»Días antes...
── Tal parece que todo se solucionó, qué alegría, mi querido Sesshomaru sigue con vida. ──
Irasue parecía estar maravillada con lo logrado, con el terrible mal evitado por Sesshomaru e Inuyasha. La pulga Myoga pronto hizo sonar su alivio y alegría.
── ¡Qué bueno!, ¡Qué bueno!, sabía que mi amo lo lograría, se lo dije, mi gran señora canina. ──
La pulga saltó y saltó con el amuleto de la Diosa aún sostenido por sus pequeñas manos, el alivio de que su amo se salvó y se evitó que Murasaki interviniera; le hizo olvidar su sufrimiento al cargar el Ojo Sagrado de la Diosa Canina.
Myoga sabía que había corazones rotos que hacían actos malos por sufrimiento, mayormente entre DaiYōkai ya que éstos no entregaban su corazón a cualquiera, ser rotos los llenaba de ira contra quienes amaron. Murasaki quedó desecha, su corazón que debía ser duro fue roto con simples palabras.
La vieja pulga paró de saltar y quedó paralizado del miedo, vendrían problemas, podía sentirlo, debía escapar de todo cuanto antes. Tragó saliva y en dicho momento dejó de percibir la luz que emanaba el amuleto que cargaba, como pudo lo miró desde su posición, estaba totalmente apagado.
── Murasaki, tu presencia por el momento no es requerida, lleva mi preciado Ojo sagrado a la sala de reliquias y deberías comenzar a prepararte para ser una buena cuidadora de cachorros. ──
Murasaki que estaba aún en su lado correspondido se quitó de este para acercarse a donde estaba la pulga, tomó el objeto dicho e hizo una reverencia a la Diosa.
── Sus deseos son ordenes, mi señora. ──
Myoga observó a la DaiYōkai, parecía estar repentinamente normal, eso sólo le hizo sentir algo en su interior, una clase de escalofrío o incomodidad, se sentía inseguro, muy inseguro y amenazado, no sólo él, todos parecían estar amenazados de algún modo.
Se dedicó a ver a la DaiYōkai, ésta se enderezó y se marchó sin mucho resaltó, sintió que no fue el único en estar atento a Murasaki porque hubo pleno silencio hasta que se escucharon las puertas abrirse y cerrarse. La voz de la Diosa atacó de repente y él puso atención.
── Komorebi, síguela. Percibo traición y malagradecimiento. Recuerda hacer honor a tu nombre tras ella. ──
── No la decepcionaré, mi señora. ──
Irasue no pareció mostrarse molesta u algo más, estaba armoniosa aún y su guardia de armadura Blanca era firme y frío como siempre parecía estar. Myoga por su lado se estaba llenando de miedo por Murasaki y sus futuros actos, se perdió en su mundo del miedo y no se dio cuenta cuando Komorebi se marchó.
La voz de la Diosa fue la que le hizo volver al mundo real a la pulga, saltó de la impresión y puso atención.
── Pulguita, deseo que me cuentes más sobre Inuyasha, ahora que todo está bien y mi Sesshomaru sigue con vida debo llenarme de conocimiento sobre el compañero que tiene. Parece carecer mucho sobre modales y educación, es un varón y no es esperado que se comporté como mujer pero ni siquiera tiene modales básicos. ──
Ahora si Irasue había abandonado su armonía, se tornó soberbia y rígida en aspecto y voz, la pulga Myoga se atemorizó enseguida y comenzó a soltar gotas de sudor a su alrededor por los nervios que tenía.
── Bu-buen-o, verá, mi señor-ra... Mi a-amo Inu-... ──
── No tiene respeto por su señor qué es mi querido Sesshomaru, necesita ser disciplinado para desarrollar por completo el papel que lleva y llevará una vez Sesshomaru tomé el cargo en mi palacio. ──
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Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)
FanfictionEn Tessaiga y Bakusaiga nace un intenso deseo qué Inuyasha y Sesshomaru provocaron al pelear. Ambas espadas desean desesperadamente que sus dueños estén juntos de todas las formas posibles, acompáñalos en la aventura que se desprende por este aconte...