Capítulo 23

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» El Día Anterior...

── ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!, ¡Dejenme ir!, ¡No he hecho nada para perecer esto! ── dijo la pulga Myoga balanceándose entre los dedos que lo sostenían. ── ¡¿Pero qué es lo que quiere?!, ¡Digame! ── gritó con temor.

Después de sus palabras las grandes puertas en las que estaba frente con quien lo agarraba, se abrieron. El Yōkai que lo portaba caminó sin prisa alguna dentro del palacio.

── ¡Oiga! ¡Oiga!, ¡Hableme!, ¡Digame que es lo que quiere! ── gritó llenó de miedo mientras se balanceaba con desespero.

── Calla. ──

Dijo quien lo sostenía con gran seriedad y falta de emoción alguna. La pulga se aterró más ante tal Yōkai terrorífico.

Había sido raptada en pleno regreso con Totosai. Fue sorprendido junto al cuervo que usaba como transporte por un Perro-Bestia entre los cielos, fueron atrapados dentro de la boca de la bestia y no salieron de ella hasta que se hallaron en un palacio con nubes y cielo alrededor. Trató de escapar pero no lo logró, el Yōkai que lo atrapó lo hizo nuevamente pero la segunda vez en su forma humana y entre sus dedos. Fue llevado a las grandes puertas del palacio y así terminó de esa manera.

No comprendía por qué había sido raptado específicamente él pero temía demasiado por su vida. Había sido un Perro-Bestia no muy grande el que lo había atrapado y el mismo Yōkai en su forma humana le era muy aterrador, llevaba una armadura en todo su cuerpo de color blanco y en su mano libre portaba una lanza con una media luna en la punta. Parecía servir a alguien importante que vivía en ese palacio del cielo, se preguntaba quién era y qué era lo que quería de él.

Guardó silencio durante todo el recorrido que hicieron por el camino que tenía dibujado en medio un espacioso salón con columnas pintadas de rojo y dorado colocadas a los lados del dichoso camino.

Durante el recorrido la vieja pulga observó todo alrededor, donde estaban las paredes habían Yōkai colocados a cierta distancia entre sí con la misma armadura de quien lo raptó sólo que de color negro y sus lanzas parecían más sencillas. Miró al frente y poco a poco pudo divisar a alguien sentado en lo que parecía un gran trono con alguien más a su lado. Cuando estuvo más cerca entonces vio con toda claridad, se trataba de una DaiYōkai muy hermosa junto a otra de pie suyo.

El Yōkai que lo atrapó en cuanto estuvo frente al trono de la DaiYōkai hermosa y su acompañante se arrodilló con una sola rodilla y agachó la cabeza.

── Mi gran señora, he atrapado a la pulga tal y como lo ordenó. ── habló respetuoso y poco expresivo.

── Gran trabajo, Komorebi. ── dijo con una suave sonrisa y un armonioso tono de voz. ── Bien, pulguita, será mejor que me cuentes todo lo que quiero saber o Komorebi se encargara de aplastarte. ── esta vez su voz fue seria y dura. Su cara cambió a ser soberbia.

La pulga Myoga tragó saliva con pesadez ante tales palabras. Por un momento había considerado a la DaiYōkai como alguien benevolente por su hermosura y forma de hablar a su sirviente pero el cambio que dio cuando se dirigió a él le hizo aterrarse y sólo querer irse de ahí.

» Día Actual...

Después de ponerse sus ropas fue a recolectar palos, hojas secas y dos piedras para poder hacer una fogata. Cuando la hizo sólo se quedó sentado frente a ésta.

Había tardado algo en buscar lo necesario para la fogata y hacer encender a esta, eso hizo que se preguntará por Sesshomaru, sólo sabía que no estaba muy lejos, su espada aun almacenaba la modificación que le hizo Totosai y aunque no lo tenía confirmado por el viejo suponía que aun en esas circunstancias funcionaba esa modificación que lo alertaba cuando estaba más lejos de lo debido con su hermano.

Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora