Capítulo 50

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Siendo testigo de aquella espada alzarse sobre su cabeza y sin poder reaccionar, el miedo lo había paralizado, nunca antes había visto un arma tan mortal como aquella. ¿Cómo se podía reducir una vida a polvo en sólo unos momentos?

Luego de tanta lucha por salvar una vida, se fue en un abrir y cerrar de ojos.

Así como la suya en este momento.

Sentía que todo se volvía lento. ¿Así era como se sentían los últimos momentos de vida?

Cerró sus ojos aceptando su destino, no había forma de salvarse.

Sintió como su cuerpo comenzó a caer, por un momento se dijo sí era su adrenalina y miedo lo que le había hecho sentir que caía, en un intento de no sentir lo que aquella demoníaca espada hacía sentir a uno al ser herido por ella.

No podía oír nada, sus oídos zumbaban y parecían bloquear cualquier sonido.

Sólo pudo volver a la realidad al golpearse seco y duro contra el suelo. Su cuerpo rebotó del impacto y todos sus sentidos volvieron en sí por el fuerte golpe. Abrió sus ojos al estar estrellado en la tierra, sin poder comprender lo sucedido.

─ ¡¡Shippō!! ── Escuchó fuerte la voz alertada del Ōkami Yōkai.

¿Qué había pasado? Se preguntaba sintiendo el dolor recorrer su cuerpo.

── ¿Q-Qué paso? ── Preguntó adolorido intentando mover sus extremidades pero sin lograrlo mucho.

Kōga corrió veloz hacia el Zorro, llegando en unos pocos segundos y deslizándose sobre la tierra para quedar de rodillas frente a él.

── ¡¿Estás bien?!, ¡¿Te tocó con su espada?! ── Preguntó con rapidez el lobo, ayudando a alzarse al zorro tomándolo de sus brazos.

A Shippō le dolió cada parte del cuerpo al alzarse, tuvo que relajar el cuerpo y dejarse sostener por Kōga aunque le dolía su agarre en sus brazos.

── Kōga, dime qué ha pasado. Estoy bien. ── Habló conteniendo el dolor y más consiente, mirando al lobo al rostro.

En su cara se veía la resistencia al dolor, Kōga se calmó y se puso más serio de golpe.

── Kirara se destransformó y los dejó caer. ── Explicó sin más, desviando su mirada a la pequeña Gata inconsciente a unos metros de ellos.

Shippō al escucharlo abrió en grande sus ojos, su cuerpo se aceleró y lo hizo olvidar su dolor. Se terminó de alzar y volteó a ver a su querida amiga, viéndola inconsciente.

El pequeño cuerpo inerte de su querida amiga. El desespero se apoderó de su cuerpo.

── ¡¡KIRARAA!! ── Gritó desde el fondo de su garganta y se arrastró hacia la Gata lo más rápido que pudo.

Al llegar con ella la cargó entre sus brazos. Respiraba con dificultad.

"Oh no, no, no, no." Era lo único que podía pensar teniendo entre brazos a la pequeña gata.

Kirara los había dejado caer cómo última alternativa para esquivar aquel ataque, esto lo podía deducir fácil, pero ¿Por qué?, había sido una distancia alta para ella en ese tamaño.

¿Por qué ponerse en riesgo ella por salvarlo a él?, no debió hacer eso.

La abrazó contra su pecho sintiendo como incluso temblaba por el miedo, y entonces recordó la presencia de aquel DaiYōkai qué lo había atacado, volteó al cielo rápido y pudo verlo ahí, junto a otro sujeto de cabellera negra, sin hacer nada más que observarlo junto al resto de los presentes, con unas miradas escalofriantes, cómo sí ellos no fuesen nada.

Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora