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Capítulo 1402

"¿Lo ves? ¡No la estoy molestando en absoluto!"
Dijo el chico desafiando a la Srta. Xu, manteniendo su mirada. No quería lastimar a HongKi, pero estaba haciendo que se sintiera incómodo.

Todos eran parejas de los militares, pero HongKi era el único que venía de una familia adinerada, además de que su esposo era capaz y apuesto.

Debido a esto, algunos de ellos estaban abrumadas por los celos y realmente querían hacerlo sentir mal.

HongKi no tuvo más remedio que lidiar con ellos con decoro. Una vez que terminaron de cenar, se despidieron y abandonaron el edificio.

Como él había tomado un poco de vino, no pudo conducir, por lo que se sentó en el asiento del pasajero en el auto de su esposo.

"¡Estuviste genial esta noche! ¡Le caes bien a todo el mundo!"
Dijo KyuJong en son de burla, riéndose un poco. Estuvo a punto de decir algo para salvarlo del aprieto cuando tuvo que responder incontables preguntas, pero al final decidió dejar que lidie con ellos por sí solo. Después de todo, no podía esconderlo siempre, y además iba a tener que conocerlos algún día.

Su decisión fue acertada; HongKi había sido muy reservado al principio, pero luego se relajó y pudo bromear con ellos.

"Bueno, soy un chico tan adorable que todo el mundo me ama".
Dijo mientras hacía una mueca y mostraba su lengua. Luego se rio a carcajadas.

"Esta noche fue tan solo un calentamiento. Créeme, se pondrán peor con el tiempo".
KyuJong había vivido en el edificio por muchos años y los conocía bien.

No todo el mundo era tan bondadoso como su esposo. Saeng había vivido allí también durante años, y había sido el principal tema de conversación en el edificio. En ese tiempo todavía era un appa soltero, y muy joven también. Pero a Saeng no le importaba en absoluto lo que pensaran. Había decidido que lo mejor era dejar que hablen todo lo que quisieran. Sea lo que sea, no tenía nada que ver con él.

"Lo sé, pero creo que puedo manejar todo bien. Después de todo, soy muy listo".
Dijo HongKi con orgullo. Estaba convencido de que podía llevarse bien con cualquiera, siempre y cuando estuviera dispuesto. Incluso se había ganado a KyuJin, que lo odiaba al principio.

"Bueno, ahora eres miembro oficial del club de esposos de militares. ¡Felicidades!"
Dijo KyuJong bromeando con su esposo. A pesar de no ser perfecto, había logrado llamar la atención de todos. Era tan despampanante que nadie podía ignorarlo.

"¡Ja! ¿Entonces puedo venir aquí cuando quiera?"
Preguntó HongKi, mirando de vuelta a su esposo. No era mala idea que pasara a visitar cuando tuviera tiempo.

"¡Nunca dije que no podías!"
Respondió él confundido. No entendía por qué pensaba que no le gustaba que viniera.

"No quería molestar".
Explicó HongKi con voz muy suave.

KyuJong jamás le había negado una visita de parte suya, y sin embargo a él le preocupaba que pudiera estar molestándolo al hacerlo.

"Estaré en el trabajo cuando vengas de visita, así que puede que ni siquiera nos encontremos. Así que no te preocupes, no serás una molestia".
Le aseguró él con una voz igual de suave. Realmente sintió pena por él. Y, realmente, HongKi merecía un hombre mejor. Pero la sola idea de otro hombre abrazando y besando a su esposo lo enfurecía. Se deshizo de ese pensamiento al instante.

"Está bien. Vendré cuando tenga tiempo libre. Pero no me trajiste aquí antes".
Dijo él, lanzándole una mirada acusadora. Si no hubiera insistido en quedarse, no habría llegado a conocer a tantos esposos de militares, y mucho menos a hacerse amigo de algunos de ellos.

"Está bien, está bien, acepto mi culpa. Perdóneme, mi amor".
Se disculpó, con tono de burla.

"Bueno, está bien, te perdonó".
Respondió HongKi, orgulloso y contento. Si su esposo no hubiese estado conduciendo, juraba que pellizcaría su carita en ese mismo instante.

Mientras tanto, en un lugar lejano y oscuro, dos personas se encontraban sentados cara a cara, discutiendo algo en voz baja. Una de ellas era Dorothy, la actriz popular, el otro estaba sentado en la oscuridad, sin que se le pudiera ver el rostro.

"¿Por qué no ha pasado nada todavía?"
El hombre preguntó con un tono muy severo.

"Lo siento, pero todavía estoy tratando de encontrar una manera. El Mayor General Kyu rechazó mi invitación sin dudarlo, y no puedo acercarme a él. En cuanto a HongKi, también sospecha de mí".
Respondió Dorothy con voz temblorosa. Realmente le aterraba este hombre.

"Entonces, supongo que no te molesta que publique tus fotos privadas en línea, ¿cierto?"
Respondió el hombre amenazando a la popular actriz, con voz llena de desdén.

"¡Por favor no lo hagas! Me seguiré esforzando. Si lo haces, mi vida quedará arruinada".
Suplicó ella con esperanza en su rostro. Él hombre tenía fotos en las que Dorothy tenía relaciones sexuales con diferentes hombres. Si las publicaba, sus fans sabrían lo desenfrenada que era su vida privada y su carrera llegaría a su fin. Por eso, la actriz haría cualquier cosa que le ordenara, siempre y cuando este no la amenazara con esas fotos.

"Eso depende de ti. Ten cuidado y no dejes que nadie descubra nuestro plan".
Dijo él hombre con impaciencia mientras agitaba su mano para indicarle que debería irse ya. Y realmente debía tener cuidado, ya que, si los veían los paparazzi, podría arruinarse todo. Dorothy se mordió el labio inferior. Estaba a punto de hablar, pero lo pensó mejor.

"¿Qué? ¿Algo más?"
Él hombre preguntó, fastidiado.

"¿Por qué odias tanto a HongKi? Tiene que haber una historia allí".
Preguntó la actriz confundida. A sus ojos, HongKi era amable y educado. ¿Por qué el hombre quería lastimarlo?

"¡Eso no es asunto tuyo! Es posible que hayas escuchado la expresión:
'la curiosidad mató al gato'. Solo haz lo que te digo".
La voz del hombre era fría como el hielo, lo que hizo temblar a Dorothy. Esta podía imaginarse el odio en el rostro. Podía sentirlo.

"Pero... ¿Qué pasa si lo echo todo a perder?"
Preguntó Dorothy tentativamente. No se consideraba una buena mujer, pero aun así no quería lastimar a HongKi. Eran las fotos lo único que la mantenían aquí, haciendo todo lo que este hombre le exigía.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora