El mundo de la ensoñación lo ayudó a olvidarse de la cruda realidad qué estaba enfrentando, y extrañamente el lazo no hizo qué Inuyasha tuviera sueños con Sesshomaru ó sobre su lazo precisamente. Al contrario le hizo viajar al pasado.
Momentos en la vida de Inuyasha qué lo ayudarían a descansar mucho mejor, e incluso lo ayudarían a tener la mente más clara y despejada al despertar. Un escape de su dura realidad.
Sucesos alegres a lo largo de su vida. Momentos con su madre, con Kikyo y con Kagome junto a sus amigos.
Todo eso había servido para hacer sentir mejor al Hanyō hasta ese momento, sin embargo, dichos recuerdos del pasado no ayudaron por mucho tiempo. La angustia de Inuyasha era tanta que trapasaba su subconsciente, los sueños que eran su refugio dejaron de serlo y una sensación de gran desespero recorría el cuerpo del Hanyō aún estando dormido.
Había pasado por demasiado y aunque Inuyasha había demostrado ser lo suficientemente fuerte hasta el momento, tal vez había llegado a su límite.
Él no estaba ni cerca de querer un poco siquiera a Sesshomaru, y apenas comenzaba a adaptarse a él y al lazo. No era el momento para tener un cachorro con él.
Para Sesshomaru era lo mismo, pero al contrario que Inuyasha el impacto del embarazo no había sido lo suficientemente fuerte como para hacerlo bloquear los efectos del lazo. Después de todo para él los síntomas y efectos del lazo eran más fuertes qué para Inuyasha.
Él debía lidiar con la sensación fastidiosa que había asociado cómo otra parte suya qué le decía que podrían lidiar con la situación, mientras el lazo le decía lo mismo junto a las espadas, pero él realmente no quería lidiar con nada, al igual que Inuyasha, quería borrar la realidad, pero no había nada que pudiese hacer y era por eso qué había accedido al puesto de su padre.
La inquietud de angustia de Inuyasha acabó por despertarlo luego de un rato durmiendo. Se alzó de un sobresaltó, apretando la mano que aún sostenía la suya. Estaba bañado en sudor e hiperventilaba con una fuerte sensación de escalofríos productos de su agobio y constante rechazo a los intentos del lazo por calmarlo.
Terminó sentado y tocandose el pecho estando encorvado, pero sin soltar la suave mano. Balbuceó palabras inentendibles mientras pelaba los ojos y permaneció así hasta que sintió otra mano sobre su dicha mano que apretaba la otra. Aún sin la intervención del lazo y entre su tempestad de emociones sintió la presencia de Sesshomaru y tal y cómo hizo anteriormente intentó tranquilizarse.
Era extraño pero con tan sólo sentir la presencia de Sesshomaru, aún sí éste no le decía nada y ni siquiera se miraban, hallaba el camino para poder guardar la calma. Sentía que le daba su apoyo y compañía ante la situación, sin intervención del lazo, apesar de que él tampoco quisiese lo del embarazo.
Lentamente fue calmandose y al estar mejor comenzó a cuestionarse repetidamente: "¿Cómo es posible?", "¿Cómo pudo ocurrir?", "¿Por qué?", "¡¿Por qué?!, ¡¡¿¿Por qué??!!, ¡¡¿¿POR QUÉ TUVO QUE PASARME ESTO A MÍ??!!"
Apretó la mano de Sesshomaru y chasqueó la boca al tentarse de volver a caer en la angustia, pero Sesshomaru le devolvió el apretón e Inuyasha se quedó quieto tragando saliva.
── No hay nada qué podamos hacer, Inuyasha. De ser así te lo hubiera dicho al momento de remediarlo. ── Dijo repentinamente Sesshomaru con seriedad.
Inuyasha no dijo nada, tragó más saliva porque sabía que no había duda alguna de que Sesshomaru hablaba con la verdad.
No tenía ganas de hablar, apenas quería pensar. "¿De verdad tengo que resignarme?" Se preguntaba con más impotencia que rabia.
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Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)
FanfictionEn Tessaiga y Bakusaiga nace un intenso deseo qué Inuyasha y Sesshomaru provocaron al pelear. Ambas espadas desean desesperadamente que sus dueños estén juntos de todas las formas posibles, acompáñalos en la aventura que se desprende por este aconte...