Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)

Capítulo 25

A Irasue también le gustaba abundantemente como la gran diferencia en categoría entre ella y los demás hacía que estos con gran pesar tragarán sus emociones y sentimientos respecto a lo que les hizo. Murasaki también era a la que especialmente le gustaba ver como tras sus caras de horror y después indignación terminaba borrando todo rastro de emoción alguna para mostrarse simplemente omisa, obediente a su señora a pesar de lo que le hizo. Eso también le hacía tener cierta admiración por la lealtad que le tenía.

── De acuerdo, mi gran señora. Prometo dar mi mejor esfuerzo para servir correctamente a Inuyasha y a sus cachorros con Sesshomaru. ── habló bastante apagada.

── "Señor Sesshomaru", ahora deberás dirigirte a mi hijo de esa forma. A Inuyasha deberás preguntarle personalmente como desea ser llamado por ti. ── habló tajante la Diosa.

La pulga Myoga que hasta el momento sólo estaba pasando la mirada entre las DaiYōkai se terminó tomando las manos y dejando estancada su mirada en Murasaki. Myoga en el día prácticamente que llevaba ahí se había percatado muy bien de lo enamorada que estaba esa DaiYōkai de Sesshomaru, sólo pensó en como se debería estar sintiendo en esos momentos, y la admirable forma en la que estaba actuando.

Pero Myoga a pasar de admirar la forma de actuar de Murasaki, tenía miedo de que ésta no pudiese seguir actuando de tal manera. Para prevenir algo catastrófico en donde quedaría envuelto intervino para buscar la forma de tener la atención de la Diosa Canina. Se aclaró la garganta antes de hablar.

── Ejem... Gran Diosa Canina, interrumpo para recordarle que el señor Sesshomaru presenta conflictos con Inuyasha en estos precisos momentos. Hay una gran posibilidad de que el lazo se rompa y pierdan sus espadas para siempre, inclusive podríamos perderlos a ellos mismos. ──

La Diosa había puesto toda su atención a la pulga cuando le habló. Al finalizar continuó mirando a la vieja pulga mientras ésta a su vez miraba a la otra DaiYōkai que se hallaba aun inclinada en las escaleras.

── Es verdad. ── dijo con lamento. ── Mi pobre Sesshomaru tiene problemas. ── se dejó caer al recargador de su asiento.

── No se angustie, Gran Diosa, se trata de su hijo y el del General Perro que en paz descanse. ── dijo Myoga para levantar ánimos en la Diosa aunque supiera perfectamente que sólo fingiera.

── Estás en lo correcto, pulguita, es como su padre. Siempre se las arregló para las catástrofes. ── se quitó del recargador. ── Menos el día de su muerte. Oh~ sabía que terminaría igual que él pero no muriendo por el hijo de la misma mujer por la que murió su padre. ── volvió a hablar lamentándose y yéndose contra el recargador.

...

El DaiYōkai de cabellos oscuros se hallaba sentado de piernas cruzadas, tenía una mano recargada en una rodilla y estaba encorvado un poco.

── Sinceramente creí que ese DaiYōkai nos seguiría, puede que hallamos ocultado nuestros olores y el de esté ser pero es un DaiYōkai después de todo y nosotros no dependemos totalmente de un solo sentido. ──

── ¡¡Grrr!!, ¡¡Mi nombre es Inuyasha!!, ¡¿Cuantas veces se los tengo que repetir?! ──

Intervino con gritos molestos. Inuyasha se hallaba en un rincón amarrado de las piernas y los brazos. Llevaba rato siendo ignorado y probablemente así seguiría.

── Es cierto, tú dependes de tus otros sentidos después de haber perdi... ──

── Cierra el pico, inútil Yōkai. ── interrumpió serio, frío y con una mirada amenazante.