Prólogo.

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“Soledad”

Es lo que más ha sentido "él" desde hace bastante tiempo, desde qué la última persona que le importaba se fue de este mundo para ir a uno mucho mejor, siempre le dicen. Él nunca se ha tragado esa tontería pero no le queda más que aceptarla y digerirla.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que vino a este sitio?, está tan descuidado y casi todo está lleno de naturaleza, hace tanto tiempo que no ha venido a visitar una de las pocas cosas qué afirma la existencia de "ella" y sus amigos. Soltó un ligero suspiro al caminar por el pastizal, miró las tumbas al ir acercándose y se posó frente a ellas.

Observó a una en particular por unos momentos y sus ojos reflejaron una gran tristeza, a pesar de qué Kagome ya tiene mucho tiempo sin estar en este mundo aún no ha podido olvidarla y dejarla partir de su corazón.

Después de su muerte pudo a duras penas aceptar esa realidad y vino muy a menudo a visitar su tumba, a veces lo hizo solo y otras veces Shippo lo acompañó, incluso recuerda haberse topado a otros en estas tumbas, cómo a Koga qué a pesar de haberse casado con Ayame aún sentía algo por Kagome, incluso se había topado con el odioso de Sesshomaru, él por supuesto que no venía a visitar a las tumbas de sus amigos, él solamente venía a visitar la tumba de Rin, en compañía de Jaken qué siempre traía consigo flores para la tumba de la niña, esa chiquilla había sido enterrada en el mismo lugar que sus amigos, al igual que Kohaku y otros más.

Aún se preguntaba cómo fue qué esa niña pudo lograr entrar en el frío corazón de su medio hermano. Cuándo se enteró que Sesshomaru llevaba a una niña como acompañante no supo qué pensar, nunca lo imaginó, incluso pensó que era una broma de muy mal gusto y aún después de comprobarlo no terminó por creerlo, eso hizo que se preguntará algunas cosas al respecto, pero al final fue algo que sólo se preguntó por cortos momentos y luegodecidía pasar de ello completamente para evitar hacerse más preguntas que seguramente nunca obtendrían respuesta.

Incluso hasta la fecha era así.

Soltó otro suspiro con un ligero pesar en sí, sacudió la cabeza y frunció el ceño un poco, cambiando la expresión de tristeza que había hace unos momentos en su rostro. ¿Cómo podía pensar en el maldito de Sesshomaru ahora mismo? Se suponía que venía a visitar las tumbas de las personas qué fueron importantes en su vida y por lo tanto su mente debería estar hundida en un mar de recuerdos de ellos y no pensando en el único misterio que tiene de interesante el idiota de su medio hermano.

── ¡Ha! ── Refunfuñó el Hanyō entre dientes dirigiendo el rostro a otro lado.

Soltó un soplido por sus fosas nasales en forma de desagrado y después se inclinó a las tumbas qué tenía enfrente, en sus brazos llevaba dos tipos de flores muy distintas qué le fueron difícil de conseguir, sin embargo, unas fueron las flores favoritas de Kagome y las otras eran las flores que Sango y Miroku se regalaron mutuamente durante el tiempo qué estuvieron en vida. No importaba cuánto le costó conseguir esas flores, eran para la tumba de la mujer qué siempre amará y eran para sus dos mejores amigos.

Puso las flores en cada tumba, poniendo unas cuantas más en la tumba de Sango qué en la de Miroku, a pesar de que siempre se regalaban las mismas flores; Miroku siempre se aseguró de darle más flores a Sango de las qué ella le daba a él. Inuyasha sabía qué Miroku hubiera querido que siempre fuera así, aún después de la muerte.

Sonrió con algo de nostalgia en su rostro y en su ser, mientras enderezaba su cuerpo apreció las tumbas unos momentos más y después bajó su mirada a sus manos que estaban extendidas para su vista, observó el daño que tenía en sus palmas, eran unas cuantas heridas, no eran la gran cosa. Sé las había provocado tratando de conseguir las flores, no recordaba qué salir lastimado en tratar de conseguirlas era algo que pasara, sí recordaba qué eran difícil de encontrar pero tener que pelear con un ogro por ellas era algo nuevo, hacia algún tiempo había podido comprender qué era normal que algunas cosas se fueran perdiendo poco a poco con el paso del tiempo, pero nunca imaginó que esas flores fueran unas de ellas.

Compañerismo. (Sesshōmaru x InuYasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora