Capítulo 47

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Había sido completamente extraño y diferente haber estado con Inuyasha en su forma humana sin la presencia del lazo y las conexiones con sensaciones qué tenían gracias a este, sin embargo, hubo ciertos momentos dónde ambos sintieron una conexión aún sin el lazo, una conexión que incluso se sintió muy diferente a la del dicho lazo.

Algo extraño en verdad, pero ni uno de los dos quiso pensar al respecto, mucho menos mencionarlo. Pensaron por igual qué debió ser el extasis del momento.

De por sí ninguno de los dos quiso pensar en lo ocurrido, especialmente Inuyasha qué se había entregado al momento aún sin la influencia del lazo. Era totalmente abrumador para él y prefería no pensar en nada en particular.

Prefirió quedarse sobre Sesshomaru y descansar luego de haberlo hecho con él durante tanto tiempo. Ni él creía haber tenido tanto aguante en su forma humana, no podía darle alguna explicación, pero tampoco era cómo sí quisiera darle alguna.

Pasó a removerse de sobre Sesshomaru y quedó boca arriba, llevó inconscientemente su mano a su abdomen mientras tenía la mirada perdida así cómo su mente vacía, se tocó suavemente y fue entonces qué recordó que todavía no podía sentir aquel punto en su interior.

Su expresión se tornó levemente en desagrado, aún sí se intentaba concentrar no podía sentir nada en su abdomen, el cuerpo humano realmente era inútil.

Cerró sus ojos soltando un suspiro, borró el gesto de su rostro y siguió tocando su abdomen cuándo al pasar de los segundos pudo sentir cómo Sesshomaru se movió a su lado y luego su mano se posó sobre la suya en su abdomen, sus ojos se abrieron ante el tacto y se encontró con la mirada de su compañero contra él, intercambió miradas con un gesto un tanto sorprendido.

No hubo palabras pero sí un gesto tranquilo cómo el que siempre poseía Sesshomaru, Inuyasha borró su gesto y se quedó más tranquilo, sintiendo la mano sobre la suya y la mirada tan pasiva.

Dejaron el tiempo transcurrir, deshaciendo aquella posición cuando lo creyeron necesario y pasaron a dormir acurrucados en lo que restaba de la noche.

Inuyasha entre los brazos de su compañero cómo se habían acostumbrado a dormir ó simplemente estar entre sí, uno junto al otro en total armonía. Un lado de la cara de Inuyasha contra el pecho de su compañero, sintiendo su calor y escuchando su corazón latir, mientras era protegido por los brazos de éste mismo.

Algo único entre ellos y algo que verdaderamente tenía efecto en ellos en su lazo. Sesshomaru pudo sentirlo, las grandes sensaciones qué recorrieron en su cuerpo, sin embargo, aunque Inuyasha no sintiera al lazo en él también hubo sensaciones que no creyó que su cuerpo humano le haría sentir gracias a Sesshomaru, pero antes de poder asustarse ó cuestionarse se sintió arrullado por el cansancio y se dejó vencer por el sueño, quedándose dormido.

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No durmieron durante mucho tiempo en la noche, la mayor parte de ella la habían pasado en el acto carnal y quedaron solamente un par horas cuándo se durmieron, por lo qué no tardó mucho en amanecer y Inuyasha presentó nuevamente su cambio al estar dormido.

Sesshomaru nuevamente presenció cómo ocurrió la transformación, prestando atención a cada detalle pudo ver cómo el cabello negro se teñía de un plata brilloso, cómo las orejas humanas se desvanecían y en la cima de la cabeza de Inuyasha iban apareciendo sus orejas caninas, también pudo mirar cómo incluso su rostro cambiaba de uno más delicado a uno más marcado.

Los humanos eran frágiles y ante los ojos de un DaiYōkai cómo él podía verlo con claridad. Como su piel era delgada y débil al igual que el resto de su cuerpo.

Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora