencia suficiente como para abrir su deseado restaurante.

La pérdida de su único apoyo emocional, fue un golpe fuerte para la pareja, sobre todo para la chica, y Suni perdió a su bebé al inicio del quinto mes, luego de una nueva fuerte pelea con su padre.

Tiraron la toalla, agotados de todo el fracaso. Suni tuvo que volver al médico por las implicaciones del último aborto. La sorpresa los tomó cuando el médico les dijo que el haberlo perdido al quinto mes, significaba un gran avance y habrían grandes probabilidades de conseguirlo la próxima vez.

SAVE ME || LEE KNOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora