SAVE ME || LEE KNOW

46.

Todo iba de mal en peor.

Ni siquiera supieron en qué momento tocaron la cúspide de su buena racha. Sea como fuere, ahora estaban cayendo de picada al precipicio de su montaña rusa.

Se sentían extraños. Era como estar en una guerra con sólo ellos dos como participantes. Estaban tan lejos, pero tan cerca de ellos mismos. Y se volvió mucho más difícil cuando entendieron que no podían estar juntos a pesar de amarse tanto, porque ambos se negaban rotundamente a soltar su pasado.

Por una parte; Mi-suk comenzaba a aferrarse a la idea de que su único y verdadero amor era Moka, ella le debía la vida y tenía que amarlo para el resto de sus días como mera muestra de su gratitud. Minho; por otro lado, ya estaba más que convencido de que su destino era sufrir la soledad de un corazón roto con solamente los recuerdos y la voz de Lisa en su cabeza.

No había por qué luchar. Ya no tenían que salvarse el uno al otro.

Resultó pésima combinación una tarde lluviosa y el rompimiento de una relación. Las cuatro paredes de sus respectivas habitaciones atestiguaban atentos los lamentos de las ahora, solitarias almas. Fue terrible pretender que eran maduros y que no les dolía la decisión. Volver a las rutinas individuales se veía como una condena del infierno para los amantes y claramente, no querían pasar por ello.

-No puedo aceptarlo.

-Pues eso es lo que pasó.

La azabache puchereó con tristeza, dándole un zape al otro cuando éste bajó la mirada.

-Te amo, Min, pero realmente eres un estúpido.

-También te amo, Jennie.

Dibujó una sonrisa amarga y llevó nuevamente el cigarro a su boca. Cerró los ojos, sintiendo la caricia del aire en el rostro. Su tarde de viernes luego de la ruptura no fue como realmente se esperaba. No se interesó en fiestas, ni en borracheras, esta vez sólo quería quedarse encerrado en su casa todo el día. La visita de Jennie había sido solamente una agradable coincidencia.

-¿Pero, por qué? Yo estoy completamente segura de que se quieren -insistió.

-La amo, Jennie, lo hago... Pero no es para mí.

-¿Me estás diciendo, entonces, que la cortaste porque su exnovio vino de intercambio?

-No es exactamente eso -bufó-. Es... es complicado, además...

-Es sobre Lisa, ¿no es así?

Asintió, dando una nueva calada al cigarro. Escuchó el suspiro agotado de la contraria y luego sintió su cuello rodeado por la ajena.

-Tienes que dejarla ir, no fue tu culpa -musitó con suavidad.

-Fue mi culpa, Jennie, lo sabes, todos lo saben... Soy una maldita mierda de persona -presionó los labios-. Jisoo tuvo razón todo este tiempo, yo...

-No, no -interrumpió-. Tú mereces todo lo bonito del mundo, Jisoo solamente estaba conmocionada, sus palabras pierden completa validez... Escucha, lindo, tienes que comenzar a soltarla si no quieres hundirte en la miseria.

-¿Cómo se supone que lo haga? La tengo en mi cabeza todo el jodido tiempo, no se va, es, es mi maldita consciencia.

Chocaron miradas, siendo ahora el turno de la azabache para bufar. Llevó sus dedos a la cabellera ajena y comenzó a dejar caricias, llevándolos a un momento de sosiego.

-Yo te ayudaré -sonrió-. No te voy a dejar caer, amorcito -agregó.

****