Tal vez, esta sería la ultima vez en un buen tiempo que verías a Namjoon. Estaba a punto de emprender un viaje a Estados Unidos en busca de una oportunidad para trabajar como productor en una de las empresas más grandes de música. La despedida en el aeropuerto era algo que no querías vivir del todo, te deprimía saber que estabas despidiendo a tu pareja y con el temor de que la relación se acabara a causa de la distancia.
—¿Estas bien? —Los padres de Namjoon te llevarían a ti y a su hijo al aeropuerto en su auto. Durante todo el viaje, no pudiste soltar la mano de Namjoon y el la tuya. Fue cuestión de segundos para que las lagrimas se deslizaran por tus mejillas sin siquiera haber llegado al aeropuerto— Pero ni siquiera llegamos y ya estas llorando
—¿Podrías dejarme vivir esto al máximo? —Decías sonriendo, pero sin dejar de llorar lo que le hizo mucha gracia a Namjoon
El auto siguió su trayecto y tu mirabas a Namjoon en repetidas ocasiones y él te respondía con una sonrisa cálida y tierna dejando ver esos marcados hoyuelos en sus mejillas. Un poco de música logró alegrar el ambiente lo que te ayudo a distraerte y pasar el rato más ameno
Llegaron al aeropuerto, no estaba para nada congestionado ya que la época del año donde Namjoon viajaría no era para vacacionar al estar en una fecha donde todos trabajaban, iban a la escuela o universidad, entre otras actividades. Namjoon realizaba los correspondientes tramites para poder registrarse y tomar el vuelo, el cual, estaba previsto para despegar en 1 hora. Durante treinta minutos estuvieron todos juntos conversando sobre cualquier cosa hasta que llegó la hora en que Namjoon tendría que entrar en migración para realizar la otra parte de los tramites y esperar el avión.
—Bien, es momento de partir —Decía Namjoon mirándote con nostalgia lo que te logró debilitar y dejar que tus ojos liberaran aquellas lagrimas que tanto te esforzaste por aguantar. Namjoon se despidió primero de sus padres quienes no pudieron evitar sentirse algo tristes al dejar ir a su hijo, pero comprendían que el era dueño de su vida y si el tenía que ir al otro lado del mundo a perseguir sus sueños, ellos lo apoyarían. Luego, se dirigió a ti y te envolvió entre sus brazos. La verdad, desde que Namjoon te habló sobre irse, nunca mostraste resistencia y lo apoyaste en ir a perseguir eso que el tanto había querido desde hace tiempo— Te extrañaré mucho —Decía mientras acariciaba suavemente tu cabeza.
—Yo más, cuídate mucho y no olvides que aquí en Corea hay alguien que te ama con todas sus fuerzas —Tu escondías tu rostro en su pecho.
—Y tu recuerda que a donde sea que vaya, voy a amarte cada día de mi vida
Se soltaban y luego sus labios se juntaban en un tierno y corto beso.
Namjoon caminaba adentrándose en migración y finalmente, lo perdiste de vista.
...
Pasaron las horas y Namjoon aún no se reportaba, dijo que tan pronto pisara Estados Unidos, el se comunicaría contigo para decirte que estaba a salvo y que estaba en camino a el departamento que había visto con meses de anticipación, pero él no había llamado y se suponía que ya tenía que haber llegado. Supusiste que estaba ocupado y que aún no conseguía un chip para comunicarse.
El timbre sonó y tu fuiste emocionadamente a recibir lo que, según tú, eran golosinas de tu país que tu familia te envió—¿Qué diablos haces aquí?
—Ah —Namjoon era la persona al otro lado de la puerta— Hola, ¿puedo pasar? —Asentías, pero sin dejar el asombro a un lado al ver a la persona que, según, estaba en Estados Unidos
—¿Qué carajos haces aquí?, Yo te visualizaba en Estados Unidos hablando con tu perfecto ingles
—Yo igual, pero ocurrió algo insólito, siéntate —Tomaba asiento en el sillón y daba golpesitos a su lado para que te sentaras en este espacio— No me lo vas a creer, justo cuando iba a abordar el avión, alguien sospechoso se me acercó y me dijo que lo siguiera porque era el elegido, me arrincono en un lugar solitario y comenzó a decirme "tienes una misión del gobierno surcoreano, pero no puedes salir del país. No te preocupes, te pagaremos muy bien, tan bien que podrás mantenerte a ti y a tu familia por alrededor de 5 años —Te miraba expectante a tu respuesta, pero tu solo le dabas una mirada de "¿enserio?" sarcástico— Lo siento —Sonreia y luego se irritaba— Entré al baño de la sala de espera junto a mi mochila, necesitaba sacar algo de esta en el cubículo y saqué un momento mi pasaporte porque me estorbaba para sacar lo que necesitaba así que lo puse a un lado pero salí y olvidé que lo había dejado allí —Sabías a donde venía esa conversación— Cuando iba a abordar, metí mi mano a la mochila y no lo encontré pero recordé lo del baño y regresé tan rápido como pude —Su mirada se clavaba en el suelo algo avergonzado— No lo encontré, perdí mi vuelo y traté de buscarlo en el aeropuerto pero no lo encontré, fui a objetos perdidos pero nadie lo había dejado allí
—¿Por qué creí que podías viajar solo sin perder nada?
—¡Oye! —Te empujaba suavemente sin hacerte daño— Lo peor aún no llega. No se lo he dicho a mis padres y siento que me matarán
—¿Cómo es que sobrevives?