Decir que fue un beso desenfrenado era muy poco, era voraz y salvaje, cómo sí se tratará de un perro hambriento, un perro que pasó largos e infernales días sin probar bocado alguno. Inuyasha estaba sucumbido, sumiso, menos ante Sesshomaru, éste lo tenía bien sujeto de sus caderas, estrujándolas con tal fuerza que dejaría marca de sus manos aun tuviese puesta su ropa.
Su lengua había entrado en la boca suya, fue el mismo Inuyasha quién una vez más entre abrió sus labios para darle paso a la larga y húmeda lengua del DaiYōkai.
El Hanyō apenas y pudo hacer un poco para corresponder el beso, cayó en sí de lo que ocurría cuándo recibió el beso. Lo melancólico y triste que se había generado él mismo por pensar de más se vieron desvanecerse al oír a su hermano, instintivamente correspondió el beso, ó al menos eso trataba de hacer, de no estar entrelazados por el compañerismo Inuyasha se habría negado a corresponder pero teniendo el lazo ya no se podía negar a los besos y caricias.
Por el lado de Sesshomaru parecía que por su forma de ser y por ser un DaiYōkai tan poderoso mostraba tener más resistencia y control sobre sí, eso Inuyasha lo pensaba y sabía en el fondo que realmente era así porque Totosai se lo dijo.
Las manos de Sesshōmaru comenzaron a deslizarse a su espalda baja, siguiendo su paso hacia su trasero, se detuvo y separó de repente, dejando un hilo de saliva entre su boca y la suya, ambos se encontraban jadeantes. Inuyasha más que su hermano, apenas y había podido llevar un poco de ritmo a ese intenso beso.
Ante los ojos del DaiYōkai había una escena bastante agradable para sus deseos, un Inuyasha jadeante con las mejillas rojas y los ojos entreabiertos que le transmitían tanto poseerlo, un rostro qué le pareció angelical aunque sólo lo considerase así por el lazo.
Aunque se encontrase recuperando aire mantenía su habitual rostro serio, tan serio que parecía molesto, ese gesto tan característico suyo. Arrugó su entre cejo para después soltar a Inuyasha, y se alejó sin más.
El mitad bestia hasta ese punto ya mantenía una respiración más normal, sus mejillas seguían sonrojadas pero un poco menos, su corazón latía sin parar, parecía fuera de control, su cuerpo tenso y algo abochornado. Colocó su mano derecha sobre su pecho, podía sentir claramente cómo revoloteaba su corazón, bajó la mirada y sin darse cuenta, por estar tan concentrado en lo qué había pasado, su hermano se marchó.
Luego pudo notarlo pero sabía que sólo se alejaba para no tener que verse mutuamente.
Sentía su esencia con su nuevo sentido y podía olerlo, su aroma era más intenso de lo que solía ser, tan potente y con un aroma que sólo pudo catalogar cómo seductor, tragó saliva cuándo ese aroma tan potente y seductor le gustó tanto a su olfato que sobrepasó el de Kagome.
Recordaba que cuándo recién conoció a la chica se encargaba de dejarle muy en claro que detestaba su olor pero la realidad era que siempre le gustó mucho, cuándo por fin estuvieron juntos admitía sin problemas estando a solas que su olor le era bastante agradable, frente a sus amigos no, siempre le resultó vergonzoso hacerlo y además era muy orgulloso, Kagome no tuvo problema con ello, le fue gracioso que Inuyasha se apenara por eso cuándo sus amigos perfectamente sabían la verdad.
El aroma de Kagome siempre fue agradable, más cuándo recostaba su cabeza sobre sus piernas cuando descansaban bajo un árbol, le transmitía tranquilidad y seguridad, sí estaba estresado le hacía relajarse, sí estaba angustiado le hacía sentir que todo estaría bien y qué todo se resolvería. Nunca creyó que ese aroma que tanto extrañaba y tanto le gustó fuera superado por el de Sesshomaru, aunque automáticamente se dijo que era debido al lazo qué ahora tenía con él, aún así se desconcertaba.
Su corazón se calmó, su cuerpo dejó de estar tenso y abochornado, apretó sus labios entre sí, algo le dijo que muchas cosas que gustaba de Kagome cómo su aroma serían reemplazadas y superadas apartir de ahora por cosas de Sesshomaru, estaba seguro de qué eso no le agradaba pero ya estaban en un lazo y eso, y más debía pasar, él lo tenía qué aceptar además de que se debía acostumbrar, creyó que lo mejor era aceptar el compañerismo pero no había pensado mucho sobre lo que enfrentaría una vez habiendo aceptado.
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Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)
FanfictionEn Tessaiga y Bakusaiga nace un intenso deseo qué Inuyasha y Sesshomaru provocaron al pelear. Ambas espadas desean desesperadamente que sus dueños estén juntos de todas las formas posibles, acompáñalos en la aventura que se desprende por este aconte...