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¡Advertencia! Este capítulo contiene escenas de violencia y palabras denigrantes. Recomiendo discreción, si no te gusta este tipo de contenido, puedes pasarlo de largo.

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Sólo podía preguntarse una cosa: ¿Por qué nadie le dijo que tal persona existía en la institución?

Ni bien Mi-suk pudo disfrutar de haber hecho las pases con Minho y Hyunjin, cuando un nuevo infierno comenzaba a desatarse, teniéndola a ella como principal atracción.

Aquellos días de sufrimiento total volvieron a ella, de la noche a la mañana. De pronto, su cuerpo volvió ser la sede preferida de los moretones y cortes para habitar

—B-basta... P-por favor —balbuceó, entre sollozos, intentando levantarse.

La agresora le tomó del cabello comenzando a jalarlo, sacándole más quejidos dolorosos a la rubia.

—Me temo que no puedo complacerte, cariño —burló—. Los juguetes sirven para complacer a sus dueños, ¿y qué crees? tú eres mi juguete, llegaste solita a mí.

Levantó con fuerza el rostro contrario y se agachó, permitiéndose verla con detenimiento en una cercanía peligrosa.

—Eres un completo asco, ¿lo sabías? —masculló con desprecio—. Pero no soy tan mala persona, sé que estás saliendo con Lee —tiró de sus comisuras—, dicen que es muuuy bueno en la cama, ¿es cierto? ¿me dejarías comprobarlo?

Mi-suk negó intentando que las palabras salieran de su boca, mas le estaba siendo difícil lograrlo. El dolor en su cabeza no la dejaba pensar, ni siquiera era capaz de manotear debido a la pesadez de sus músculos.

—Entonces será luego, por ahora tú y yo vamos a darle un regalito, seguro esto le gustará a Minho.

Sonrió ante sus propias palabras y soltó la cabellera clara para posicionar sus dedos en el pecho ajeno. Comenzó a pellizcar mientras cubría su boca con su mano libre para evitar el ruido de sus lloriqueos.

Una gran parte del torso de Mi-suk estaba marcado con los pellizcos de uñas y yemas, además de los moretones viejos que aún no lograban sanar. Su piel estaba pegándose a sus huesos, dejando completamente visible su caja torácica, debido a las respiraciones erróneas y profundas.

—¡Ugh! Qué asco~ —manoteó rápidamente con leves movimientos y una risa apática salía de su boca—. Tengo envidia, ¿cómo puede un asqueroso cerdo como tú, mostrar así los huesos? —rió y luego asustó a la contraria con un jadeo espontáneo—.¡Ya sé! ¿Se verá perfectamente si te rompo las costillas?

Se quedó analizando el cuerpo de Mi-suk por un rato. Los moretones y zonas afectadas, realmente le daban una vista lamentable, y aún así, no tuvo corazón para dejarla en paz.

—¿Sabes? Hace dos años mi juguete favorito se fue, gracias al cielo ahora estás aquí rellenando el vacío que me dejó, tal vez pueda agradecer a tus padres personalmente por tal regalo.

—S-soyeon, por favor...

Su mejilla ardió demasiado cuando el impacto con la mano ajena se hizo presente. Mi-suk se mordió el labio, evitando arruinar más las cosas, pues ya sabía que hacerse la valiente en esos casos, no era lo mejor.

—¿Quieres más, miserable escoria repulsiva? ¿Acaso no te educaron lo suficientemente bien como para saber que no debes interrumpir las palabras de alguien que está hablando?

—No, no qui...

El golpe sordo fue lo único que escuchó antes de perderse en una vacía oscuridad. Dejó de ver con claridad cuando su cabeza colapsó contra la pared sin previo aviso. Un mareo y la dificultad de su habla le asustó motivándola a pensar en lo peor.

SAVE ME || LEE KNOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora