—Hey, ¿puedo pasar? —Dijiste asomando un poco la cabeza por la puerta viendo a Yoongi recostado en su cama con un semblante de cansancio. Era más que obvio, acababa de salir de su cirugía de hombro. El asentía y tu entrabas cerrando la puerta tras de ti— ¿Cómo te sientes?
—Tengo efecto de la morfina, me siento espectacular —Su voz era ronca y sus ojos ligeramente más cerrados que de costumbre, sin embargo, esbozaba una débil sonrisa— No entiendo por qué evité la cirugía si de todas maneras iba a llegar
—Es un buen punto —Dejabas la bolsa de tela que llevabas contigo suavemente en los pies de la cama para luego sentarte— Traje algunas cosas que siento y son importantes para cuidarte en estos días de invalidez —Eras la encargada de cuidar de Yoongi en su recuperación por la cirugía de hombro. Su brazo izquierdo estaba inmovilizado para que el hombro curará. Sin embargo, a pesar de que su mano dominante era la derecha y no la izquierda por lo que no sonaba un problema que su mano izquierda no pudiera moverse en ese momento, sí que era necesario ayudarle en varias cosas, más bien, casi todas en las que tenías que usar ambas manos.
—¿Qué se te ocurrió esta vez?
—Tu calla y observa —Levantabas tu dedo índice hacia indicándole que guardara silencio de manera bromista— Traje un juego de preguntas, una lista de películas que podríamos ver, una manta nueva como regalo y esto —Tomabas una campana pequeña que habías comprado en una tienda de antigüedades— Úsala cuando esté fuera de tu habitación para llamarme por si necesitas algo
Se la alcanzabas y él la tomaba comenzando a inspeccionarla con la mirada. Sonreía burlonamente y la dejaba sobre la mesa de noche a su lado.
—Ahora, ¿tienes hambre? —Preguntabas.
—Si, no he comido en más de veinticuatro horas. Ya sabes, los requisitos para la cirugía
—Bien, entonces te prepararé algo ligero para comer porque ya es muy noche —Te levantabas de la cama— ¿Qué tienes en la cocina de ligero?
—Ah, cucharas, tenedores y palillos
—Que gracioso —Fingías una risa— Hablaba de la comida, idiota
—La morfina, lo siento —La comisura de su boca se curvó— Creo que hay una sopa instantánea de verduras
—Perfecto, volveré en unos minutos —Salías de la habitación.
Calentabas algo de agua en una pequeña tetera y comenzabas a husmear entre la alacena de Yoongi para encontrar esta sopa de la que te habló, pero el sonido no tan agudo ni grave te asustaba un poco e interrumpía tu búsqueda. Yoongi necesitaba algo.
Caminabas rápidamente a la habitación para averiguar que era eso que necesitaba.
—¿Qué necesitas? —Bufó divertido al escucharte tan preocupada.
—Nada, solo quería asegurarme que si vendrías si la toco —Rodaste los ojos— Puedes continuar
—Si no tuvieras el brazo invalido, te prometo que te golpearía, pero soy demasiada buena persona así que me lo guardaré hasta que te recuperes —Regresabas a la cocina.
El agua hirvió, destapaste la sopa y vertiste la caliente agua y dejabas que los fideos se ablandaran, tomaste unos palillos y regresaste a la habitación en donde encontrarías a Yoongi bastante somnoliento. Luchaba por mantener sus ojos abiertos, por más que quisieras dejarlo dormir, él debía comer algo.
Le pasabas la sopa advirtiéndole que estaba caliente y debía tener cuidado, el la abría y comenzaba a revolverlo con sus palillos. Un bocado, dos, tres hasta por fin terminar todo el contenido de este envase.
