Un verdadero amor. 8a parte.

💘1414

Capítulo 1414

"¿Cenar con usted? ¿Puedo saber a qué se debe tal honor?"
HongKi se detuvo, se volvió para mirar a Dorothy desconcertado y se preguntó qué demonios estaba haciendo esa mujer. Dorothy se echó a reír ante la incertidumbre de HongKi.

"Es solo una comida y una buena oportunidad para conversar. No tengo nada contra usted, lo prometo. No se preocupe, no soy su enemiga. Además, trabajo para el FX International Group ahora, ¿recuerda? Escuché que usted y nuestro jefe son buenos amigos, así que considero que es normal que nos relacionemos. Espero que con una comida y una conversación pueda comenzar nuestra amistad".
Le aseguró Dorothy mientras lo observaba con curiosidad. Sus palabras cuidadosamente escogidas tenían como objetivo que HongKi no pudiera decir que no.

"Parece que conoce mucho sobre mí, señorita Lu. Déjeme adivinar, ¿sabe que soy el esposo de KyuJong?"
Dorothy asintió; y HongKi continuó: "En ese caso, veo que debería conocerla".

Terminó con una sonrisa irónica, pensando que tenía frente a él una mujer astuta. Estratégicamente, Dorothy había mencionado al FX International Group para adular a HongKi. Sería muy descortés de su parte que rechazara su propuesta.

"Veo que no puedo ocultarle nada. Sé que el Mayor General es su esposo, pero lo supe después de firmar con el FX International Group. Alguien lo mencionó y entonces entendí por qué había sido tan hostil conmigo. No me malinterprete, no hay nada entre el Mayor General y yo. Lo visité aquel día para expresarle mi gratitud y eso fue todo. No esperaba que los paparazzi nos tomaran una foto juntos y se inventaran una historia que pudiera provocar tal escándalo".
Le explicó Dorothy con falsa inocencia. Ella nunca confesaría que en realidad estuvo detrás de todo y que había sido ella quien había filtrado su paradero a la prensa. Esta, con sed de nuevas historias, la habían ayudado a difundir el rumor. En realidad ese fue su principal objetivo.

"Me temo que me ha entendido mal. Yo no me creí las mentiras de la prensa, ni tampoco fui hostil con usted. Es solo que... soy una persona introvertida y me cuesta socializar. Si por casualidad le ofendí, le pido disculpas".
Dijo HongKi de manera despreocupada, sintiéndose ya más relajado. El reconoció gentilmente que ya sabía cuál era el vínculo que existía entre Dorothy y KyuJong, y que no se tomó en serio el bombo publicitario de los medios.

"Me alegra escuchar eso. De hecho, estoy pensando en invitar también a su esposo. ¿Qué le parece? Me gustaría tener la oportunidad de darle las gracias por salvarme la vida. Me sentiría mal si no pudiera, ¿entiende?"
Dorothy le tendió una sutil trampa. Jugando a ser sincera, estudió a HongKi con anticipación.

"Lo siento, pero no puedo decirle que sí. Eso no me corresponde a mí. Sabe que como soldado es su deber salvar a la gente, así que no tiene que preocuparse por agradecerle nada".
HongKi se negó sin pensárselo dos veces. Él no tomaría decisiones por KyuJong y no iba a aceptar por él.

"Por supuesto, tiene razón. Pero aún así me remordería la conciencia si no se lo agradezco como considero que corresponde".
Dijo Dorothy con el ceño fruncido.

El rechazo implacable de HongKi la había sorprendido. ¿Podía ser que hubiera adivinado su plan?

"De verdad que no es necesario. Usted es una contribuyente y el compromiso de este país es brindarle ayuda cuando la necesite".
Declaró HongKi.

'Esa es la opinión pública, especialmente en internet, ¿no?', pensó HongKi para sí mismo con una sonrisa irónica.

Toda la gente pensaba que los soldados deberían hacer lo que les exigiera el pueblo. Ese era su deber porque en realidad son los contribuyentes quienes les pagaban con su dinero. Esa idea, al principio lógica y aceptada, despertó cierta duda en HongKi, especialmente después de casarse con KyuJong. Solo aquellos que convivían con soldados sabían cuán devotos eran y cuánto trabajaban diariamente para ganarse su salario. Era algo que desde fuera no se podía entender y apreciar tan fácilmente.

"Eh... Nunca lo he pensado de esa manera. Usted ofrece una perspectiva única, señor Kim. No es de extrañar que haya logrado tanto en el mundo de la moda".
Dorothy forzó una sonrisa y decidió no presionar a HongKi para que no se molestara.

"Gracias por el cumplido. Aquí está mi tarjeta de visita. Llámeme y me dice dónde nos vemos y a qué hora. Siempre estoy disponible, pero ahora tengo prisa. La veré más tarde".
Dijo HongKi entregándole a Dorothy su tarjeta, sin querer comprometerse mucho más en ese momento. No quería cenar con esa mujer, pero ella podría tener información sobre un tema que le había preocupado mucho últimamente. Esa mujer podría tener la respuesta y solo por eso aceptó su invitación.

"La llamaré más tarde. Nos vemos".
Dorothy accedió y, respetuosamente, tomó la tarjeta de visita mientras una sonrisa de satisfacción apareció de repente en su rostro.

Sus esfuerzos no habían sido en vano. Al final HongKi había aceptado cenar con ella. Si todo salía según lo planeado, no pasaría mucho tiempo para obtener lo que quería.

Antes de irse, Yeineth le lanzó a Dorothy una mirada especulativa. Esa mujer le resultaba familiar, pero no de haberla visto en las noticias de entretenimiento. Ahora que lo pensaba, podría habérsela encontrado hacía mucho tiempo. Sin embargo, no recordaba los detalles.

Esa noche, finalmente en casa, HongKi comenzó a calentar la medicina tradicional en el microondas, como solía hacer siempre. Cuando estaba a punto de bebérsela, alguien se la arrebató por detrás. Entonces, sorprendido, escuchó la voz de KyuJong.

"¿Qué es esto, cariño? Si quieres bebértelo, primero tendrás que decirme qué es este líquido oscuro".
KyuJong insistió, mirando a HongKi con la misma incertidumbre que había mostrado con la bolsa de medicamentos.

"Llegas temprano a casa, Kyu".
Dijo, tratando de mantener su voz firme. Que KyuJong hubiera descubierto que estaba tomando medicamentos lo puso nervioso.

El trató de no mirar la bolsa de medicinas que tenía Kyu en la mano. Su rostro estaba pálido. Entonces fingió autocontrol y se volvió para mirarlo.

"Sí. Terminé de trabajar temprano hoy, por eso llegué a casa antes. Ahora, dime, ¿qué es esto?"
Insistió Kyu al mismo tiempo que examinaba la bolsa con cuidado. No conseguía averiguar lo que había dentro y sus cejas se fruncieron mientras se lo cuestionaba.

"Bueno... No es nada. Pol me dijo que no estoy muy bien físicamente y me sugirió que tomara unas medicinas para recuperarme".
Respondió con una sonrisa radiante. Desafortunadamente no había gozado de muy buena salud últimamente y Kyu lo sabía. Con suerte él pensaría que esa era razón suficiente para que tomase medicamentos.

"¿Cuándo te lo mandó? ¿Por qué ni tú ni él me lo contaron?"
Exigió, todavía con el ceño fruncido. Desde su punto de vista, la condición física de HongKi era un asunto muy importante.

Pol debería haberlo discutido con él de antemano. A fin de cuentas, él era su esposo. HongKi se rio entre dientes al escuchar sus palabras.

"Tranquilízate, mi amor. En realidad solo lo he tomado durante unos días. Es solo que no tuve oportunidad de decírtelo. Has estado muy ocupado".
HongKi hizo caso omiso a sus preocupaciones. ¡No admitiría que había estado tomando ese medicamento durante casi un mes! La medicina le desagradaba enormemente, pero se obligaba a bebérsela por él.