Yoongi se había ido de viaje a su ciudad natal. El extrañaba mucho su ciudad natal así que no dudo ni un segundo en comprar un boleto de tren que saliera lo más pronto posible a Daegu. Él quería llevarte, pero desafortunadamente no era posible ya que tenías un apretado horario de clases en la universidad que debías atender, además, estabas en plena etapa de exámenes por lo que faltar algunas clases no era en lo absoluto una opción así que el dijo que te documentaria todo por chat las veinticuatro horas del día.
En los primeros cuatro días el te había comentado sobre la deliciosa cena con la que sus padres lo habían recibido, los lugares a los que volvió después de muchos años, en fin, todo sonaba divertido.
Yoongi: ¡____!, tienes que ver esto
_____: ¿Qué ocurre Yoongi?
Yoongi: No vas a creerlo, estoy casi llorando de la emoción
____: Muéstrame ya, me estoy emocionando más de la cuenta sin siquiera saber de qué se trata
Yoongi:
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_____: Vaya, que botella más autentica
Yoongi: ¡ES MI ROSTRO EN UNA BOTELLA DE COCA COLA!, ¿No es increíble?
_____: Vas a tener que traerme muchas de esas para poder tomarlas todo el tiempo y ver como la cara de mi persona favorita esta en la etiqueta, de seguro el contenido de esas botellas debe saber a éxito.
_____: Cuidado con lo que pides niña
La conversación siguió con entusiasmo ante la notoria emoción de Yoongi al ver su cara impresa en la etiqueta de su bebida favorita y la de millones alrededor del mundo.
Pasaron los días y después de unas merecidas vacaciones de Yoongi, regresó de nuevo a Seúl con un semblante más fresco y listo para lo que la estresante vida de ciudad tenía que ofrecerle. Tan pronto como regresó, te llamó para proponerte un encuentro en tu departamento y poder compartir todas sus experiencias y a la vez, las tuyas. Tu ordenaste comida para poder hacer de ese rato uno más ameno, la comida arreglaba muchas cosas.
El timbre sonó y abriste entusiasmadamente al saber la persona que estaba al otro lado de la puerta quien te recibió con una amable sonrisa. Entró a tu departamento poniéndose cómodo a lo que tu sacaste la comida y comenzaste a repartirla entre ambos.
—Hey, traje algo para ti, pero está en el auto, ¿te importa si bajo un segundo por él? —Al terminar los manjares, Yoongi no pudo contener su obvia emoción. Se notaba a leguas durante la comida que tenía algo que decirte. Tu respondías con un "no hay problema, ve" y el se levantaba de inmediato saliendo de tu departamento lo que te hizo quedarte sola. Comenzaste a levantar la basura que se produjo durante la comida, pero fuiste interrumpida al escuchar de nuevo el timbre de tu hogar indicando que Yoongi había regresado de su pequeño recorrido de ida y vuelta desde el estacionamiento hasta tu departamento— Regresé —Habló entusiasmado tan pronto como lo viste al abrir. El entró con una caja que se veía algo pesada entre sus manos, la puso en el sillón y te invitó a sentarte junto a él para abrirla. En cuanto lo hiciste, te encontraste con botellas de refresco con la cara de Yoongi impresa en sus etiquetas, estaban cuidadosamente empacadas para que no se rompieran en el camino— ¡Sorpresa!
—Es increíble —Decías con asombro. Eran alrededor de treinta y cuatro botellas lo que significaba que durarían lo suficiente para detestar la bebida después de tanto beberla— Soy oficialmente la dueña de la mayor colección de refrescos de con la cara del mismísimo Min Yoongi
—De seguro que lo eres —Decía mirándote tiernamente
—Pero ¿no crees que te excediste?
—Tu misma lo dijiste, querías muchas de estas y como no especificaste de cuantas hablabas, me dejé llevar —Subía y bajaba sus hombros.
