Después de comer en un restaurante de la zona, el cual según Valerie era uno de los mejores del pueblo, fuimos hasta la tienda de tatuajes. Aparentemente, Val conoce al tatuador y no se lo pensó dos veces en elegirlo para hacerse el tatuaje que tenía pensado.
—¿Tú te harías un tatuaje?
—Si, tengo pensado en hacerme alguna cosa pero no sé cuándo.
—¿Qué te harías?— preguntó ella aparcando el coche.
—Pues siempre he pensado en hacerme una rosa con llamas, como si se estuviera quemando. Y también, una luna.
—¿Por qué no te haces uno de esos hoy?
—No, no, no puedo hacer eso— contesté riéndome. Está loca—. Además, la cita es solo tuya yo vengo de acompañante.
—¿Y qué? El tatuador fijo que tiene tiempo.
—No, y suelen ser caros, no he traído tanto dinero.
—Te lo pago yo, además, que le conozco, él nos lo rebaja.
—No de verdad, Valerie.
—Piénsalo, es una gran oportunidad tienes que vivir la vida. Ahora entremos.
Salimos del coche y entramos en el estudio, donde estaba un hombre lleno de tatuajes con barba y una gorra.
—Hola, ¿qué tal?
—Hola Valerie, qué ilusión. Cuánto tiempo.
—Ya te digo. Mira esta es Ellie.
—Encantado— dijo el mirándome para después volver a mirar a la rubia—. ¿Es tu novia?
—No, de momento— Val me miró y guiñó un ojo.
Cuando dijo esto yo miré hacia el suelo y comencé a temblar de los nervios. A veces es muy directa la chica. Pero... ¿Acaso piensa eso de verdad?
—Bueno, pues pasad aquí— él señaló una habitación donde se encontraba una camilla y una gran mesa con todo lo necesario para tatuar. Por las paredes había diseños y fotos de tatuajes, había alguno que era muy cool.
Val se sentó en la camilla y dijo:
—Una cosa, ¿tendrías tiempo para tatuarla a ella también?
—Si, por supuesto, el siguiente cliente no viene hasta dentro de una hora.
—Yo... no...
—¿Qué te quieres hacer y dónde?— preguntó el tatuador mirándome.
—Yo... emm... todavía no sé si me lo quiero hacer.
—Como tu veas, mientras se lo hago a ella vete pensándolo porque tengo que hacer el diseño.
—Vale.
¿Realmente quiero hacerme un tatuaje hoy? ¿Quiero tatuarme la rosa? ¿Dónde me lo haría? ¿Dolerá mucho? ¿Qué dirían mi madre y hermana? Haber... es algo que quiero hacer, pero... ¿estoy lista para hacerlo hoy? Por una parte creo que una oportunidad como está nunca se me va a volver a presentar, igual sí que estaría guay hacérmelo...
Valerie se tumbó en la camilla después de subirse el pantalón que llevaba. El tatuador colocó un papel con el diseño en color azul en el gemelo de Valerie, el cual se impregnó en su piel, listo para que el tatuador lo repasará con la máquina que dejará grabado ese diseño en la piel de la rubia para siempre.
—Ven aquí y dame la mano, necesito tu apoyo— dijo Val mientras el hombre preparaba la tinta y la máquina.
Yo sonreí y me acerqué a ella, sentándome en una silla que había y dándole la mano.
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El Arte De Ser Invisible (lgbt+)
RomanceElla no esperaba que una asignatura fuera a cambiar su vida, tampoco esperaba que una rubia tardona y rebelde fuera a hacerlo. --------- Elodie comienza el último año de instituto pensado que sería como todos los demás: muy aburrido, y aunque su mej...