Jungkook y tu habían acordado salir juntos, hace unos meses no se veían por cuestiones personales. Tan pronto la oportunidad de al fin poder verse, la tomaron sin dudarlo y acordaron encontrarse un centro comercial para luego ir al hogar de Jungkook y tal vez, ver alguna película o jugar algún videojuego.
—Bien, ¿Qué se te apetece comer? —Jungkook te preguntaba— Escoge lo que quieras, yo invito esta vez —Estaban parados en medio de la zona del centro comercial que ofrecía su amplio catálogo de restaurantes para poder disfrutar de lo que se antojara.
—¿Quieres que te diga la verdad? —Le dirigías la mirada— No tengo nada de hambre, ¿te parece si mejor caminamos por ahí y recorremos el centro comercial en lo que nos da hambre? —El asentía y te respondía con un "me parece una buena idea, yo tampoco tengo hambre de hecho"
Comenzaron a caminar muy tranquilamente ya que el lugar no estaba tan lleno. De repente, Jungkook se detuvo e hizo una onomatopeya de sorpresa. Tú te detuviste a la par un poco asustada por su repentina acción, dirigiste su mirada hacia donde estaba mirando la suya encontrándote con un local de bebidas.
—Alguien me dijo que es nuevo, venden bebidas de muchos sabores, pero su mayor atractivo son las bebidas con burbujas de tapioca. Quiero una, ¿te parece si tomamos aquí algo como postre?
—Si, además tiene varios clientes, supongo que deben ser refrescantes. Yo invito las bebidas, ¿de acuerdo?
—Me aseguraré de pedir la más cara —Sonreía y tu golpeabas en broma su brazo.
Siguieron caminando, cuando ya tenían mucha hambre decidieron comer en un lugar de hamburguesas muy famoso al cual, no iban hace varios años.
Comieron, conversaron y agradeciste por la invitación.
Ahora, irían por el ansiado postre, tenían muchas ganas de probar esas bebidas.—¿Cuál vas a pedir? —Le decías a Jungkook pasándole el menú. El lo veía y no lograba elegir, se mostraba inseguro e indeciso ante tanta variedad de sabores— Creo que este de banana con chocolate —Lo intuiste— Esta curioso que no tenga los precios aquí, yo de ti me preocupo
—Gracias por el apoyo moral —Decías con un sarcasmo bien marcado— Yo pediré una de mango —Te levantabas de la mesa para hacer las ordenes en la caja. Tu orden estaría a nombre de Jungkook, nunca usabas el tuyo cuando estabas en compañía de alguien de confianza.
Pasaban los minutos y ambos escuchaban el nombre de tu acompañante, el te miraba de inmediato y tu sonreías. El no esperaba escuchar su nombre en la orden.
—Deja de pedir ordenes a mi nombre —Reía— Ah, ya se. Te gusta tanto mi nombre que lo pones para que todos escuchen que tan increíble es
Tu rodabas los ojos y te levantabas para recibir las bebidas. De regreso a la mesa, pusiste la bebida de Jungkook frente a el
Ambos sorbieron de sus bebidas llevándose una no muy buena sorpresa.
—Oye, eh —Jungkook te miraba prestándote atención— Sabe peculiarmente extraño —Jungkook asentía y comenzaba a tener un ataque de risa al que tu te uniste al percatarse que las bebidas no tenían un sabor agradable. Estaban tan arrepentidos de haber pedido ordenes con el vaso grande.
—Sabe a que quiero morir ahora mismo
—No podemos tirar esto a la basura —Decías. Aunque ganas no te faltaban, pero tu cargo de conciencia no te dejaría tranquila— Mira, si te tapas la nariz y sorbes, puede que no sientas tanto el sabor y tomarlo sea un poco más facil
—Hagámoslo —Obviamente, el sentimiento competitivo de Jungkook le impedía decir que no ante semejante reto.
Después de varios sorbos, muecas, narices tapadas y mucho esfuerzo, lograron tomar todas sus bebidas en totalidad. Ambos no decían nada, solo tenían su mano en el estómago arrepintiéndose de haber aceptado el reto
—No puedo creer que acabo de gastar mi dinero en esto, en mi defensa, es tu culpa —Decías expulsando un pequeño eructo al final de la oración. Jungkook y tu eran amigos hace mucho tiempo por lo que no era nada de otro mundo hacerlo frente a el y viceversa— Tu fuiste quien dijo "wow, quiero probarlo"
—Y tú me obedeciste, técnicamente también es tu culpa —Jungkook soltaba un pequeño eructo. Tapaba su boca y comenzaba a sonreír tímidamente.
La verdad, esas bebidas no solamente tenían mal sabor, sino que también les daba un ligero malestar de estómago, pero el plan tenía que continuar y fueron a la casa de Jungkook en donde se tiraron en el sofá mirando hacía la nada con la mano en el estómago.
De repente, Jungkook se levantaba corriendo al baño.—Oh no, ¿Estas bien? —Lo seguías y tocabas la puerta mientras le preguntabas en voz alta— Ese mango estaba algo rancio al parecer —Y ahora, eras tu quien corría al otro baño del lugar con unas intensas ganas de vomitar. Luego de tu encuentro con el excusado, juagaste tu boca con un poco de agua y regresaste a la sala— Ese lugar era de mala muerte Jungkook, en la próxima recomendación de tu parte podemos morir
—Eres muy exagerada
—¿Exagerada yo? —Lo mirabas fijamente— Acabamos de vomitar la bebida, perdimos nuestro dinero
—¿Nuestro? Según yo, tu fuiste quien pagó las bebidas así que la perdida fue tuya
—Jungkook, te recuerdo que acabamos de vomitar hasta lo que tu invitaste —Era algo gracioso ver como ambos estaban desalentados luego de ese amargo trago.
—Igual, vomitado o no iba a salir de tu cuerpo porque es la ley natural