El Arte De Ser Invisible (lgbt+)

38. No me mientas

Addie y yo entramos por las puertas del abarrotado instituto para ir hacia nuestras taquillas. Miles de voces se podían oír y demasiada gente iba de un lado a otro con sus mochilas. El día de hoy era otro normal, era el mismo caos de siempre, el cual no había echado de menos estás semanas de vacaciones.

El día de ayer no había hecho absolutamente nada, lo había vuelto a pasar durmiendo y leyendo, aunque debería de haber estudiado, ya que tengo hoy un examen de francés, pero sinceramente me daba mucha pereza estudiar. No estaba en un buen estado mental para aprenderme cosas para un estúpido examen que no me va a servir para nada, así que, por primera vez en mi vida, no he estudiado, bueno, solo he repasado un poco está mañana pero ya está.

Una vez llegamos a nuestro pasillo empujando a la multitud, pude ver como a lo lejos estaban Owen, Chloe y Valerie esperándonos. No voy a mentir, me ha hecho ilusión contemplar a la rubia después de no verla estos días, pero aún así me daba mucha pánico.

Continuamos andando hasta llegar donde ellos estaban, yo bajé la mirada, no quería que me vieran la mala cara que tengo. Tenía ojeras de estos días pese a haber dormido tanto, mis ojos estaban super rojos de llorar y mi rostro estaba algo pálido.

Los tres al verme se acercaron hacia mí, primero Owen me dio un abrazo mientras pasaba su mano por mi espalda. Luego le dio el relevo Chloe, quien también colocó sus brazos en mi espalda y me dio un corto abrazo. Y por último, ella, Valerie.

Yo levanté un poco la mirada y vi su rostro mientras se acercaba hacia mi. Sus labios estaban bajados hacia abajo, sus cejas estaban algo fruncidas y sus ojos algo cerrados. Sus brazos rodearon mi pequeña cintura mientras me traía fuertemente hacia ella y sus manos se pasaban por mi espalda de arriba a abajo. Ella me abrazaba como si no me hubiera visto desde hace años, como si fuera el último abrazo que me iba a dar en toda su vida.

Yo no sabía qué hacer, no sabía cómo actuar y menos cuando se me venían todos los recuerdos del sábado. Así que coloqué mis pequeñas manos en su espalda pero sin apenas aplicar presión. Cerré los ojos, intentando sentir el tan fuerte abrazo que me estaba dando.

Sentía como este abrazo me estaba diciendo tantas palabras que ella no era capaz de decirme, y yo con mis gestos también estaba comunicando mi estado anímico. Ella parecía estar protegiéndome, parecía estar diciéndome "no estás sola", parecía estar expresando que estaba ahí para mí, que ella entendía mi situación.

El abrazo pareció durar horas y horas, pero solo había durado un minuto hasta que se separó de mí a la vez que no apartaba sus ojos de mi cara.

—¿Qué tal estás?— dijo Chloe mirándome.

—Si, ¿cómo estás? Val nos dijo que estabas enferma— Owen también fijó sus ojos en mi. Yo de mientras miraba hacia el suelo, no me estaba gustando está atención que estaba recibiendo, pero al menos la rubia no les ha contado la verdadera razón por la que he faltado.

—E-estoy algo mejor.

Tras mi contestación Addie colocó su brazo alrededor de mis hombros.

—Si, está algo mejor. Vamos a sacar nuestros libros de la taquilla.

Yo me giré y abrí la taquilla, Addie hizo lo mismo que yo. Después, sacamos nuestros libros y tocó el primer timbre, lo que indicaba que había que ir yendo a clase.

—A mi y a Chloe nos toca química, así que nos vamos— Owen colocó su brazo alrededor de Chloe y se fueron hacia su clase.

—A Ellie y a mí nos toca historia del arte juntas.

—Vale chicas, yo tengo matemáticas. Os veo en el recreo— Addie quitó su brazo de mí y comenzó a andar hacia el pasillo donde debía de ir.

Genial, ahora estoy sola con la persona con la que menos quiero hablar en estos momentos, y es que ni siquiera me acordaba que tenía con ella a primera hora.