Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)

Capítulo 18

Cuando el DaiYōkai aterrizó con un gran choque que provocó alzar de polvo y una explosión momentánea, Inuyasha trató más de liberarse del agarre tan fuerte que le daban sus amigos qué trataban de controlarlo y no dejarlo ir a pelear.

Cómo sí no fuera poco sucedió lo esperado para el Ōkami Yōkai y para el Kitsune, el DaiYōkai comenzó a acercarse y Shippō no evitaba entrar en pánico mientras Kōga estaba centrado más en sostener a Inuyasha, sin embargo, el Hanyō logró zafarse y durante los breves momentos en los que el Zorro se sorprendió y el Lobo trataba de volverle a tomar salió corriendo de alguna manera superándose a sí mismo y a la debilidad en la que había caído.

Tanto el Kitsune cómo el Ōkami Yōkai se esperaron que Inuyasha tratará de lanzarse mientras desenvainaba su espada contra su hermano pero no fue así, ambos cayeron en un impacto profundo y fuerte cuando Inuyasha al estar cerca de Sesshomaru sólo se le lanzó encima envolviéndole con sus brazos por debajo de los suyos, y aún más impactante siendo correspondido al dar aquel abrazo tan inesperado.

Los dos dejaron colgar las quijadas de sus bocas en gran medida y sus ojos se abrieron tanto cómo les fuese posible, estaban realmente sorprendidos, Shippō no supo qué pensar y Kōga simplemente no trató de pensar, sólo estaba mirando lo que sus ojos presenciaban, y el impacto de ambos fue fortaleciéndose cuando Inuyasha parecía irse sintiendo mejor en ese abrazo.

Sesshomaru en cierto punto había pegado su nariz a la cabeza del Hanyō y éste había acercado un lado de su cara en la parte del pecho accesible del DaiYōkai, evadiendo los picos que tenía su armadura. Inuyasha estaba malgastado, con unas grandes ojeras y con cansancio reflejado en su rostro tanto cómo en su cuerpo pero de alguna manera transmitía sentirse bien estando así con Sesshomaru.

El nivel de impacto se vió romperse para el Zorro cuándo los qué se abrazaban se dieron un beso, sintió desmayarse y caerse al pasto mientras Kōga por su lado sólo abrió más la boca y sus ojos por el nuevo nivel de impacto al que había llegado, aún así logró salir del su impacto cuando recordó que el Kitsune llevaba puesto una pinza en la nariz y qué desmayado no podría respirar por la boca.

Mientras el Ōkami Yōkai se sobresalto recordando lo de las pinzas y se bajó hacia el Zorro inconsciente para despertarlo, el Hanyō y el DaiYōkai estaban sólo en lo suyo, su malestar había desaparecido y sólo se hallaban llenos de felicidad por estar así con su compañero.

Cuando se besaron lo hicieron desde el principio con intensidad, habían estado insufribles días sin probarse y se hallaban hambrientos uno del otro, sentir los labios de Sesshomaru rozar contra los suyos provocaba que se sintiera débil, pero no de la misma forma que antes sí no de una forma distinta, una agradable.

Sentir las manos de su compañero contra la piel de sus caderas le erizaba y le hacía sentir cosquilleos igual, en cierto momento se separaron por la maldita falta de aire y justamente sucedió cuando se hizo presente un estruendoroso grito proveniente del Kitsune que había despertado por sí mismo al no poder respirar, Kōga no alcanzó a quitarle la pinza de la nariz a tiempo

── ¡¡¿¿PERO QUÉ ES ESTO??!! ── fue lo que gritó al levantarse tan rápidamente en cuanto abrió los ojos.

Aún sí el Hanyō estaba tomando aire por aquel beso tan intenso pudo volver en sí cuando escuchó tan resonante grito, le fue imposible no prestarle atención aún estuviese hundido en los deseos de Tessaiga que aún pedían ser realizados, se sobresaltó y sus orejas se paralizaron igual que su cuerpo, no había pensado en nada más y se había olvidado por completo de la presencia de sus dos conocidos allí.

Lo acababan de ver correr hacia Sesshomaru, abrazarle y besarle. Se quedó más que paralizado por lo que acababa de notar pero se forzó a controlarse y juntar el valor suficiente para enfrentar a Kōga y Shippō. Sentía demasiado pero también era consciente de lo que sería mejor hacer.