( 25 - Jungkook )

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Aquella noche, Jungkook había invitado a Yugyeom a una cena de reencuentro luego de no verse por tres largos meses lo que resultaba algo muy emocionante para ambos ya que eran muy buenos amigos por lo que te había pedido ayuda para escoger un restaurante que tuviera buena reputación por su deliciosa comida y buen servicio.

Esa noche, Jungkook te llamó hablando que ya estaba en camino para el encuentro y que te hablaría de nuevo cuando estuviera de regreso en casa a lo que tu estuviste de acuerdo.

Te dedicaste a terminar algunos detalles de tu proyecto final de la universidad que te permitiría graduarte. Leer y escribir podría llegar a ser agotador por lo que, al terminar, decidiste tomar lo que fuera de comer, ir de regreso a tu habitación y encender la computadora para disfrutar de alguna serie o video que se cruzara por tu camino. La noche era fría por lo que estar en la comodidad de tu cama resultaba ser placentero subiendo un poco la temperatura corporal de tu cuerpo.

Entrabas en un estado de somnolencia, los parpados comenzaban a pesar y tu cuerpo se relajaba poco a poco. Sin previo aviso, cerrabas los ojos y te quedabas dormida, sin embargo, este reparador sueño no duraría más de treinta minutos ya que tu teléfono sonaba obligándote a tomarlo y atender la llamada sin siquiera ver de quien se trataba.

—¿Sí? —Tu voz sonaba pesada y algo molesta.

—Soy yo —Reconociste la voz de Jungkook junto con algo de eco— ¿Estabas durmiendo?

—Si, ¿Qué ocurre? —Estabas algo irritada por la interrupción, pero no podías librarte de él tan fácilmente. Se suponía que estaba en su cena y aún faltaba bastante tiempo para que terminara según tus cálculos

—Siento que quieres asesinarme en este momento

—Sientes bien

—Ya dime que ocurre, ¿todo está bien? —Aclarabas tu garganta mientras adoptabas otra posición en tu cama.

—Estoy teniendo una emergencia, necesito de tu ayuda —Jungkook lloriqueaba como si de un berrinche se tratara— En el restaurante no aceptan efectivo y yo solamente traigo conmigo tarjetas de crédito con dos billetes que solo sirven para pagar una de las bebidas

—¿Y que se supone que haga yo?

—¿Puedes venir con un poco de efectivo? Te prometo que te invitaré a una super cena

—Jungkook, ¿Por qué no simplemente le dices a Yugyeom que pague la cuenta esta vez y luego se lo devuelves con otra cena?

—Es que esta cena es la devuelta de la anterior —Se reía tímidamente, pero se notaba preocupado y algo estresado. No querías salir de casa por lo que buscabas alguna solución que no te involucrara a ti— Ayúdame

—¿Y si sales del restaurante para buscar un cajero automático?

—De camino para este lugar no vi ninguno, solamente ven y dame una mano con esta situación

—No seas ridículo Jungkook, simplemente dile que pague esta vez y que lo sientes mucho. Que tan pronto y veas un cajero automático, tomaras el dinero y se lo devolverás —Enserio no querías salir e ir a donde Jungkook estaba para llevarle efectivo

—¿A dónde queda mi orgullo?

—No hay mucho de eso, no tienes nada que perder —Soltabas una leve risa al final de la oración.

—¡Oye! —Soltaba una queja en un tono de voz alto que callaría rápidamente.

—¿De cuanto dinero estamos hablando?

—Quizás, trecientos mil wones

—Con más razón no iré, ¿de donde crees que tomaré ese dinero? —Estabas sorprendida por la cantidad de dinero a la que Jungkook se refería. Sabías que el restaurante en donde estaban era algo caro, pero no lo suficiente, supusiste que ese par había pedido mucha comida— Haz lo que te digo que hagas y ya está, asunto resuelto —Colgabas la llamada y dejabas tu teléfono en la mesa de noche al lado de tu cama. Cerrabas tu computadora y la ponías en aquella mesa para ponerte cómoda y retomar el sueño que había sido interrumpido.

Dormías plácidamente. Luego de un largo sueño, un almohadazo que impactaba directamente contra el costado derecho de tu rostro lograba despertarte completamente asustada por el repentino golpe.

—Que carajos —Decías al sentarte en cama y sobar tu rostro— ¿Qué demonios te pasa? —Te encontrabas a Jungkook frente a ti con una almohada en su mano.

—Gracias por ayudarme anoche, eres la mejor amiga

—¿Yugyeom accedió a pagar y todos somos felices? —Deducías que eso no había ocurrido ante la no amigable manera de Jungkook para despertarte, pero solamente querías estar segura de ello. Jungkook te respondía con una mirada juzgona— Supongo que no

—Supones bien por eso creo que eres la mejor amiga de todas

—Jungkook, acepta que no era lógico lo que me pedias, simplemente devuelve el dinero a Yugyeom y listo

—¿Y quién me devolverá la salud estomacal?

—¿Qué?

—Me castigo haciendo que comiera estofado de costillas picantes y ahora tengo dolor de estomago y no te contaré mi primera ida al baño luego de eso —Sobaba su estómago— Es tu culpa

—¡Claro que no! Siempre debes cargar efectivo contigo —Volvías a recostarte y te cubrías hasta tu cabeza con tus cobijas. Jungkook las tomaba para quitártelas, pero tu hacías resistencia pero el lograba su cometido dejándote al descubierto— Jungkook, tienes que cargar efectivo contigo todo el tiempo, acéptalo y con respecto a tu estómago, dile a mamá que te de como regalo algunos medicamentos

—Dame espacio —Jungkook parecía ignorar tus palabras y ahora estaba pidiendo que le dieras algo de espacio en tu cama. Tu lo mirabas confundida— Desperté muy temprano para venir aquí, tengo sueño 

𝘽𝙏𝙎 𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 - 𝙄𝙄𝙄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora