Advertencia! Este capítulo contiene escenas explícitas de autolesiones. Recomiendo discreción, si no te gusta o te incomoda este tipo de contenido, puedes pasarlo de largo.
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Los ánimos de la casa habían mejorado justo después de esa noche. Parecía que ahora todo fluiría con calma sin embargo, no fue más que una cruel broma por parte del universo para Minho. Pues parecía que en realidad, su destino era que justo después de la calma, debía pasarla mal... Jodidamente mal.
Se despertó como normalmente lo hacía. Se dio una ducha caliente, fortificante para iniciar su día, pero sus planes de día tranquilo se fueron por un tubo cuando el agua caliente se cortó y sin razón alguna se convirtió en un baño de agua helada. Se enjuagó con velocidad y al salir del baño, se tropezó con el mueble de la habitación. Cayó de seco al suelo y su rodilla se tornó oscura, dando la bienvenida a un moretón. Con los nervios casi de punta, se decidió prepararse un café antes de salir de casa, buscando relajarse, pero igualmente sus intenciones de mermaron en el momento que su taza y el litro de leche cayeron al suelo como resultado de un descuidado movimiento. Se perdió en la tarea de limpiar su desastre y cuando menos recordó, chequeó la hora, dándose cuenta de su retraso, y adicional a su mala suerte, sus padres no se encontraban en casa para acercarlo a la universidad en el auto. Frustrado por eso, tomó su mochila vagamente y salió de casa, cosa que también se puso en su contra porque una de las correas se rompió.
Finalmente, Minho llegó a la institución. A ese punto su nivel de irritación era tan alta y completamente sensible que cualquier intento de socializar terminaría por romper su poca paciencia, pensó en la posibilidad de regresar a casa, pero sabía que Jisoo se alborotaría y no lo dejaría en paz. Así que se mentalizó para poder sobrevivir las siguientes seis horas. Sus pasos siguieron la ruta hasta llegar al salón. Notó que la profesora no se encontraba adentro, significando que la clase había terminado. Antes de siquiera llegar a su escritorio, arrojó la mochila hacia su lugar, frustrado por no lograr llevarla bien. El golpe duro y estremecedor logró que todo el mundo ahí cerrara la boca, dejando un silencio brutal en el cuarto. Minho se sentó en su silla y se recostó sobre sus brazos, evitando que alguien le llamara. A pesar del miedo, ya todos ahí estaban acostumbrados de alguna manera sin embargo, era difícil para ellos poder evitar no mirarlo y eso mismo estaba llevando en aumento la molestia del azabache. Luego el leve sonido de los balbuceos y murmullos se entrometieron en sus oídos como un insoportable ruido.
—¡Hola Min! o...
—¡¿Qué!?
El grito molesto aterrorizó a más de uno ahí. Vio a la persona al frente respingar, reaccionando al instante ante su voz como un pequeño cachorro arisco. La chica se encogió en sus hombros dando un par de pasitos hacia atrás. Sus ojos se cristalizaron y sus mejillas se sonrojaron con vergüenza. Lucía como un completo desastre muerto de miedo.
—P-pe-perdóname —musitó bajo, dando una reverencia de noventa grados.
—¿Mi-suk?
Hyunjin se acercó preocupado y luego llevó su mirada al azabache, transformando su aspecto dulce en uno completamente serio y aterrador.
—Imbécil.
Mi-suk se giró al sentirlo cerca suyo y se giró para abrazarlo y evitar llorar. Minho supo en ese momento que había cometido un grave error y eso fue lo que hizo que su paciencia terminara por completo. Tomó su miserable mochila como pudo, y salió sin decir alguna palabra. Las zancadas largas eran determinantes para medir el nivel de su enojo, pronto salió del edificio y se siguió hasta llegar al patio trasero de los laboratorios. El aire frío lo golpeó en el instante, pero ni siquiera lo sintió. Tomó la correa rota de su mochila y la azotó contra el suelo hasta que finalmente se rompió por completo. Se enfureció ante sus actos, soltó un grito de furia y se acercó al árbol de enfrente comenzando a golpearlo con brutalidad, pero eso sólo estaba logrando que la adrenalina creciera en lugar de bajar. La desesperación creció a modo de nudo en la garganta, su cuerpo y sus manos quemaban, y deseó desaparecer en ese instante.
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SAVE ME || LEE KNOW
FanfictionLee Minho tiene problemas. Kang Mi-suk tiene problemas. Ambos se vuelven inseparables. "Me enamoré de una basura". "Me enamoré de una mierda". ⚠️La siguiente novela presenta temas delicados para algunas personas, tales como: tendencias suicidas, tr...