( 49 - Namjoon )

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Estabas implorando la hora de la salida del almuerzo. La jornada laboral cada vez se volvía más lenta y eso jugaba totalmente en contra de tus ganas de dormir, de tener hambre y uno que otro dolor en el trasero por pasar tanto tiempo sentada. Trabajabas como periodista, amabas lo que hacías pero eso no quitaba el hecho de que te sintieras agotada en ciertas ocasiones.

Definitivamente, eso de ser adulto ya no estaba siendo divertido. Ahora que lo piensas, ¿en qué momento lo fue?

Estabas trabajando en una nota sobre la presión que las escuelas ponían sobre sus estudiantes, cosa que te hacía recordar tus días de estudiante llegándote a sentir identificada en muchas de las cosas que encontraste al entrevistar varios de los chicos que accedieron a dar su punto de vista frente al tema.

Mientras escribías, tu teléfono sonó. Lo tomaste y atendiste rápidamente sin siquiera ver de quien se trataba.

—¿Hola?

—Hey, ¿cómo estás? —La voz de Namjoon con un tono alegre y optimista— Suenas algo cansada.

—Has mejorado tus habilidades de adivina, ¿tienes algún consejo para mi? —Sonreías débilmente. Dejabas de escribir y prestabas toda tu atención a la llamada de Namjoon— ¿Y tú cómo estás?

—Estoy muy bien —Namjoon estaba teniendo el mejor día de su vida, al parecer— Tengo la solución a tu cansancio

—¿Vas a mantenerme y podré renunciar al trabajo?

—No digas estupideces —Se escuchó una risa que rápidamente, fue contagiada— Baja, estoy en la recepción

—¿Qué? —Necesitabas que repitiera eso. Se suponía que Namjoon estaba en Estados Unidos haciendo su maestría en arte.

—Si, baja. Aquí estoy

—Maldición, me estoy jugando el trabajo por ti. Más te vale que no me estés haciendo una broma —Estabas en plena hora laboral y salirte de tu puesto de trabajo no era del todo bueno.

Colgabas la llamada, te levantabas de tu asiento y pedías a un compañero de confianza que te cubriera en caso de que la jefe diera una ronda sorpresa por los puestos de trabajo. Una vez bajaste a la recepción, comenzaste a buscar con la mirada a un chico de 1.80 de estatura, tez ligeramente acaramelada y quien sabe que corte de cabello tendría.

—¡Hola! —Namjoon aparecía por atrás totalmente feliz y con un semblante relajado. Te asustaba su repentina acción.

—Dios, no hagas eso —Tocaba tu pecho. Se fundieron en un abrazo cálido que hace tiempo no se daban, más exactamente, dos años sin verse en persona parecía una eternidad— ¿Qué diablos haces aquí?

—Vacaciones —Respondió rápidamente— Llegué ayer en la mañana

—Con razón no contestabas mis mensajes —Ahora todo tenía sentido— ¿Qué tal el vuelo?

—Todavía me duele el trasero —Sobó su nalga derecha mientras hacía una mueca de dolor. SI que era dramático cuando se lo proponía— Ahora, a lo que vine —Se agachó y tomó el maletín de mano que traía, lo abrió y comenzó a buscar algo en el. Sin embargo, luego de revolver las cosas dentro de el, se comenzaba a ver algo ansioso y frustrado.

—¿Namjoon? —Preguntaste para verificar si todo estaba bien.

—Eh —Se levantó lentamente y rascó su nuca con nerviosismo— Creo que lo dejé en casa

—¿De qué hablas?

—Te traje algo de Estados Unidos y lo olvidé en casa —Su mirada baja en señal de vergüenza era obvia y te causaba ternura. Namjoon no era torpe, solo era alguien que solía tener ciertos tropiezos que cualquiera podría tener— Hice que bajaras hasta aquí para nada, lo siento

—Oye, no bajé aquí para nada —Tomabas su mano para consolarlo un poco— Te pude ver, eso es suficiente.

Su mirada se encontró con la tuya y sus mejillas se ruborizaban ligeramente dándote un vista realmente maravillosa.

—Pero el brazalete que tanto querías...

—Espera, ¿hablas del brazalete que solo vendían en Estados Unidos que fue lanzado por mi cantante favorito? —El asentía— Estoy tratando de no golpearte, enserio que me contengo

—¡Oye!

—Namjoon, me alegra mucho verte pero que dejaras el brazalete no te lo perdono nunca—Lo decías bromeando y siendo muy dramática, pero nunca venía mal una pequeña dramatización— Me autoinvito a tu casa, fin del veredicto

—Pero...

—Sh —Ponías tu dedo índice en sus labios para impedir que hablara— Esta noche yo llevo el helado y mi muñeca para modelar ese brazalete. 






Dios, batallé demasiado intentado subir este shot. 
Ya saben, la universidad me asfixia y he tenido problemas con el archivo donde escribo los borradores de los shots :(
En fin, espero que todos se encuentren muy bien <3

𝘽𝙏𝙎 𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 - 𝙄𝙄𝙄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora