( 29 - Hoseok )

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Dos de la madrugada, la banqueta de cemento era incomoda, la celda algo fría y maltratada. La estación de policía no descansaba y las noches eran más o igual de activa que el día. Sentada en la banqueta mientras abrazabas tus piernas contra tu pecho intentando conservar el calor lo que no resultaba del todo exitoso. Llegaste a ese lugar a la una y cincuenta de la mañana por lo que aún no te habían dado la oportunidad de llamar a alguien para que te ayudara a salir del lugar pagando una fianza.

Aguardabas pacientemente siendo la única en la celda. Un bullicio se acercaba a tu lugar llamando tu atención casi al instante. Un policía llevando a un chico esposado quien ponía resistencia.

—Espera, ¿Qué? —Decías en voz baja al ver al chico ingresar a la celda de al lado. Ese rostro era conocido. El entraba a la celda y se sentaba en el banco totalmente angustiado con un toque de enojo. Tu te acercabas a la reja que dividía tu celda con la de el para corroborar si aquel rostro era en el que estabas pensando o solamente alguien muy parecido— ¿Hoseok?

—¿Eh? —El te volteaba a mirar mientras echaba su cabello para atrás con su mano— ¿_____?

—¿Qué diablos haces aquí?

—¿Crees estar en condiciones de preguntarme eso? —Básicamente, tenía razón. El se acercaba a la reja cortando los metros que los separaban— ¿Hace cuánto tiempo llegaste?

—Algunos minutos, estoy esperando la llamada que tengo por derecho para que alguien venga por mi y pague la fianza

—Lo dices tan tranquila, ¿acaso a la persona que vas a llamar estará de acuerdo en que estes aquí?

—No, pero ya estoy aquí y no hay nada que lo cambie —Suspirabas— Llamaré a mi hermana, ella vive en el centro de la ciudad y se que me va a ayudar a cubrirlo con mis padres

El hecho de que el estuviera ahí era totalmente desconcertante teniendo en cuenta el historial impecable de Hoseok, era conocido por sus buenas acciones entre sus vecinos y compañeros, un chico lleno de luz y tranquilidad. Tu y el no eran cercanos, solamente sabían de su existencia al ser compañeros de salón.

—Espero que así sea

—Ah, ¿vas a decirme que haces aquí? —Preguntabas de nuevo— Digo, solo si quieres

—El equipo de básquetbol me invitó a una fiesta, debí saber desde un principio que no era buena idea ir —Soltaba una corta y leve risa— El punto es que las cosas se complicaron en la fiesta y la policía llegó, no sé cómo, pero ellos ya tenían arreglado que yo fuera el único que resultara arrestado

—Imbéciles —Bufabas en señal de malestar— Tienen un complejo de superioridad ridículo solo por pertenecer a un estúpido equipo —Te causaba mucho coraje pensar que un grupo de chicos con un cerebro de plástico se aprovechaba del buen corazón de muchos estudiantes que solo buscaban una vida social o algo de aprobación. Hoseok era el blanco perfecto, su vida social era desconocida en la escuela, no tenía amigos, pero eso no le impedía tener un corazón puro.

—Te ves muy enojada

—Lo estoy —Respondías secamente— Es todo muy injusto, chicos como tú no lo merecen

—¿Chicos como yo?

—Si, chicos como tú. Hoseok, soy buena observando a la gente y cuando se trata de ti, se que eres un chico bueno que no sería capaz de matar a una mosca —Querías darle algo de consuelo, pero sin dejar de decir la verdad sobre tu percepción de el— Cuando salgamos, te invitaré a comer o a pasear para que no tengas que aceptar ninguna otra invitación de esos idiotas

—Gracias, pero créeme que no soy tan imbécil como para aceptar otra invitación de esos chicos luego de lo que pasó hoy —Ambos reían— Igual, acepto la invitación. Ahora, ¿no crees que es tu turno de decirme que haces aquí?

—Ah, resulta que olvidé pasar algo por la caja y se me acusó de robo —Sabías que ser distraída podría traer problemas, pero no te imaginabas que uno de esos problemas sería relacionado con la ley— Si tan solo me dieran las grabaciones de las cámaras de seguridad, me reiría horas con la cara que debí poner cuando me acusaron

—Supongo que el gerente del lugar debe estar muerto de la risa

Entablaron una conversación luego de compartir la razón de su detención. Hoseok te habló de lo emocionado que se encontraba ya que se había anotado para ser voluntario en un refugio de perros rescatados y/o maltratados. Este voluntariado lo tomaría los sábados en las tardes cosa que te parecía muy tierno por lo que le pediste si podía conseguirte una vacante ya que sería una buena manera para pasar el tiempo y que mejor que con perritos a los que podrías ayudar. El dijo que te conseguiría esa vacante en cuanto regresara a casa.

...

—¿Tu hermana logró cubrirte? —Preguntaba Hoseok mientras juntos caminaban hacía el salón de clases

—Al principio sí, pero horas después mis padres se enteraron

—¿Y que pasó?

—Simplemente me aconsejaron que intentara ser menos distraída porque si volvía a pasar nadie me podría sacar de ahí —Te causaba algo de gracia recordar ese momento— Y ahora le debo dinero a mi hermana

—¿Cómo se supone que vas a pagarle? —Tu solo respondías alzando los hombros

—¿Y que hay de tus padres?

—Al principio, se enojaron mucho conmigo, pero en cuanto les hablé sobre lo que pasó me comprendieron y aconsejaron sobre alejarme de esos chicos

—Corrimos con suerte esta vez. Por cierto, gracias por conseguirme esa vacante en el refugio

—No hay de que —Palmeaba tu hombro— ¿Serás capaz de despertar temprano los sábados?

—Por supuesto, eso quiero creer 

𝘽𝙏𝙎 𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 - 𝙄𝙄𝙄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora