Capítulo 46

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Cuándo menos se dio cuenta Inuyasha cayó profundamente dormido.

Había estado tan ocupado y distraído desde que llegaron al palacio de el Señor del Norte qué no había prestado mucha atención al lazo y a Sesshomaru, éste tampoco había querido llamar su atención pero la realidad era qué había estado deseando estar justo como en ese momento con su compañero, aún sí Aiko estaba en medio de los dos.

El lazo les exigía estar juntos, en esta ocasión le exigió más a él y sabía por qué, pronto sería Luna Nueva, y aunque Inuyasha debía estar igual que él sus espadas lo habían dejado estar un poco en paz antes de que partieran a sus Tierras nuevamente, a él en cambio parecieron incluso darle un poco de la carga que debía sentir Inuyasha también.

Tratándose de Sesshomaru pudo con toda la carga, aunque eso no quitó el hecho de que sintió alivio y se sintió muy bien cuándo finalmente pudo estar con su compañero. Sintiéndolo mediante el lazo y con las buenas sensaciones recorriendo sus cuerpos.

Sintiéndose tan bien hasta él se durmió un poco, aunque sin llegar a conciliar el sueño completamente. Instintivamente se mantenía alerta, era inevitable, pero aún así pudo disfrutar del sueño y del momento de conexión con su compañero.

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Apenas amaneció Sesshomaru despertó, apartó sus brazos de la niña y de Inuyasha. Pasó a alzarse con cuidado de no despertar a ninguno y estando sentado los miró dormir a los dos, se abrazaban entre sí, con una pacífica expresión en su rostro acercó su mano al rostro de su compañero para darle una suave caricia.

Tras eso apartó su mano y pasó a ponerse de pie, sin hacer ninguna clase de ruido tomó sus pertenencias y se las equipó sin prisa alguna. Una vez listo caminó a la salida y abrió cuidadoso la puerta, salió y cerró con el mismo cuidado.

Afuera se dirigió a la habitación donde dormía Hajime, abrió la puerta y se metió mirando cómo dormía el guerrero, boca arriba con un pie fuera de sus cobijas.

Se quedó parado frente a él, fijando su mirada y entre cerrando sus ojos, haciéndose notar a su modo.

Algo instintivo en Hajime pareció reaccionar, abrió sus ojos al sentir la fuerte mirada y llevó su vista a Sesshomaru. Al reaccionar se levantó enseguida quedando sentado y reverenciando.

── Lord Sesshomaru, ¿En qué puedo servirle? ── Preguntó el guerrero.

── Prepara todo para irnos. ── Fueron sus únicas palabras de Sesshomaru y se dió vuelta.

Hajime lo miró marcharse de su habitación y tras verlo cruzar la puerta se levantó, estiró y se dispuso a tomar sus cosas. Tras acomodarselas salió de la habitación y fue directo con Sayuri a despertarla.

Una vez la Yōkai fue despertada ésta fue a cuidar de su amo Inuyasha, mientras Hajime fue en busca de Ah-Un y a prepararlo para el viaje.

Sesshomaru por su lado se había encargado de avisar al Señor del Norte qué ya partirían, y aunque éste le ofreció comer antes de irse, Sesshomaru se negó diciendo que debían partir cuanto antes por asuntos importantes que aún debían atender antes de la guerra.

Yasuhiro pareció comprender pero aún así mandó a su servidumbre a empaquetarles comida para su viaje.

Todo fue un poco rápido, la carroza ya estaba lista con la comida a bordo y Hajime fue avisar de ello a Sesshomaru, junto a él fue con Inuyasha y Sayuri qué lo cuidaba todavía mientras dormía.

La habitación fue abierta por Hajime y Sesshomaru se adentró mientras Sayuri lo recibió con una reverencia, fue directo con Inuyasha y se arrodilló ante él, con la misma delicadeza de siempre lo acarició del rostro, sintiéndolo también mediante el lazo. Estaba profundamente dormido, no quería despertarlo, sabía que dormía mucho por el embarazo e interrumpir su sueño sería molesto.

Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora