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El rumor de una nueva amistad en el instituto los tensó a todos. La sola idea de ver a Lee Minho y a Jeon Soyeon juntos era atemorizante, pues básicamente era como ver a las dos terribles pesadillas andantes unidas, aunque Minho no era ciertamente conocido por ser un bravucón, muy contrario al caso de la chica.

La cuestión es que después de la salida por la malteada. Soyeon comenzó a buscar al azabache, usando como pretexto el cobro pendiente de su tableta electrónica. Al principio, Minho se mostró reacio a aceptar crear una amistad con la chica más problemática del sitio, pero terminó accediendo cuando ésta le presentó a su fiel amigo. Un licuado de bebidas alcohólicas que daba como resultado un menjurje mareador, lo suficientemente fuerte como para dejarlo noqueado y con la mente bloqueada de todo pensamiento, incluida la voz de Lisa.

"Es mi melatonina". Aseguró Soyeon con el vaso en mano.

Para Minho, aquella cosa resultó un manjar. Era mucho mejor que los tranquilizantes que solían recomendarle. Y sólo por aquel mágico descubrimiento, se permitió dejar crecer su círculo de amigos, importándole poco que todos estuvieran en contra.

-Min, iremos a tomar esta noche, ¿vienes? -invitó Chan.

-Paso, ya tengo planes, pero quizá vaya otro día -respondió, sonriente.

Miró su teléfono y tras jadear una risa, tomó su mochila y se levantó de su asiento.

-Nos vemos mañana -se despidió.

Todos le miraron quietos, siguiéndolo hasta que éste se perdía en el camino.

-No me gusta este Minho -mencionó Han, sin dejar de mirarlo.

-Creo que a nadie nos gusta -concordó Seungmin-. ¿Se estará drogando?

-Ni lo menciones, Seung, primero lo matamos nosotros -dijo el mayor, lanzando la mirada al más alto-. ¿Cómo está Mi-suk a todo esto?

Hyunjin suspiró profundamente luego de darle un sorbo largo a su refresco.

-Está casi un poco peor que él -confesó-. No importa cuánto les digamos que son imbéciles, siguen quedándose quietos -concluyó, encogiéndose en hombros.

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-Comenzaba a preocuparme.

El azabache le sacó la lengua, mostrándole el dedo medio. La castaña le sonrió en cambio, invitándolo a sentarse en el sofá de su guarida secreta. Un viejo departamento abandonado el cual había estado manteniendo con cautela bajo las mesadas que recibía por parte de sus padres y su tío.

Minho se sentó sobre el sofá, casi derrotado por la terrible pesadilla del examen sorpresa que había presentado esa mañana. Echó un suspiro ruidoso y recostó su cabeza en el respaldo, buscando un momento de paz. Quería aprovechar al máximo su día de descanso.

-Woah, estás hecho una completa mierda -señaló-. ¿Quieres melatonina?

-¡Por favor! -pidió con exageración, levantando los brazos.

-¡A la orden!

La castaña se perdió en la pequeña cocina integral, mientras tanto, el azabache se levantó y comenzó a revisar el lugar, mostrándose curioso por las pocas fotografías gastadas en la pared.

-¿Es tu familia? -preguntó.

-Es la familia de mi primo.

Minho ladeó la cabeza más confundido. La sintió acercarse y recibió gustoso el vaso que se le fue ofrecido. Ambos llevaron la mirada a la fotografía frente a ellos, una que mostraba la felicidad de una pareja de embarazados.

SAVE ME || LEE KNOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora