( 11 - Jimin )

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Jimin y tu estaban en camino al hogar de Jimin después de un largo día de universidad. Ustedes se graduaron juntos de la escuela e ingresaron a la misma universidad en la misma facultad al compartir una misma pasión por lo que habían elegido estudiar. Básicamente, nacieron para ser inseparables.

Trabajarían en un proyecto de la universidad, habías ofrecido tu hogar al principio, pero tuviste que cancelarlo ya que una reunión familiar se daría a cabo en donde estarían presentes varios conocidos obstruyendo la paz y concentración que necesitaban mientras que en el hogar de Jimin solamente estaba él y sus dulces padres.

Llegaban al complejo de apartamentos en donde el residía. Tomarían el elevador puesto que su departamento estaba en una de las plantas altas.

Subían al elevador junto a otros tres sujetos que fueron saliendo de este tan pronto llegaban a sus pisos dejándote a ti y Jimin solos. De repente, el elevador se sacudía y apagaba sus luces provocando nervios intensos.

—Oh no —Decía Jimin mirando cada esquina del elevador pareciendo analizar lo que estaba pasando— Espera —Sacaba su teléfono y activaba su linterna apuntándote directamente en la cara molestando tu vista haciendo que te taparas con tu mano para bloquear la intensa luz que entraba a tus ojos sin piedad— Lo siento, ¿estas bien?

—Casi me dejas ciega —Decías frotando tus ojos— No me digas que esta cosa se atoró

—Me gustaría decirte que no pero así es, es momento de dejar nuestros testamentos en alguno de las hojas de nuestros cuadernos —Jimin bromeaba

—¡Cállate! —Golpeabas su hombro— ¿Sabes que voy a poner en mi testamento? Que Jimin es un idiota

El reía y se caminaba hacía el tablero de botones de mando del elevador presionando el que llevaba una campana como símbolo para usarlo en caso de emergencias como esas. Él lo oprimió y se sentó lo que tu imitaste dejando tu mochila a un lado descansando tu espalda contra una de las paredes del elevador. Tú también encendiste la linterna de tu celular y lo dejaste en el piso frente a ustedes para que funcionara como luz, Jimin hizo lo mismo y ahora no estaban a oscuras.
Jimin ya había llamado a sus padres quienes se angustiaron al principio, pero se tranquilizaron al saber que su hijo no estaba solo para luego avisar que darían aviso al personal del edificio y si era necesario, a los bomberos.

Solo quedaba esperar y rogar que los escenarios catastróficos no cruzaran por sus cabezas.

—Entre tantas cosas que pensé que podrían pasarme, quedarme atorada en un elevador no estaba entre esas cosas —Comentaste con cierto sarcasmo a lo que Jimin respondió con una risa mientras cubría su boca con su mano. Estabas comenzando a ponerte nerviosa y entrar en pánico convenciéndote a ti misma de que el oxígeno estaba siendo cada vez menos, pero Jimin te aseguró que solo era un invento de tu imaginación.

Ya había pasado media hora y ustedes solamente habían conversado un poco llegando a la conclusión de que comenzarían a hacer su proyecto ahí en lo que venían por ustedes, estaban perdiendo tiempo vital.
Comenzaban a ojear los cuadernos, pero ambos cerraron lentamente sus ojos ante el cansancio quedándose completamente dormidos sin darse cuenta. No supiste cuanto tiempo pasó, pero una sacudida del elevador fue la responsable de que ambos despertaran completamente asustados, pensaban que era su fin.

—Bien, tal vez llegó el momento de morir y como puede que esta sea mi ultima oportunidad diré lo que tenga que decir —No sabías si estabas delirando o de verdad ibas a morir junto a Jimin en un escenario que no esperabas en lo absoluto— Yo fui quien borró por accidente el archivo en donde escribiste la primera hoja de tu ensayo en primer año —Recuerdas lo mucho que Jimin buscó ese archivo, entró en pánico y luego de no encontrarlo, pasar por una etapa de enfado, rechazo y finalmente, la aceptación, tuvo que reescribirlo de nuevo. Quisiste decírselo, pero ver a Jimin enfadado era realmente aterrador e irreconocible puesto que su personalidad era dulce, tierna y cálido.

—¿Qué tu hiciste qué? —Volteo su mirada rápidamente hacia ti fulminándote con ella. Tu comenzabas a reírte nerviosamente, pero Jimin no repetía tu acción— ¿Sabes cuanto tardé en reescribir esa maldita hoja? Era la introducción y tú, más que nadie, sabe cuanto detesto las primeras hojas de los ensayos —Jimin siempre odiaba escribir las introducciones porque lo veía algo difícil.

—El pasado ya pasó, hay que superar cosas y estas será una de esas —Tomabas su mano acariciándola para evitar su enojo, aunque sabías que Jimin lo dejaría pasar al ya haber pasado tres años después de aquel fatídico episodio. Jimin regresaba tu mano a tu pierna dejándola ahí preparándose para contratacar.

—Yo rompí tus audífonos nuevos por accidente —Recuerdas que en ultimo año de la escuela compraste unos audífonos luego de perder los originales de tu teléfono. Funcionaban de maravilla a pesar de no ser los originales, luego se los prestaste a Jimin quien te los devolvió dejándolos sobre tu mesa, cuando los tomaste y guardaste en el bolsillo externo de tu mochila. Al terminar las clases, saliste de la escuela tomando tu teléfono y audífonos para escuchar música mientras caminabas en camino a tu hogar, pero al conectarlos y llevarlos a tus oídos quedándote algo frustrada al no escuchar nada en ninguno de los dos auriculares quedándote sin audífonos por varios meses al gastarte el dinero en los que ahora estaban estropeados— Y también olvidé entregar la tarea que me encargaste cuando no pudiste ir a la escuela por tu fuerte gripe

—Jimin, te perdono con respecto a los audífonos, pero la tarea —Hacías una pausa y suspirabas— Pero la tarea, ven aquí —Lo tomabas por el cuello de su camisa acercándolo a tu rostro— ¿Sabes las horas que me costó poder nivelar esa nota? Me gané el desprecio de la maestra

—Déjame, estamos a mano —Jimin no podía evitar reír— Lo de mi ensayo fue más grave, acéptalo

—Esa carita tan tierna parece ser una máscara —Lo sacudías suavemente, era obvio que era en broma, pero era divertido hacerlo. En ese momento, el elevador se sacudió encendiendo sus luces de nuevo y abriendo sus puertas dejando ver solamente una gran parte del piso en el que se encontraban junto a personas de mantenimiento y un personal de bomberos quedándose atonitos ante la escena entre ustedes dos. El elevador se había abierto pero su entrada no estaba totalmente a la par con la del piso correspondiente pero solamente era una pequeña diferencia, como subir un escalón. Soltaste a Jimin y saliste rápidamente del elevador.

—Gracias, ¿hay algún policía cerca? Es para capturar a ese rompe audífonos —Decías en broma

—¡Oye! —Jimin te golpeaba suavemente con su mochila. 

𝘽𝙏𝙎 𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 - 𝙄𝙄𝙄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora