12. En fin, hombres

16.3K 993 129
                                    

Me encontraba sentada en un mantel rojo con rayas blancas. En el centro había una cesta de madera, la cual tenía dentro varios tipos de comida. Se observaba queso, uvas, patatas fritas de bolsa, sándwiches y dos trozos de tarta de chocolate, mi favorita. A su lado, había dos paquetes de zumo.

¿Dónde estoy?

Miré fuera del mantel y el verde césped podía apreciarse. Supongo que estoy en un parque, pensé. Mi vista estaba nublada, no lograba ver nada.

Levanté mi mirada y lo único que veía era un color blanco. Cuando miré a mi derecha vi algo marrón, supongo que será un árbol. Al mirar a mi izquierda vi lo que parecía ser una chica, aunque no era capaz de ver bien su cara.

La chica parecía llevar un pantalón negro con muchas roturas, que dejaban ver su piel. Además, llevaba unas zapatillas Vans negras.

Yo intenté acercarme pero su rostro seguía sin poder verse. Era como si la chica estuviera tan cerca, pero a la vez tan lejos. No podía sentirla ni verla. Es que ni siquiera podía ver el resto de su outfit.

—¿Quién eres?— dije yo extrañada.

—Ellie, levántate.

—¿Eres Addie?

—Elodie, soy tu madre, despierta.

De repente, me desperté y mi madre se encontraba en la puerta de mi cuarto con cara de confusión.

—¿Estabas teniendo una pesadilla?

—N-no, era un sueño normal— dije muy agitada.

—Vale, te veo en la cocina.

Mi madre se fue, y yo no pude evitar pensar sobre mi sueño. Este sueño lo tuve la semana pasada, ¿por qué se vuelve a repetir? No quiero seguir soñando con Tessa, por favor, estoy en proceso de olvidarme de ella.

Aparte, esta vez en el sueño he logrado ver alguna cosa con más claridad. ¿Esto qué significa? ¿Qué hago soñando con ella?

En fin, no puedo hacer nada al respecto. Me levanté y cogí la ropa que iba a llevar hoy. Agarré unos pantalones de chándal y una sudadera sin capucha.

Me duché y fui a la cocina donde se encontraba mi madre. Mi hermana parece haberse ido ya. Ella está estudiando en la universidad por las mañanas y por la tarde trabaja en un restaurante del pueblo.

Me senté en la mesa y comí unos cereales con leche. Ahora que lo recuerdo, debo avisar a mi madre de que mañana he quedado con Valerie.

—Mamá, mañana he quedado con la chica con la que estoy haciendo el trabajo de historia del arte.

—Vale, ¿quieres que te lleve mañana?

—No, no hace falta. Esta chica me ha dicho que me viene a buscar a casa.

—Anda, pues mira que maja. Me hace ilusión que tengas una nueva amiga.

—Mamá, no es mi amiga, es simplemente una compañera de clase.

—Bueno, vale.

—Me voy a clase, mamá, que Addie ya estará cerca.

—Vale, hija. A ver si un día invitas a Addie a cenar que hace mucho que no la veo.

—Luego se lo comento. Adiós.

—Adiós.

__________________

Mi amiga aparcó el coche en el instituto y ambas salimos de el. Cuando entramos al instituto vimos a Chloe a lo lejos del pasillo. Y claro, mi amiga no dudó en acercarse a hablar con ella.

El Arte De Ser Invisible (lgbt+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora