Habían pasado dos semanas desde la última vez que viste a Yoongi. Dos semanas en las que has repetido esa conversación en bucle en tu cabeza, preguntándote sinfín de cosas que te angustiaban o simplemente te dejaban pensando.
Ahora, eras tú quien buscaba a Yoongi pues sentías una necesidad enorme de volver a hablar con él, de disculparte por algunas cosas y proponer algo. No sabías como iba a resultar, pero estabas preparada para cualquier tipo de situación que se pudiera presentar.
Saliste del trabajo y cambiaste un poco tu camino para ir a la estación de policía en la que trabajaba Yoongi. Sabías cual era pues cuando te mostró su placa, lograste visualizar casi de milagro, el nombre de la estación en la que laboraba así que sabías bien a donde ir con la seguridad de encontrarlo ahí.
Querías decirle varías cosas, aunque no sabías como empezar a organizar todas las ideas en tu cabeza y expulsarlas por tu boca de la manera más apta posible.
Al llegar a la estación de policía, buscaste a Yoongi con la mirada en alguno de los escritorios que estaban ahí, pero él no estaba ahí así que tuviste que preguntarle a alguno de los policías presentes.
—Ah, buenas noches —Saludaste a uno chico relativamente joven con una reverencia. Él alzó su mirada del computador para prestarte atención.
—Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarle? —Su voz era suave.
—Si...estoy buscando a Min Yoongi, ¿sabe dónde puedo encontrarlo? —Tenías algo de miedo por la posible negativa a tu pregunta.
—¿Quién lo busca?
—S-soy una amiga de él y me dijo que podía encontrarlo aquí —Fue la excusa más tonta que se te había ocurrido— Le suplico que me diga si está aquí
Justo, viste a Yoongi salir de un pasillo. Al verte, se quedó estático y su mirada se endureció cosa que te quitó por completo tu tranquilidad porque a pesar de evaluar esa reacción con anterioridad, tu cerebro entró en algo de corto circuito y te bloqueaste por completo.
Se acercó al escritorio de su amigo y solamente fijó su mirada en él.
—Sunbaenim, ella te busca —Dijo aquel chico— ¿La conoces?
—Si, es una amiga. Iré por mis llaves y me iré, nos vemos mañana —Se despidió de su amigo y luego volvió su mirada a ti— Espérame afuera
Asentiste suavemente, agradeciste al chico y saliste de la estación para seguir la indicación de Yoongi. Esperaste alrededor de cinco minutos para luego ver a Yoongi cruzar por la puerta con sus llaves en mano y un semblante dominante dirigiéndote de inmediato la mirada.
—Vamos —Fue lo unico que dijo para seguir caminando con el propósito de que tú lo siguieras.
—Yoongi —Lo llamaste para detenerlo. Él lo hizo y tú te acercaste por detrás— Necesito hablarte sobre lo que pasó la otra noche
—Lo sé, vamos a otro lado
Sin más, lo seguiste a su auto y te subiste a este. El camino fue incomodo porque no se cruzaron palabras, todo fue silencio de esos que incomodaba hasta el sonido de la respiración; tuviste el impulso de hablar en repetidas ocasiones, pero no encontrabas la manera de comenzar una conversación.
Te percataste que estaba tomando el camino en dirección al ayuntamiento, o bueno, eso sospechabas.
Acertaste.
Al llegar, bajaron del auto y Yoongi tomó la batuta del camino, haciendo que lo siguieras hasta casi la mitad de la zona verde que ofrecía el ayuntamiento. Una vez allí, él solamente se detuvo y suspiró; fue un suspiro lleno de nostalgia que fue seguido por una rápida mirada al oscuro cielo que estaba totalmente despejado y con una brillante luna. Acto seguido, se recostó en el césped, puso sus brazos tras su cabeza usándolos como almohada, cerró sus ojos y tú no pudiste evitar sentirte desconcertada.