Jungkook era tu hermano mayor. Su padre se casó con tu madre cuando Jungkook tenía solamente cuatro años y tú, 1 año.
A pesar de la diferencia de edad, ambos eran confidentes del otro y trataban de aconsejarse o ayudarse en cualquier cosa que lo ameritara y hoy, era una de esas situaciones en donde lo ameritaba.
Estabas teniendo problemas con algunas cosas en matemáticas y necesitabas una mano generosa que se apiadara de ti y te ayudara así que los más lógico fue acudir a Jungkook. Caminabas pocos pasos a su habitación donde tocaste la puerta esperando por su permiso para entrar, en cuanto te lo dio, asomaste tu cabeza para observar lo que hacía dentro de su habitación.
—Hey —Dijiste al verlo recostado plácidamente en su cama revisando su celular. Caminabas hasta llegar a su cama en donde te sentaste a su lado— ¿Sabias que eres mi hermano favorito?
—Soy tú unico hermano —Respondió vacilante— ¿En que puedo ayudarte?
—Me haces parecer una interesada
—¿Entonces vienes aquí solamente para hacerme compañía y decirme cuanto me quieres? —Dejó su celular a un lado y te miró cuestionándote. No respondías nada otorgándole el silencio como respuesta— Eso creí, ¿en que puedo ayudarte?
—Bien. Estoy teniendo algunos pequeños inconvenientes en mi tarea de matemáticas y quisiera que me ayudaras en eso
—¿Qué hay de tus amigos?
—Digamos que entre mi lista de amigos no está el más listo del salón y los ejercicios son algo difíciles entonces por eso estoy aquí. Por desesperación —Lo mirabas con ojos tiernos solo para intentar que accediera sin problema alguno. Esa técnica casi siempre funcionaba con Jungkook.
—No me mires así. Yo te ayudaré, pero no te aseguro nada —Se levantó de su cama lentamente mientras se incorporaba— Pero, quiero algo a cambio —Cuando le pedías favores, él no solía pedirte algo a cambio, pero ahora, que tenías algo de dinero ahorrado por un trabajo que tuviste durante el verano, lo hacía y aprovechaba al máximo esto.
—¿Qué quieres esta vez? —Te levantaste de la cama tal y como lo había hecho él.
—Paquete de doce leches de banana
—Uno de seis
—Trato hecho —Extendió su mano y tú la estrechaste para cerrar el trato que se había hecho.
Salieron de su habitación para entrar a la tuya en donde tus libros estaban totalmente esparcidos en tu escritorio demostrando que ya habías intentado de todo para encontrar la manera de resolver aquellos ejercicios. Jungkook miró sorprendido todo el desorden y se sentó en la silla frente al escritorio comenzando a hojear el libro donde estaban esos problemas. Tú te sentaste en la cama tras de él rogando porque su cerebro universitario lo lograra.
Mientras Jungkook los resolvía, bajaste a la cocina por algo de comer y beber para alentar a Jungkook desde su estómago, el lugar por donde los demás deberían conquistar a Jungkook para que el caiga en los encantos de una persona.
Primero el estómago, luego el corazón.
—¿Y? —Preguntaste impaciente mientras tomabas de tu jugo.
—No están tan difíciles, solo tenías que derivar y tener en cuenta las funciones trigonométricas
—¿Desde cuando eres tan cerebrito en matemáticas?, según yo, no eras el mejor en matemáticas de tu clase
—Pero tampoco el peor —Dijo jugando con el lápiz demostrando una seguridad envidiable y eso te tranquilizaba quitándote un peso enorme de los hombros— Listo, eso es todo —Se levantó de la silla y te invito a que fueras tú quien se sentara para que él te mostrara lo que hizo.
Luego de eso, él te recordó sobre el trato y tú le dijiste que le darías lo acordado en el trato pactado una hora antes. Se lo darías en cuanto llegaras de la escuela.
Él se retiró de tu habitación feliz y campante. Tú respirabas más tranquilamente y empacabas tus cuadernos para el día siguiente y los demás implementos necesarios para otro día de clases....
—Hola mamá, ¿qué tal el día? —Saludabas a tu mamá quien estaba sentada en el sillón de la casa leyendo un libro que había comenzado hace dos días.
—Un tranquilo día, hoy pude salir más temprano del trabajo así que estoy descansando al máximo porque cosas como estas, no pasan todos los días —Te dedicó una sonrisa cálida— En cuanto llegue Jungkook nos iremos a almorzar juntos
—A él es a quien necesito —Dijiste en voz baja para que ella no pudiera escucharte— Si, está bien. Iré a descansar un poco
Subías a tu habitación, tiraste tu mochila en la silla y luego te recostabas en tu cama en donde cerrabas tus ojos para quedarte dormida luego de un día largo de clases.
...
No sabías cuanto tiempo te habías quedado dormida, pero supusiste que no había sido mucho tiempo ya que la luz del sol aún alumbraba la ciudad. La voz de Jungkook era la responsable de que despertaras cosa que te irritó en cierta cantidad.
—A ti te quería ver —Dijiste con la voz cansada
—Si, lo sé. Me quieres agradecer por lo de matemáticas, pero lo que no veo son las leches de banana, ¿puedo saber por qué? —Se sentó en la cama y tú aprovechaste su estado de vulnerabilidad para lanzarle una almohada— ¡Oye!
—Eso es lo unico que voy a darte por "ayudarme" en mi tarea de matemáticas —Levantabas comillas con tus dedos al decir la palabra "ayudarme" para darle a entender tu mensaje más fácilmente.
—¿Por qué lo dices?
—¡Solo le atinaste a dos de diez ejercicios! —Sacabas tu cuaderno para mostrarle la devastadora calificación del día— Mira
Él tomó el cuaderno para verificar lo que le decías. Al verlo, se sorprendió y te lo devolvió algo apenado e indignado.
—Mientras hacías eso, estaba demasiado confiada porque te veías muy seguro, pero ahora veo que me equivoqué
—Primero que todo, supongo que mi conocimiento en matemáticas se oxidó y segundo, ¿sabías que es tú responsabilidad prestar atención en matemáticas?
—¿Vas a darme el discurso de todos los maestros?, ya tuve muchos de esos
—No me puedes echar toda la culpa a mi
—No, no toda, pero si la mayoría —Te cruzaste de brazos— No, no hay recompensa y tampoco un buen promedio en matemáticas
—Al menos una botella por haber intentado
—¿Y tú crees que a mi los maestros me dan una buena calificación solo por haberlo intentado?
—Tú no eres maestra —Lo miraste con esa mirada que, si matan, él ya hubiera dejado de respirar hace unos minutos— Hagamos esto, tú me das una botella y yo te dejo colorear mis tatuajes como se te plazca con marcador permanente y me iré a la universidad con camisas manga corta por tres días para que todos vean tu obra de arte
—¿Eres consciente que no los colorearé de maneras que sean agradables para la vista?
—Si y eso me asusta. Ahora que lo pienso, dos botellas por colorear mis tatuajes, ¿trato?
—Te vas a arrepentir, para ser mi hermano mayor debes ser más visionario —Estrechabas su mano para cerrar el segundo trato.
—Si, ya me arrepentí.
Perdón por la ausencia, las ultimas semanas no han sido del todo buenas y no tenía los ánimos o la creatividad para escribir.
Espero que estén saludables física y mentalmente <3