Capítulo 7

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Podía recordar perfectamente qué fue lo que sucedió días antes con él, después de haberse marchado aquel día en el que mató a Hajime y día en el cuál también le había dicho a su torpe medio hermano qué cuando sus espadas perdieran sus poderes ellos se enfrentarían, Sesshomaru una vez qué estuvo lejos de Inuyasha le fueron depositados más deseos cómo una especie de castigo por parte de su espada, a duras e indignantes penas logró soportar todos esos grotescos deseos.

La lujuria de querer poseer y saborear, entre otros más, eran los deseos más intensos que su espada le introdujo en su ser. Fue fuerte y se mantuvo cuerdo pero llegó a su límite, él, el grandioso Sesshōmaru. Era humillante pero terminó tan fuera de sí que hasta su fiel sirviente Jaken notó que había algo malo en él .

Para el pequeño Yōkai era normal que su amo desapareciera debes en cuando y él sólo tenga la opción de buscarlo, ó de lo contrario su amo iría a él y lo golpearía por no estar buscándole, también le era normal qué su amo no le informara algunas cosas que le pasaban y él tuviera que notarlas por sí solo, esta vez fue así, su amo había estado desapareciendo constantemente desde que se encontraron con Inuyasha en la tumba de Rin y aquellos humanos.

Podía recordar todo lo que pasó ese día, desde ese día su amo ha desaparecido más de lo habitual y ha tenido comportamiento irregular del que suele tener, pero después de su última ausencia volvió un poco raro, ya antes había estado anormal pero desde esa última desaparición suya lo ha estado más.

Los deseos que le fueron puestos a Sesshomaru se intensificaron cada vez más y más, conforme pasaron días se hacían más grandes e insoportables, llegó al punto de resignarse y no aguantar más, tenía que buscar a Inuyasha, esos deseos que incrementaron superaron de una manera ridícula al dolor que su espada le había hecho compartir con su hermano.

Estaba realmente enfadado por verse humillado de esta forma tan despreciable, pero eran más los deseos qué sentía, debía ceder a ellos antes de que aumentaran y lo hicieran estallar de una forma poco honorable para el Gran Sesshomaru.

Así fue que salió en busca de Inuyasha, dejó sin decirle absolutamente nada a su fiel sirviente, y para su fortuna fue relativamente más rápido de lo esperado encontrar a su hermano, ó más bien percibir su aroma, al entrar en contacto con ese olor tan característico de su hermano le resultó muy embriagante, sí no estuviera en esas circunstancias el olor de su medio hermano le provocaría disgusto y hasta jaqueca, pero ahora el aroma de Inuyasha era muy atractivo para él.

Percibir su olor sólo le impulso a querer llegar más rápido con el Hanyō, así que se apresuró en esos momentos.

Con forme fue avanzando pudo sentir más fuerte y con mayor claridad el ahora embriagante aroma de su hermano, pero por azares del destino dicho aroma fue cubierto por otro, olía a humo con plantas, Sesshomaru sabía a la perfección de qué se trataba, ese olor a humo con plantas era una mezcla que se utilizaba para desmayar a Yōkai con olfato sensible, desde ese momento supo que su hermano estaba en problemas.

Inuyasha tenía un olfato demasiado sensible y sabía que era más qué evidente que estaba inconsciente por dicho olor. No detuvo su volar ni mostró expresión alguna sólo siguió, tal parecía que tendría que ir por el torpe de Inuyasha, sabía qué debía, no por los deseos que aún tenía sí no porque su espada le haría ir de todas maneras.

Cuándo llegó a dónde su hermano fue capturado revisó el lugar, habían rastros de que hubo una pelea pero observando bien sabía que Inuyasha no participó en dicho enfrentamiento, tras unos arbustos pudo encontrar lo que quemaron para hacer desmayar a Inuyasha, no sólo encontró eso sí no que también ropa, se trataba de un kimono, a pesar del aún olor a humo y plantas que había en el lugar pudo percibir un olor familiar, se trataba de Hajime.

Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora