La cabeza le daba vueltas, se sentía ligero pero a la vez pesado, cómo sí no pudiera controlar la velocidad de sus movimientos. Sacudió la cabeza en más de una ocasión para intentar deshacerse de su pesar pero seguía igual, en algún momento su respiración se vió afectada, el aire qué le llenaba se volvió más fresco, rozando a lo frío, comenzó a inhalar y exhalar de forma honda y dura, el latir de su corazón no tardó mucho en aumentar. Hasta dicho punto sus mejillas se tornaron más rojas, casi al mismo tiempo transpiró frío de su frente, y todo para Inuyasha se intensificó.
Fue inevitable que la pulga Myoga notará que algo estaba mal con su amo, paró sus palabras que desde hacia rato sonaban pero eran ignoradas. Lo llamó un par de veces pero se sintió preocupado cuándo al tercer llamado ni siquiera respondió con un grito grosero.
Con la llegada de la preocupación comenzaron inmediatamente los delirios de la pulga, entre sus ideas de qué había pasado con su amo y sus preguntas sí se trataba de brujería, humo de yerbas, un Yōkai ó cualquier otra cosa; le llegó una idea.
Al tener aquello en su cabeza no se hizo esperar más, dió un salto a la cara del mitad bestia para pegarse y succionar de su sangre, esto fue algo que aplicó muchas veces cuándo quedaba envuelto en los viajes de Inuyasha junto a sus amigos, haberle succionado la sangre a esos muchachos les ayudó en algunas ocasiones, cuándo necesitaban volver en sí ya que habían quedado en trance ó inconscientes, en una ocasión literalmente les salvó la vida al succionar mucha de su sangre para sacarles veneno con el que fueron intoxicados.
En esta ocasión ocurrió la reacción que esperaba, esa reacción que tuvieron todos al ayudarlos de esa manera, la palma de la mano de Inuyasha lo aplastó y soltó el típico lamento mientras cayó cual hoja, sin embargo, y lamentablemente su amo no volvió en sí.
Su cuerpo reaccionó de aquella manera cómo sí fuese un mecanismo natural.
Myoga no sabía eso y por no saberlo su corazón casi se detuvo cuándo su amo un par de árboles más adelante, mientras él se encontraba aún cayendo cómo hoja, cayó de su andar. Aterrorizado y creyendo haber matado a su amo gritó y lloriqueó.
La pulga tapó sus ojos con su manga mientras chilló con lamento, mientras el Hanyō fue repentinamente tomado en unos brazos. De no haberse desmayado y haberse desplomado por la debilidad Inuyasha habría visto a quién le evitó un fuerte golpe contra el suelo, pero al no ser así no se pudo asombrar con que había sido el mismo que le provocó su desmayo.
El DaiYōkai con el Hanyō en brazos volvió al suelo y sin mucha prisa se inclinó para colocar a su hermano menor en el fresco y húmedo pasto de la mañana del bosque, sólo quedó sosteniéndolo con su brazo izquierdo por la parte alta de su espalda y quedó con los dedos de su mano derecha contra la mejilla del mitad bestia, sintiendo la suavidad y calidad de su piel, acariciando con delicadeza.
El entrecejo de Sesshomaru se arrugó ligeramente en muestra de disgusto, dentro suya habían sensaciones de desagrado por lo ocurrido a su compañero, ese lado creado e introducido forzosamente por Bakusaiga en él se encontraba malhumorado, el DaiYōkai sabía muy bien el por qué del malhumor de ese lado falso suyo.
Estaba muy al tanto de su nuevo sentido y no desaprovechó su tiempo cómo seguramente su torpe hermano había hecho, pasó buscando la manera de tomar el control de su presencia y lo consiguió, no se podía esperar nada más qué el triunfo en el Gran Sesshomaru después de todo, de alguna forma supo modificar e intensificar a su completa voluntad su presencia
Al principio se hizo una idea de cómo hacerlo y lo probó durante la noche mientras Inuyasha dormía. Cambió algunas cosas de su esencia y gracias a poder sentir también a su hermano se percató de las reacciones que provocaba, aún así fue a dónde Inuyasha para ver con sus ojos que reacciones habían físicamente, y de paso tomó su estola devuelta.
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Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)
ФанфикEn Tessaiga y Bakusaiga nace un intenso deseo qué Inuyasha y Sesshomaru provocaron al pelear. Ambas espadas desean desesperadamente que sus dueños estén juntos de todas las formas posibles, acompáñalos en la aventura que se desprende por este aconte...