Capítulo 12

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Quedó completamente agotado días después cuándo por fin su compañero lo soltó, su espada estaba más qué satisfecha, desbordaba descaradamente estar conformé con él.

Se encontraba acostado boca abajo sobre la gran rama de un árbol, le había costado un poco subir a dicho lugar, su cuerpo estaba cansado y su trasero le dolía, no internamente pero sí por fuera, en más de una ocasión sus glúteos fueron apretados por las grandes manos de su compañero, además sus caderas también dolían.

Los deseos de la espada de Sesshomaru sí qué se habían descontrolado al igual que los de Tessaiga, pues en ningún momento se negó y se dejó cegar por Colmillo, y hasta ahora ya estaba lo suficientemente consciente para darse cuenta de su agotamiento y dolor, se dijo qué no volvería a alejarse tanto de su hermano, hacerlo y volver a entrar en contacto era un detonante potente para hacer salir a flote inmensos deseos qué eran saciados en días y terminaba amolido por eso.

Mantenía un lado de su rostro pegado a la rama y dejaba colgar sus brazos a los costados de esta, sus piernas se mantenían juntas y estiradas por sobre lo largo de la rama, observó a quién estaba unos metros lejos suya y recargado cómo sí nada contra un árbol. Lo observó fijamente, tenía los ojos cerrados pero sabía que no estaba dormido, lo maldijo por estar tan bien mientras él sentía qué no se podía ni mover, se dijo qué debió rasguñarle más la espalda para que no estuviera tan cómodo recargado en ese árbol.

Suspiró un poco y continuó observando a Sesshomaru, le fue inevitable recordar lo qué Totosai le dijo sobre trabajar en su relación con su hermano para qué las cosas estuvieran mejor y poder estar listos para lo qué le venía a futuro.

Recordaba la fruta de la fertilidad pero más que nada recordaba qué en algún momento Colmillo le exigiría cachorros y hasta él sabía que ninguno de esos posibles cachorros tendrían culpa de que llevara una pésima relación con su hermano, lo ideal era qué crecieran bien pero creía fielmente que no podía cambiar su relación con Sesshomaru.

Todo lo qué le había hecho seguía muy presente en él, sus intentos de matarlo y sus atentados no dejarían fácilmente su cabeza, y parecía que perder a Tessaiga, su posible muerte y posibles cachorros que tendría que llevar en él; no eran mucho impulso para llevar una relación más tranquila con Sesshomaru.

Además le preocupaba sí éste accedería a tener cachorros con él, sabía que su torpe hermano detestaba su sangre humana y a la humanidad en general, pero eso fue antes de la llegada de Rin a la vida de Sesshomaru, había cambiado en ese entonces volviéndose más tolerable a los humanos, y todo gracias a Rin.

Pero con la situación de ahora no sabía qué creer, lo odiaba a él y volvía a mencionar su impureza pero ¿Realmente era así?, una cosa era él y otra el resto de la humanidad. Ó al menos esto sentía en estos momentos.

Por otro lado, le aterraba la idea de estar preñado y parir. Recordaba los embarazos de Sango, y no fueron para nada agradables. Recordaba una situación dónde su amiga ya con una barriga medio grande de su primer embarazo le vomitó encima por las nauseas repentinas que presentaba, síntomas cómo ese le hacían preguntarse sí con él sería igual ya qué una vez le dijo Sango a Shippō que los embarazos no siempre eran iguales, y él mismo lo había comprobado con el segundo embarazo de la exterminadora cuándo no tuvo muchas náuseas y en cambio sí tuvo varios antojos, algunos extraños y hasta asquerosos para él.

Pudo percatarse en ese entonces de qué había veces en dónde la madre no presentaba muchos síntomas y era el mismo padre quién tenía los síntomas, era cómo sí se los hubiera trasmitido, eso lo comprobó cuando en el tercero embarazo de Sango, Miroku parecía que era quién estuviera en cinta porque la mayoría del tiempo Sango estuvo muy normal y su amigo andaba bastante sensible.

Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora