Capítulo 35

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Esperar al enemigo y no ir en busca de él no era ni de chiste lo que Sesshomaru haría, el Gran Sesshomaru iba directamente contra sus enemigos, siempre había sido así, sin embargo, el lazo y el embarazo de Inuyasha no le permitían actuar con libertad. Esto era otra cosa que tenía frustrado al DaiYōkai.

Era indignante qué el Gran Sesshomaru estuviese en una situación así, pero tenía qué soportarlo.

Sesshomaru sólo sabía lo mucho que iba a disfrutar de eliminar a quién osase de atentar contra él entre los señores cardinales, pero sobretodo iba a gozar de sacarle las entrañas a quién envió cierta carta al Señor del Este y a quién informó al Señor del Sur sobre él e Inuyasha.

"Van a pagarlo caro." Pensó el peliblanco al estar yendo hacia su habitación para reencontrarse con Inuyasha. Cómo era esperado, Sesshomaru conocía como la palma de su mano el palacio de su madre.

Mientras el DaiYōkai iba en camino con Inuyasha, el susodicho Hanyō estaba sentado de piernas cruzadas en el medio de la habitación, mirando a la pequeña pulga qué tenía en la palma de su mano. La cara de Inuyasha estaba entre furiosa y preocupada alerta durante el camino hacia su supuesta habitación, pero no ocurrió nada sospechoso con Ayaka.

Cuándo llegaron a la habitación había pedido a la Yōkai que decía ser su sirvienta, qué lo dejará solo hasta que el banquete estuviese listo, la chica sin ninguna objeción lo obedeció y lo dejó solo con Myoga, a lo qué al quedar sin moros por la costa, la pulga aprovechó para contarle una cosa a su amo qué lo dejó entre lo frío y lo caliente por los escalofríos e ira que sintió al mismo tiempo en su ser.

Myoga le contó lo dicho por la madre de Sesshomaru, Inuyasha sólo pudo pensar, "¡MALDITA VIEJA DECREPITA!" mientras apretó su puño enfurecido.

¿Qué iba hacer sí la madre de Sesshomaru encontraba la forma de romper el lazo?, ¿Sesshomaru qué haría?, algo en Inuyasha le decía que obviamente iba a dejar a la DaiYōkai romper el lazo y luego él mismo iba aniquilarlo, pero repentinamente se sentía confundido.

El lazo le decía que Sesshomaru no aceptaría y un lado realmente suyo le decía que Sesshomaru no aceptaría algo así, pero no sabía precisamente porqué motivo él tendría razón en eso. Tal vez estaba muy abrumado por toda la situación en general y no podía pensar bien.

"No confía en su madre y es muy orgulloso para recibir ayuda." Llegó a pensar Inuyasha para guardar la compostura.

Le tomó su tiempo pero logró contenerse un poco, aún así quedó respirando fuerte por el coraje. No quería pensar más sobre lo escuchado, ó acabaría teniendo una rabieta y haría una estupidez. No podía ser impulsivo, debía ser más prudente.

Tras unos segundos se sintió bien para hablar, aunque enojado todavía. ── ¡No quiero estar en este asqueroso palacio!, ¡Todo esto es estúpido, Myoga! ── Se quejó en alto el Hanyō, haciendo movimientos bruscos hasta quedarse quieto, algo encorvado y gruñendo. ── ¡Pero tengo que soportarlo por motivos que ni siquiera yo sé! ── Dijo un poco más alto.

La pulga abrió grande los ojos, repentinamente confundida y curiosa. ── ¿Por qué dice eso, amo Inuyasha?, ¿Por qué el señor Sesshomaru decidió tomar el puesto de su padre repentinamente? ── Preguntó totalmente desconcertado el viejo. ── Incluso cuándo su padre aún vivía siempre le dejó en claro que él no querría ser el siguiente Señor del Oeste. ── Dijo con mucha franqueza.

Inuyasha chasqueó la lengua y gruñó. ── No tengo idea, no me ha dicho nada todavía. ── Musitó con frustración y volvió a gruñir. Se quedó sin decir nada hasta que el lazo le recordó ciertas cosas y pudo tranquilizarse. Tomó una postura más seria mirando al viejo. ── Pero puedo sentir que aceptó por motivos delicados, la conexión que tenemos me lo dice y yo mismo lo siento. ── Dijo poniéndose más serio. ── Sesshomaru sigue sin querer ser el señor del Oeste, pero por esos mismos motivos qué aún no me cuenta está obligado a tomar el mando. ──

Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora