( 20 - Namjoon )

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Te habías ofrecido para ser voluntaria en el hospital central de tu ciudad por ordenes de la escuela. La mayor parte de tu voluntariado era dedicado en compartir con pacientes de todas las edades; Esto era de mucha ayuda para los pacientes ya que el apoyo psicológico influye de manera positiva en la salud de las personas, acelerando su recuperación en el caso de los pacientes y disminuyendo el riesgo de enfermedades.

Hoy, ayudarías a un paciente con un tumor cerebral maligno tratado con quimioterapia. Comprendiste que su situación no era facil y ahora necesitaba apoyo emocional por parte de su familia y quien quisiera ayudar.
Ibas a verlo en la sala de quimioterapias en donde estaría tomando la suya.
Su nombre era Kim Namjoon.

—Hey, buena suerte —Una de las enfermeras con quien habías formado un amistoso vinculo. Ella era agradable y muy cariñosa. Era madre de dos pequeños hijos por lo que te trataba como una más— Cuídate, nos vemos más tarde

Luego de caminar por aquellos pasillos con un sinfín de situaciones diferentes, algunas de estrés, angustia, tristeza y felicidad. Estar allí dentro te había hecho pensar sobre lo frágil que podría llegar a ser la vida, que esta dependía de un hilo lo que te causaba sentimientos encontrados.

Llegabas a la sala de quimioterapias, te reportabas con el joven de recepción y él te cedía el paso. Caminabas en el lugar tratando de encontrar el pequeño pizarrón con el nombre del joven.

—Hola —Una vez lo encontraste, te acercaste lentamente para no hacerlo sentir abrumado— Eres Kim Namjoon, ¿cierto?

—Ah, si —El parecía desconcertado, pero no dejó de tener una sonrisa en sus labios— ¿Te conozco?

—No, pero ahora lo harás —Devolvías la sonrisa. Era un chico alto, de tez morena, ojos rasgados y alargados, con poco cabello por el efecto de la quimioterapia y unos hoyuelos que atrapaban a cualquiera— Soy _____, soy voluntaria aquí

—Oh, voluntaria —Su sonrisa se desvanecía ante esa palabra lo que te hizo sentir un mal sabor de boca. Odiabas presentarte de esa manera, pero era obligatorio y no podías desobedecer esa regla para evitar problemas— Supongo que se a lo que vienes

—Si, supongo que esa palabra no te agrada, a mí tampoco, pero entenderás que si no lo hago puedo meterme en problemas

—Bueno, de todas las personas voluntarias que han venido, eres la primera que dice eso —Al parecer Namjoon no era nuevo en esto de recibir ayuda desde el ámbito psicológico— No te preocupes, voy a escuchar todo lo que tengas que decir

—¿No crees que es mejor cambiar de roles? Que yo te escuche a ti esta vez

—¿Escucharme a mí? No es como si tuviera mucho que decir —Suspiraba un poco mientras se acomodaba en la silla— Todas las personas que vienen aquí en rol de voluntarios solamente hablan de lo que hacen y porque lo hacen, incluso ya memoricé los discursos

—¿Enserio? —Agachabas la cabeza algo apenada por su confesión— Que molesto. Pero bueno, supongo que eso no será así esta vez, ¿quieres hablarme de ti?

—No tengo mucho que decir. Soy Kim Namjoon, soy de Corea, pero vivo aquí desde los cinco años y este problemita ya lleva tiempo conmigo —Miraba la aguja insertada en su brazo— Me gusta mucho leer y escribir canciones

Tu memorizabas aquellos datos que el arrojaba. Estabas segura de que los utilizarías el tiempo que el estuviera allí para que esa estadía fuera lo menos estresante posible.

—¿Cuántas canciones has escrito?

—Alrededor de doce, algunas las he escrito en compañía de un amigo que vino de Corea con su familia a la vez que yo. Se llama Yoongi pero todo el mundo le dice Suga

𝘽𝙏𝙎 𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 - 𝙄𝙄𝙄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora