El Arte De Ser Invisible (lgbt+)

69. La vida te sorprende

Hoy era el día.

Era el día en el que me iba a despedir del instituto tras pasar seis años aquí. Por la mañana había sido la graduación donde nos han dado el diploma a cada uno de nosotros. La ceremonia ha sido muy emotiva y no voy a mentir, he llorado.

He llevado una camisa con el pantalón del traje que me compré y Val ha ido muy similar a mí, ya que se había puesto una camisa negra con un pantalón negro. Ella ya sabía lo que hacía poniéndose ese outfit, sabe que me encanta. Pero la cosa es que no sé qué se pondrá ahora, porque ella me ha dicho que se iba a poner algo diferente.

En estos momentos estoy esperando a que Val llame a la puerta de mi casa para ir al baile de fin de curso, el cual se organiza en el instituto. Estaba muy nerviosa y quería ver lo que se había puesto la rubia.

El timbre sonó y me levanté con rapidez del sofá. Me coloqué bien la corbata de color azul claro que Addie me obligó a comprar sin razón ninguna, y también me coloqué bien las mangas de la chaqueta. Necesito estar perfecta. Di un gran suspiro y abrí la puerta con mi mano temblorosa.

Cuando terminé de abrirla por completo me quedé sin oxígeno. Es que incluso tuve que agarrarme a la puerta porque sentía que me iba a caer. Ella dio una vuelta sobre sí misma y yo la analice por completo.

Llevaba un precioso vestido largo de color azul clarito que se ceñía hasta llegar a su cintura, para después caer libremente por sus piernas. Llevaba un escote en forma de "V" que dejaba ver parte de su piel y que tapaba sus pechos. El vestido estaba sujetado por dos tiras que recorrían cada uno de sus hombros, hasta llegar a la espalda, donde se podía ver qué parte de ella estaba al descubierto.

Su pelo rubio y ondulado caía por su escote, y el ligero maquillaje que se había puesto realzaba sus facciones. Se había pintado los labios con un suave color rosa y también se había hecho la raya del ojo. Era bastante discreto pero también me gustó demasiado.

Joder, que bien se veía... Parecía salida de una película. Y es que sigo sin creerme que esté con una chica así de hermosa.

—Joder... Qué hermosa es mi novia— dije mientras seguía mirándola de arriba a abajo, apreciando su belleza—. Pareces una princesa. Eres mi princesa.

Ella cogió mi mano y yo me di una vuelta para que pudiera mirarme mejor. Sus ojos no se despegaban de mí, y creo que no esperaba que fuera a llevar un traje. Y ahora que lo pienso, su vestido es del mismo color que mi corbata... Ahora entiendo lo que Addie ha logrado hacer.

—Estas preciosa, te queda muy bien— Val se mordió el labio mientras me observaba—. No puedo esperar a quitártelo esta noche...

—¡Calla!— comencé a reír de forma nerviosa mientras llevaba mi mano hacia mi boca. ¿Cómo pretende que esté bien tras decirme eso? Hoy iba a dormir en su casa como bien habíamos planeado el otro día.

—Valerie, hola— mi madre apareció de la nada y me entró algo de vergüenza, espero que no haya escuchado lo que dijo la rubia hace escasos segundos. Dio un corto abrazo a Val y después nos hizo entrar a casa—. Venid que os tengo que sacar una foto.

Ella cogió mi cámara y nos mandó colocar en frente de la chimenea. Val y yo comenzamos a posar y nos hizo varias fotos.

—No todos los días se va al baile de fin de curso, así que disfrutad chicas. Jamás vais a olvidar este día.

Nos despedimos de ella y fuimos al coche de la rubia. Durante el viaje, Val puso alguna de nuestras canciones más especiales mientras las cantábamos. Creo que no puedo estar más feliz de pasar este día con ella.